Capítulo 6

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Aterrizamos cerca del distrito 8, aun así debemos caminar un poco. El equipo de guardaespaldas es Gale, Bogss y dos soldados más, quedó excluido al principio, supongo que piensan que aún sigo débil como para protegerla, pero entre Katniss y yo los disuadimos, pero el mérito es de Cressida (la directora de grabación) ha dicho que verme será un golpe duro contra los Capitalinos. Los demás ceden y me uno al grupo de Katniss.

Caminamos agazapados siguiendo a Boggs, se pueden ver pequeñas lesiones en los edificios, pareciera que no ha habido tanto daño. Pero este pensamiento se derrumba cuando doy vuelta y vemos el verdadero estado de este lugar.
Cuerpos mutilados tirados en la calle, algunos gritan ayuda, otros tienen expresiones macabras en sus rostros, demostrando lo que sufrieron en sus últimos momentos. Cómo pueden algunos son llevados en camillas hasta una especie de depósito. Veo a Katniss de reojo y puedo notar su incomodidad, ¿acaso quiere vomitar?

No podré hacerlo —dice y mira a Boggs.

La toma de los hombros y le dice —Solo deja que te vean, es lo mejor que puedes hacer, ningún médico los animará como tú puedes —las palabras tienen efecto en Katniss porque comienza a avanzar, insegura pero camina, hasta toparse con una mujer que parece ser la líder del lugar.

Su nombre es Paylor, comandante del distrito 8, no se puede dudar su cargo por el tipo de respeto que influye en los demás. Intentan presentarle a Katniss pero ella los corta diciendo que ya sabe quien es.

—Así que estás viva —dice y puedo ver en su voz el tono de ironía.

—Eso creo —responde ella siempre tan cortante demostrando seguridad.

Paylor hace una mueca que interpreto como aceptación y dirige su mirada a mi. —Finnick Odair —me mira de arriba a abajo— Hoy estamos entre estrellas.

—Han estado en recuperación —dice Boggs—Conmoción cerebral en ambos, ella ha tenido un aborto involuntario, pero insistió en venir a ver a sus heridos.

—Pues hay muchos —dice y abre las puertas del hospital, dejando salir el olor de sangre y sudor en una nube de vapor.

—¿crees que esto es una buena idea? —la voz de Gale suena molesta, tiene el ceño fruncido mientras ve a la gente.

—Esto es mejor que dejarlos morir —dice Paylor.

—No quise decir eso —Gale suena aún más molesto.

—Pues si tienes una mejor idea adelante, soy toda oídos —dice y al no escuchar nada de su parte se adentra más en el hospital, dándonos la bienvenida.
Recorremos un pasillo que se hace aún más corto debido a los cadaveres apilados qué hay. Paylor menciona que tienen una fosa común, pero no han podido llevarlos, la mayoría de su gente estuvo en batalla y la otra atendiendo a los heridos.

Los ojos se me agrandan al ver el mar de gente que sufre frente a nosotros, hay desde ancianos hasta niños. Muchos de ellos en el suelo, sucios, con vendajes aún más sucios. El olor a vomito mezclado con la sangre se vuelve nauseabundo debido al calor de la bodega. Ni el olor del pescado podrido se puede comparar con esto.

Intento retroceder pero Katniss envuelve su mano en mi muñeca.
—No te vayas —dice entre dientes.
—Aquí estoy —le respondo.

Ella parece tener una batalla interna, si huir o quedarse, los segundos pasan y todas las miradas están en ella. La gente no repara en nosotros, están más ocupados ahuyentando las moscas de sus heridos. Katniss comienza a caminar por los pasillos de enfermos, Gale quiere ir junto a ella así que lo dejo pasar. Una joven, porque no es una niña ni mujer, con la pierna cortada casi hasta el muslo, le toma la mano a Katniss, hace a un lado su dolor porque no puede creer a quien ve. Es cuestión de tiempo que su nombre se riegue como la pólvora en este lugar, ahora un coro de voces dejan los gritos a un lado para decir su nombre.

Fortuito • Finnick Odair Where stories live. Discover now