Y esa fue la gota que colmó el vaso, ver esas palabras, ver este nombre grabado en la piedra.
Literalmente empezaría a gritar si no hubiera nadie alrededor. Así que al menos, me permití llorar. Lloré como nunca antes y como si finalmente, finalmente dejara salir todo el dolor. Porque perdí a dos de mis personas más cercanas, por el amor de dios. Merecía llorar. Así que lo hice.
—¿Qué voy a hacer, Hyung-gu? ¿Qué voy a hacer aquí sin ti y Soojin? —murmuré mientras me apoyaba en la lápida que estaba agradablemente fría bajo mi frente ardiente.
De repente, escuché muy claramente la voz de Hyung-gu en mi cabeza. No sabía si me estaba volviendo loca o si algún poder superior quería conectarme con él, pero de otra manera, escuché.
"Eres fuerte, Shuhua, lo vas a lograr. Demonios, eres la persona más fuerte que conozco. Conocerás gente nueva y, aunque no serán tan increíbles como nosotros, obviamente, te harán compañía. No estarás aquí sola, te lo prometo."
Y tan rápido como apareció, también desaparece. Tal vez todo fue parte de la alucinación, quién sabe. Pero me ayudó a recomponerme y eso era lo que importaba en ese momento.
─¿Estás bien?─, me preguntó In-guk cuando volví con ellos.
─Sí─, respondí y finalmente lo dije en serio, ─sí, lo estoy─ Y todos estos pequeños recuerdos y mucho más están pasando por mi cabeza en este momento, cuando estoy sola en mi casa casi veinte años después.
Cuando miro hacia atrás, no puedo decir que tuve una mala vida. Sí, mi vida era desordenada y, a veces, abrumadora y loca, pero tenía una buena vida. Tenía buenos amigos, incluso encontré el amor de mi vida y le conté mi historia a una persona que pensé que era la indicada para ello. Song Yuqi, por favor no me decepciones, te confío mi vida. Literalmente.
Pero ahora es el momento de que me vaya. Fue bonito pero tiene que terminar. Agarro el frasco con las pastillas recetadas, contengo la respiración y dejo que todas caigan en la palma de mi mano. Luego tomé un vaso de agua preparado y todas se ahogan en el líquido claro.
Luego cierro los ojos mientras hay una pequeña sonrisa en mis labios, me acuesto y solo espero hasta que todo mi cuerpo envuelve la oscuridad.
─Vamos a casa. ─ Son las últimas palabras que puedo susurrar al espacio vacío antes de quedarme dormida, para siempre
Todo el mundo dice que hay una luz blanca brillante cuando te estás muriendo. O que toda tu vida está pasando por tu cabeza. Pero déjame decirte: todo esto, es una mierda.
Lo que vi, no fue absolutamente nada. Oscuridad en la que no puedes ver tu propia mano si la pones justo en frente de tu cara. Y también está esa agradable sensación de calidez porque, bueno, eres libre. No más facturas de paginación (eso no fue un gran problema para mí porque fui asquerosamente rica en algún momento), no más estrés, no más todos estos pequeños sentimientos tontos que sientes todo el tiempo cuando estás viva.
Y luego, de la nada y literalmente, hubo un destello de luz. No del tipo agresivo y brillante, no. Esta luz era suave, tentadora, casi como la luz de la chimenea de la casa de Soojin hace tantos años.
Cuando te acercas, descubres que realmente es exactamente la misma chimenea y aquí estás, de repente, en una sala de estar de la casa de tu amante.
Dicha amante está, para mi gran sorpresa, allí también. De pie con un lindo vestidito y con una sonrisa en su rostro. Inmediatamente corro hacia ella, incluso antes de abrazarla con fuerza, mi vista es borrosa y mi cara está toda mojada por todas las lágrimas que aparecen en mis ojos. Realmente me reencuentro con el amor más grande de toda mi vida y más ahora, al parecer.
─No puedo creer que le hayas contado a todo el mundo sobre nosotras─, se ríe mientras me aprieta hasta que casi no puedo respirar.
─¿lo sabes?─ digo, toda sorprendida aunque probablemente no debería estarlo.
─Por supuesto que lo sé, querida. Te observé por el resto de tu vida y estoy muy orgullosa de ti y de todo lo que has logrado.
Casi rompo a llorar cuando dice eso porque eso es lo que imaginé que estaba haciendo. Como sí, todo el mundo siempre dice que los muertos nos están mirando desde allí arriba, pero quién cree eso, ¿eh? Pero ella realmente me vio vivir mi vida.
─Y, ─ me detiene cuando tomo un respiro para decir algo, probablemente muy cursi. ─Realmente aprecio que le hayas dicho la verdad. Realmente se merecía saberlo, Shuhua.
Me burlo y pongo los ojos en blanco.
─Nadie merece nada. Es simplemente una cuestión de quién está dispuesto a ir y tomarlo por sí mismo. Y ella había demostrado ser esa persona. Ella tomó lo que quería. Demonios, incluso hice toda la sesión de fotos con esa pequeña revista estúpida porque ella era así de terca.
Jinjin se ríe, pero luego se calma, respira hondo y me sonríe cálidamente.
─Ven aquí. No hablemos de ella ahora. Podemos hablar de eso, claro, pero por favor cuéntamelo más tarde porque ahora tenemos tiempo. Shu, tenemos todo el tiempo del mundo para poder hablar y hablar y hablar, pero ahora mismo, realmente quiero acurrucarme contigo. — Me mira con ojos de cachorrito, aunque no tiene por qué hacerlo.
Porque literalmente no hay nada que quisiera más en ese mismo momento.
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