🔪Capítulo 60💌

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La carta seguía intacta sobre la almohada.

Aún si decía que tenía que esperar un año para leerla, no podía. Tenía que leer esa carta.

Pero Ayano le dijo que la lea en su tercer aniversario, y él iba a obedecer.

Porque era Ayano. Su Ayano.

Emprendió su rutinario camino hacia el trabajo. Luego volvió al hotel. Cocinó la cena. Esperó a Ayano.

Y la siguió esperando.

El ramen se enfriaba.

Su corazón se desmoronaba.

Las noches pasaban.

Su vida pasaba.

Cuánto se arrepentía de no haber podido hacer nada...

Ayano tenía razón. El arrepentimiento te consume la vida.

Hoy se arrepentía porque no fue capaz de hacer algo para que Ayano se quede a su lado. Y por eso dejó de vivir. La siguió esperando, con el deseo de que vuelva y así expiar ese arrepentimiento.

(...)

Ya era el quince de diciembre de dos mil veintitrés.

Demacrado, con sus ojos abarrotados de lágrimas, con sus manos tan pálidas temblando; sostuvo la carta en sus manos.

"Ya es 15 de diciembre de 2023. Feliz aniversario, Budo.

No quiero darle vueltas al asunto.

Ya estoy muerta.

Morí hace casi un año en realidad, el veinticinco de diciembre del dos mil veintidós. Maté a Taro y a la policía que estaban en un edificio abandonado. Y después me suicidé.

La razón de todo esto es para renacer en otra vida, Budo. En una en la que yo pueda ser normal junto a ti. Donde podamos ser felices. Donde vivamos.

¿Quieres venir conmigo, Budo?

La verdad es que no te amé, jamás tuve alzheimer infantil y toda mi infancia fue una actuación.

Y pude descubrir que al estar lejos de ti, cuando yo supuestamente no te conocía, era el infierno mismo.

Te extrañaba.

Fuiste la única persona que me hizo sentir.

Sí, tú eras mi verdadero senpai.

Lo lamento tanto, Budo. Por no haber podido ser normal.

Pero en la próxima vida, te amaré, te amaré de verdad. Quiero amarte tanto como tú lo haces.

Sigue mi oscuridad.

Ven conmigo, Budo."

Y no pudo hacer nada más que llorar antes de abrir la ventana, dejar que una capa fría de viento lo envolviera, decir el nombre de su esposa con tristeza y tirarse del décimo sexto piso.

Ayano puede vivir sin Budo. Él no puede vivir sin Ayano.

La luna no puede vivir sin el sol. En cambio, el sol sí puede vivir sin la luna.

Los recuerdos con Ayano no eran más que una película.

Ficción.

Budo vivió engañado, vivió en un sueño.

Ayano sabía que Budo no sería capaz de vivir sin ella. Por eso, confió en que él se suicidaría y su ritual sería exitoso.

Pero, Ayano Aishi, era una mentirosa.

Porque ella nunca iba a ser normal.

"Sigue mi oscuridad, Budo"

"Yo soy la muerte"

Budo siempre iba a depender de Ayano.

Y Ayano siempre lo mantendría de su lado. Siempre lo amaría de esa forma retorcida.

A New Senpai (Budo x Ayano) [Finalizada]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora