Jules es una abeja reina de las buenas, se enamora del freak y él es demasiado hermético como para asumir que se ha enamorado de una princesa de secundaria amante del drama
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Narra Jules:
— ¡Qué aburrido eres!— le pegué en su hombro—Pensé que estarías feliz de saber que dejé atrás mi pasado—me hice la ofendida.
— Y lo estoy, te juro que lo estoy— Eddie me sonrió—Pero no sé qué otra cosa decirte.
— Vale como sea...— resoplé un poco aburrida.
— Esperabas algo más de mí ¿No es así?— preguntó, me miró de reojo y yo resoplé.
— Ya me has dejado en claro que sólo me he ganado un corto beso en los labios—solté aburrida, Eddie rio.
— ¿O sea que ahora cada cosa que hagas será recompensada por mí?— preguntó divertido.
— Me parece una buena idea...— respondí como si aquello fuera una oferta tentadora. Eddie movía su cabeza, como si estuviera aburrido de lidiar con una chica hormonal— Me colgué a su cuello— Mi intención no es aburrirte, si ya no quieres mis besos sólo dímelo— usé un tono de voz cargado de dramatismo.
— Eres tan dramática...— Eddie soltó divertido, puso sus manos en mis caderas. Yo apreté sus mejillas y me senté en una mesa, atrapé el cuerpo de Eddie con mis piernas y lo dejé cerca mío—¿Este es un tu plan para que te dé un beso?
— ¿Por qué no me das de esos donde mezclas tu lengua con la mía?—Me aferré a su cuello y él pasó su lengua por su labio superior.
— ¿Cuándo pretendes dejar de coquetearme?— Eddie me miraba serio, intentaba ponerse serio, lo sabía— ¿Quedas feliz con uno?
— ¿Y dos?— lo miré con mis ojos casi cerrados, él largó una carcajada. Lo miré fijamente y tomé el cuello de su playera, él dejó esa manera graciosa de mirarme y me tomó de la nuca para besarme, fue un beso como se lo pedí, podía sentir su lengua, sonría mientras lo besaba.
— Estás loca Jules— Eddie soltó en medio del beso—Te aprovechas porque eres linda y tierna, me cuesta mucho decirte que no— Yo sonreí, tomé sus manos y las puse en mis pechos, sentí como los apretó, pero después se retractó porque retiró sus manos— Nos vamos a meter en problemas, no quiero escándalos sexuales, y menos contigo.
— ¿Y cómo anoche me has metido esos dedos largos?— tomé sus dedos y los besé, él los quitó, estaba nervioso, yo me reí.
— Vamos Jules, estábamos solos— Eddie evitaba hacer contacto visual conmigo—¿No vas a pretender que toque sus pechos en plena sala de música?
— Ya disculpa— me bajé de la mesa y caminé hasta la puerta— Nos vemos quien sabe cuándo, malhumorado, aguafiestas— Estaba al borde de abrir la puerta, cuando de pronto, sentí como jaló de mi brazo, me apegó a su cuerpo.
— Estas acostumbrada a tener a todos comiendo de la palma de tu mano—Eddie me miraba con sus ojos oscuros y eso me encantaba—Voy a comerte la boca sólo para que no me vuelvas a decir malhumorado—le sonreí y él estampó sus labios contra los míos, nuevamente sentía su lengua, y sus manos grandes que tocaban mi cintura y el borde de mi playera— ¿Cuándo quieres que sigamos con el trabajo de biología?— preguntó en medio del beso.
