KILLA / Miriam²

Esos días

Noviembre, 2019

Los nervios empezaban a revolverle el estómago y eso que no era una persona de las que se angustiaba antes de tiempo. La noche estaba dando para reencuentros, risas, confesiones, anécdotas, cotilleos y alguna que otra lágrima de emoción.

Pero justo después de recibir su premio, Mimi solo necesitaba una cosa, abrazar a Miriam, que siempre había confiado en ella y la había hecho mantener la confianza en sí misma y en su proyecto, que esa noche se veían reconocidos delante de tantos artistas a los que admiraba.

Si alguien le hubiera dicho alguna vez, que aquella niña que se saltaba las clases para bailar en el estudio de su amigo sería ahora la artista revelación del año en Los 40 Music Awards, se habría reído.

-Illa, te comía to la boca ahora mismo, que lo sepas -le susurró en mitad del abrazo haciendo carcajearse a la gallega. -Madre mía, si es que, aunque no quiera la mirada se me va sola, coño.

-Es lo que tiene ir de amarillo fosforito, chica. Si estoy siendo trending topic sin estar nominada.

-Es lo que tiene ser un pivonazo, no me jodas. Si es que no necesitas ni nominación pa llevarte to.

-Tú sí que estás preciosa.

En mitad de lo que a ojos ajenos podía parecer una felicitación entre simples amigas, se abrazaron como único medio de contenerse ante las miradas que las rodeaban. Agoney, que había esperado a no romper el momento entre las dos, se acercó a darle la enhorabuena a la granadina lleno de orgullo y divertido por lo sueltas que iban ya las dos rubias, las copitas siempre sentaban bien en esos eventos para soltarse un poco, y los tres iban en el punto perfecto para reírse por cualquier tontería controlando perfectamente hasta donde podían o no decir y hacer.

-¡¡Amiguitas!! -las cogió por los hombros. -Una foto para capturar este momentazo con Lola Índigooo y Miriam Rodríguez -les pidió haciéndolas girar para que se colocasen.

Aprovechando el paso de Álvaro por allí, les pidieron que hiciera de fotógrafo profesional. Posaron con tanta facilidad que desataron en seguido los gritos de un público eufórico, pues sin darse cuenta o dándose perfectamente cuanta de lo que hacía, las manos de Mimi se dirigieron con soltura a las nalgas de la gallega quien no dudó en reírse pro el gesto de la granadina.

-¡Qué bombones, por favor! -piropeó Álvaro entregándole el móvil al canario y marchándose tras darles dos besos a cada uno pues tenía que subir a cambiarse para cantar.

-Las manos al pan, di que sí, Mimi -susurró el canario señalando la foto.

-Pa que no se haga ilusiones el resto que la Lola es pa mí -bromeó totalmente en serio la gallega.

-Uooooh, ¡están cada vez más desatadas! En fin, me callaré que aquí oyen las paredes.

-Cierto -dio el trago que le quedaba Mimi a su copa. -Niños, voy a saludar a esta gente y vengo -se despidió viendo que era mejor acercarse directamente al grupo que la esperaba a unos metros, que dilatar el saludo más tiempo.

Los saludos se alargaron hasta bien terminada la fiesta después de la gala. Para cuando quisieron marcharse había empezado a llover a cántaros, por lo que sin esperar a empaparse en mitad de la salida del recinto, habían llamado un Cabify para irse a pasar la noche a casa de la gallega.

-No me jodan que les voy a hacer de sujeta-velas -bromeó al canario al ver que las rubias jugueteaban con las manos a escondidas de un asiento a otro.

-Que te calles, maricón, que si no es por mí te quedas en la calle a dormir debajo del Manzanares.