Capítulo 1

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Las manos frías de Taehyung pasean por la baranda de la terraza mientras observa la gran ciudad frente a sus ojos. El invierno llegó en su totalidad, enfriando a cualquiera que se ocurriera oponerse a él. Pero, para Taehyung era difícil comparar el invierno con el gran frío que sentía dentro de su corazón.

Hace dos semanas atrás, sí hubiera considerado que ese invierno era uno de los más fríos que golpeaban la ciudad desde su llegada. Actualmente, lo sentiría una burla a sí mismo.

Expulsa una gran bocanada de aire al recordar sus últimos días sin él.

El frío cala su piel, enfría sus dedos y parte sus labios, pero no es comparable al daño que hace dentro de él. Por su mente corren demasiadas preguntas, que en cortas palabras se pueden responder solas. ¿Acaso no fui suficiente? ¿Acaso no lo amé lo suficiente? ¿Por qué era mejor fingir una vida, que amar al hombre que te entregó su corazón? ¿Hay gente que ame mucho también? Porque a Taehyung le encantaría hacerles algunas preguntas, siendo la principal, cómo apaciguar el dolor que congela su interior, como la gélida noche congela el asfalto y mata la maleza.

Una oleada de un doloroso viento lo trae a la realidad.

Sus manos pasean una vez más la baranda que lo separa del vacío. Sus dedos duelen al encontrarse con el hielo, pero sigue haciéndolo, porque ningún dolor era tan intenso que el que habitaba en él. 

—Taehyung. 

La suave voz de su amigo lo asusta. Gira rápido hacia Jimin, soltando un poco de aire que quema sus pulmones y hace que su pecho duela. No era consciente del frío que ataca su cuerpo hasta que, al querer avanzar hasta el chico, sus piernas ceden. Y cuando sus rodillas chocan con el resbaloso asfalto y su cabeza se golpea, todo se vuelve oscuro.

[...]


Sus párpados pesan como un demonio y su boca esta tan seca, que se podría considerar un nuevo desierto. Intenta abrir sus ojos, pero una fuerte punzada lo deja sin aliento cuando sus pupilas captan la luz de la habitación.

—Ay —lloriquea despacio, con su voz ronca por la sed. Cubre sus ojos con su mano y lentamente los deja adaptarse a la luz del lugar.

—¿Taehyung? —la preocupación en la voz de su amigo aprieta su estómago— Dios, que susto me diste anoche —jadea Jimin, tomando una pequeña manta para posarla sobre los hombros del castaño cuando se incorpora en la cama—. Anoche te golpeaste la cabeza y quedaste inconsciente. Te arrastré hasta las escaleras y grité para recibir ayuda, pero ninguno de los vejestorios vecinos tuvo la decencia de salir. Si te duele alguna parte del cuerpo, ya sabes quienes son los culpables.

La risita nerviosa de su amigo irrita a Taehyung por un segundo. 

—Quiero agua —ignora la natural verborrea del chico, pidiendo lo único que podía pensar en ese momento. Estaba sediento—, por favor —añade despacito, como si hablar le doliera.

—Ten —Jimin le tiende el vaso con agua que aguardaba por Taehyung desde que lo recostó en la cama inconsciente. El chico, al no poder abrir los ojos, busca a tanteos el vaso. Jimin tiene que agarrar la mano del castaño y guiarlo al vaso de vidrio— ¿Qué hacías en la azotea tan tarde?

—Quería ver la luz —miente. 

Los ojos del castaño se mantienen cerrados incluso cuando bebe el agua. 

Jimin suspira al oírlo.

—¿Lo extrañas? —pregunta en un susurro.

—No lo extraño —vuelve a mentir—. Simplemente, me gustaría saber por qué ella y no yo.

Get over your ex | KookvWhere stories live. Discover now