(+18) El secreto de Kar-el, príncipe de Krypton.

El gobierno en la tierra

La tierra era un reino no muy extenso que gozaba de una ubicación privilegiada entre montañas, confiriéndole una defensa y hermetismo natural. 

Su soberanía estaba al mando de la familia Luthor desde hacia 12 generaciones, según la historia, era la dinastía más exitosa en la tierra desde la adopción de la monarquía como método de gobierno. Muchos cronistas coincidían en que se debía a la administración con puño de hierro y fuerte capacidad de liderazgo, olvidando -por conveniencia o soborno- que habían llegado al trono mediante engaños, mentiras y el uso de la riqueza que ahora se traducía en poder. 

Trece generaciones atrás, la familia Luthor era la más rica de todas y también, su patriarca ocupaba el puesto de chanciller para el rey de ese entonces. Leyan Luthor había heredado el cargo a través de su padre, y cuando el rey que lo nombró como tal, falleció, su joven hijo no quiso cambiar a sus consejeros, confiado de su respeto y lealtad. No contaba que cuando su esposa diera a luz una niña pocos meses después de investido, las intrigas orquestadas por Luthor iniciaran siguiendo una lógica muy simple: impedir herederos varones.

Todo inició con la cacería organizada para celebrar el nacimiento de la princesa en la que fallecieron casi todos los miembros varones parientes del rey capaces de reclamar el trono, por supuesto, fue un plan de seguridad sugerido por el chanciller y aceptado por el rey que vio amenazado su poder bajo la lógica de los hechos narrados por su consejero más cercano. Ese año, toda la población se enteró de las temibles bestias come hombres que existían en el límite con Krypton y habían sido responsables de la trágica masacre en la cacería.

El rey por supuesto se apuró en buscar un hijo varón, pero por más que lo intentó, la reina padecía de mala salud y por consecuencia, los abortos fueron frecuentes. Lo que nadie sabía era que la dama de compañía encargada de la bebida de la reina había sido prometida a un primo de Leyan con el compromiso de servir religiosamente las hierbas encomendadas por el galeno de los Luthor.

Cuando la princesa cumplió tres años y la reina aún no lograba superar los 3 meses de embarazo, la incertidumbre y preocupación del monarca, alimentada sagradamente por su chanciller, desencadenó en una paranoia que ordenó la búsqueda y decapitación de todos sus parientes varones restantes. Dos años más tarde, la reina murió en un "accidente de carruaje", que más tarde se supo habría sido su propio esposo quien ordenara deshacerse de ella por su incapacidad para conferirle un heredero. 

Por supuesto el rey se volvió a casar y la nueva reina resultó totalmente "infértil". Desesperado, el rey la excluyó a un castillo en las fronteras y volvió a casarse por tercera vez, rompiendo las normas religiosas y siendo repudiado en sus actos por la iglesia, que veía en el rey un ser perverso y polígamo. 

Por ese mismo tiempo, la seguridad pública y las finanzas llevaban decayendo torpemente, los consejeros y funcionarios acusaban al rey de estar demasiado sumido en la cuestión hereditaria e ignorar sus demás responsabilidades. Incansablemente se repetían historias por tabernas y banquetes, sugestionando y esparciendo rumores que comenzaron a ser de sobra conocidos. Lo que nadie sabía era que todos y cada uno de quienes se quejaban y dejaban caer las cosas eran socios o un ascendido de Leyan Luthor.

Con un rey cuya fama de loco inició con los actos parricidas, reforzados por una mala administración y sepultados posteriormente con el divorcio sin precedentes donde la iglesia le dio la espalda y le acusó de estar poseído, el apodo se extendió como pólvora por los rincones del reino. No fue muy difícil para Leyan hacerse con la popularidad necesaria para adquirir la gracia e incluso lástima de sus pares y quienes alcanzaban a oír su nombre como el pobre desgraciado que aconsejaba a un rey loco que no le hacia caso, y con el cual lamentablemente estaba obligado a convivir.