La última copa

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Agosto, 2018

Todos esperaban que bebieran Ricky, Mimi, Amaia, Agoney y, como mucho, Raoul. Pero, ¿Roi y Cepeda? Eran heteros y, aun así, no los veían queriendo tirarse a alguno de los chicos, así que solo quedaban tres opciones: Amaia, Mimi y Miriam.

Amaia era preciosa, pero para esos dos era una hermana pequeña así que quedaba descartada. ¿Mimi?, ¿Miriam?, ¿ambas? Eran guapísimas las dos por lo que no era de extrañar, pero una cosa es que te fijes en su físico y otra querer tirarse a una. Es decir, que de tener oportunidad lo harían. Roi tenía novia, pero Cepeda acababa de dejarlo con Aitana. Miriam estaba soltera. Tuvieron sus roces, pero ahora se habían unido mucho y tenían una gran complicidad. La mente de Mimi estaba a punto de colapsar ante esa posibilidad. No, no podía ser, lo que le faltaba ya.

Estuvo a punto de preguntar si habían entendido la pregunta, cuando el dúo cruzaron miradas y estallaron en carcajadas. La madre que los parió. <<Vaya bromita, coño>>.

-Menudas caras pusisteis las tres -dijo Cepeda entre risas.

-Jajajaajjaaja. Bua, jajajaja -se desternillaba Roi.

Se levantaron dispuestos a chocar la mano del canario.

-¿Pero qué es esto? -preguntó Raoul.

-Que nos pusimos de acuerdo los tres por whatsapp para ver su reacción. Me meo, de verdad -explicó Agoney entre risas.

-Vaya cabrones -les dijo el mallorquín lamentando que no se le hubiera ocurrido algo así antes.

Pues menos mal, porque Miriam, que iba por los mismos derroteros de la granadina, se había puesto de los nervios.

-Venga, la última -decidió el mallorquín al ver que una vez bajado el alcohol, a la mayoría les estaba entrando sueño. -Yo nunca he mentido jugando al "yo nunca".

-Ueeeee, viva Galicia, carallo -aplaudió Roi a la gallega que, junto a ellos por la broma anterior, fue la única que bebió en esa ocasión.

...

-¿Qué quieres? -abrió de mala gana la granadina al ver quién era.

-Hola, ¿puedo entrar un ratito a charlar contigo? -preguntó con dulzura -Es que Ago se quedó abajo con Ricky, y no quiero estar sola.

-Ah, ya, y como no quieres estar sola, ahí te acuerdas de que existo, ¿no? De cuarto postre.

La gallega se sintió incómoda e intimidada. ¿Pero qué había hecho mal ahora? No entendía nada. Si era por la mentira del juego, ella mima le dijo a su amiga que aquello debía quedar entre ambas y no volver a repetirse.

-Vale, siento si te molesté. Buenas noches, -dijo con intención de dar la media vuelta - ¿te puedo abrazar para despedirme? Es que no sé a qué hora me recogen para ir a Madrid.

Pero la cara de la granadina reflejaba su alucinación por el descaro de la gallega, ¿ahora va a venir de niña buena, después de calentarme? Lo cierto es que Mimi se estaba dejando llevar por su propia frustración, pero Miriam no tenía ninguna culpa de eso, era cierto que no había hecho nada. Casi nada. Al contrario, había intentado que nada cambiara entre ellas para que Mimi no la sintiera fría ni distante, ¿no? Al menos, esa había sido su intención.

-Lo capto -dijo en un susurro girándose para emprender el rumbo a su cuarto.

Mimi cerró de un portazo y soltó un grito ahogado, no podía dejarse llevar por la frustración. Si es que normal que la otra no la entendiera, no se entendía ni ella, ¿por qué la ponía así si lo único que sentía por ella era atracción?

KILLA / Miriam²Onde histórias criam vida. Descubra agora