Jules es una abeja reina de las buenas, se enamora del freak y él es demasiado hermético como para asumir que se ha enamorado de una princesa de secundaria amante del drama
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Narra Jules:
Estábamos saliendo de gimnasia, con Alice éramos de las últimas en los camerinos, nos estábamos duchando, sólo se escuchaba el ruido del agua y de nosotras masajeando nuestro cabello.
Alice salió envuelta en una toalla, yo hice lo mismo, caminamos hasta las bancas donde habíamos dejado nuestra ropa, Alice ya estaba poniéndose sus jeans, y yo no hallaba mi ropa, comencé a buscar desesperadamente por mi bolso, saqué todo lo que tenía, hasta que debajo de la banca encontré trozos de tela, abrí mis ojos como platos, cuando entré toda mi ropa cortada.
— ¡Qué mierda es esto!— solté furiosa, miré a Alice, quien estaba realmente atónita con lo que estaba viendo.
—Oh Jules...— llevó sus manos a la boca.
— Mi ropa...— quería llorar, no se sentía bien esa sensación tampoco sabía realmente quién había sido la responsable. Sabía que le caía como patada en el culo a unas varias de la escuela, pero era únicamente porque no se daban el tiempo de conocerme— Mi jodida ropa— tomé una playera, la que usaba ese día. Estaba llena de hoyo—Mi maldita ropa. ¿Qué diablos haré ahora?— recogía los pedazos, con mi cabello mojado. No tengo nada más...
— Jules, mierda, amiga— Alice me ayudaba a juntar los pedazos— Yo tampoco tengo una mierda. ¿No quieres que llame a Eddie? Pienso que puede estar en la sala de música con Gareth, Jeff y Sue...— Sue, Alice ya lo sabía todo, le conté que ella se había ofrecido para ser la jodida bajista de Corroded Coffin, y a pesar de querer confiar en ella, se me hacía de un mal gusto tremendo el que haya ido a mostrar sus dotes artísticos sin decírmelo, y no es que pidiera permiso, todos somos libres, pero para ella, Eddie es mi novio. No quería sonar como una celópata realmente, así que no daba a conocer mi descontento.
— No quiero molestarlo...—me senté en la banca— ¿por qué estas cosas me pasan a mí?— suspiré— ¿Por qué Dios parece no quererme? ¿Quién podría odiarme tanto como para hacer esto?— solté. Por mi mente pasó Sue, pero ella estaba ensayando con la banda de Eddie, y no quería pensar mal de quien se hacía llamar mi ''amiga''. Frankie Harrington había estado merodeando por ahí, pero ella era imposible, no mataba una sola mosca.
— Vamos Jules, puedo ir donde Eddie — Alice se sentó a mi lado— Quizá él o Sue puedan tener algo, una playera extra o qué se yo. En el peor de los casos, Eddie puede llevarte a casa.
Suspiré, no quería realmente darle problemas, él tenía sus obligaciones para la banda.
...
Me sonrojé cuando lo vi parado frente a mí, yo estaba sólo con la toalla de baño.
— ¿Quién te ha hecho esta mierda?— se sentó a mi lado.
— Pues no lo sé...— tragué saliva— Te juro que no he sentido a nadie por acá— Eddie negaba con la cabeza— Lo siento, no quise sacarte de tu ensayo, pero es que me he quedado sin nada.
