La antigua Mimi está de vuelta

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Noviembre, 2018

Si Mimi tuviera que definir cómo habían sido las semanas siguientes a Barcelona, sería: desenfreno. Sentía que había vuelto la Mimi de siempre, la que siempre encontraba un buen momento para salir de fiesta, la que tonteaba entre baile y baile, la que estaba a punto de dejar atrás esa estúpida exclusividad que le guardaba a Miriam. ¿Por qué se sentía traicionarla estando con más gente? Solo sexo, ¿no? Pues se acabó buscar más y ofrecer más. Se acabó eso, iba a volver a lo que conocía, y sabía que opciones nunca le iban a faltar. Estaba recuperando el control sobre sus sentimientos, aunque tal vez, el hecho de que no se hubiera visto con la gallega desde entonces contribuyera a su autoengaño. No podía dejar de pensar en ella, pero estaba decidida a olvidarla cuanto antes. No quería sufrir más, así que mientras pudiera seguirían aquello, pero iba a cumplir a rajatabla esas absurdas normas de la gallega. Esa noche volvía la antigua Mimi.

Claro que para eso aún faltaban unas horas. Puede que el plan inicial sufriera ciertas variaciones, pero para entendernos tendremos que comenzar por la sobremesa de aquel sábado.

-Ricky, entonces, ¿qué? Salimos, ¿no?

-A ver, yo por mí sí. Pero es que Ago ya había puesto por el grupo de quedar y pasamos de él todos como de comer mierda.

-Joder, -exclamó arrepentida -lo vi, pero se me olvidó por completo contestar. Quedamos y nos cogemos la negra, -resolvió sin problema -me han dicho de una disco que se peta un montón.

-Ya, no sé yo si a Miriam eso le va a ir mucho...

-Pues que se joda, coño, que siempre hacemos lo que propone ella.

-¿Otra vez?

-No, no, hostias, que no lo digo a mal. Si yo la adoro, pero me apetece un montón salir a lo grande, que hace mucho que no lo hacemos -dijo sincera. Y no mentía cuando afirmaba que no lo estaba haciendo para fastidiarla, había decidido volver a lo de siempre, sí, pero sin intención de hacer daño a su gallega, solo evitárselo a ella misma. -Se lo podemos decir, y si no quiere o quedamos con ella mañana o esta tarde, y luego ya nos vamos nosotros.

-Eso sí me parece, lo pongo -dijo el mallorquín tecleando rápido. -Ago dice que sí, falta la otra. Si pone que no, le propongo eso que has dicho.

-Perfecto.

-¿Estáis bien?

-A ver, Ricky, sí. Bien, pero yo ya no voy a seguir en el mismo plan con ella, no me sale.

-Ya... -murmuró comprensivo. -También te digo, es lo mejor. Las cosas claras, y punto.

-Pues sí. Yo estoy súper pillada -reconoció tranquila. -Te diría, que enamorá, pero ella na de na. Así que mejor no implicarnos demasiado, porque yo cada vez que estamos juntas, y no en plan amigas pero tampoco follando, -aclaró haciendo que el mallorquín asintiera -me pillo cada vez más, entonces pues mejor quitar eso. Y, además, creo que me vendrá bien estar con más gente.

-Pues sí, hoy triunfamos -terminó saliendo de la cocina con entusiasmo. -¡Ayúdame a elegir la ropa que luego no me da tiempo! -le pidió a gritos por el pasillo.

-¡Vooooy!

...

-¡Amiguitaaaaa!

-¡Me tienes contento, tú!

-Jobá, Ago, que te juro que no pude antes -se disculpó por el tiempo que llevaban sin verse.

-Más te vale llevarme a un sitio que compense -le dijo con falsa indignación.

Ambos amigos habían quedado para ponerse al día de una vez, así que Miriam culpable por atrasar tanto la quedada, lo quiso invitar a un restaurante que había descubierto hacía poco rodando con unos amigos.

KILLA / Miriam²Where stories live. Discover now