—Podrías preguntarle su nombre, al menos —la joven caminaba lentamente, con ambas manos escondidas dentro de los bolsillos de su sudadera.

—Me da vergüenza.

—Entonces, dilo desde el principio —Cyno sonrió. Poseía una sonrisa gatuna, bastante atractiva, a decir verdad. Aunque, tras una ronda de chistes que daban más asco que los pedos de un perro con diarrea, esa sonrisa perdía todo su atractivo.

—No puedo permitirme dar esa imagen de mí —sus brazos fueron cruzados con falsa confianza sobre su pecho.

—Ya, eres el amigo tonto sinvergüenza —suspiró—. Pues ya que estamos así, deja la vergüenza de lado y cuéntale algún chiste de mierda. Si le hace gracia, tal vez logres algo.

—Sí, que no vuelva a dirigirme la palabra en su vida. Lo sé —la mano derecha de Collei fue directa hacia su cabeza, brindándole una extraña caricia.

—Oye, ¿qué te parece si nos saltamos esta clase? —Cyno negó con su cabeza. Luego, asintió.

—Por favor. No sé qué tendrás tú, pero yo no quiero ir  —Collei sonrió.

—No pasa nada por una hora y media.

Mientras su mejor amiga colocaba el lienzo sobre su caballete, Cyno aprovechó para traer un colchón a su habitación, dejándolo justo al lado de su cama. Como a Collei le gustaba pasar tiempo con su mejor amigo, era normal que se quedase a dormir en su casa algunos viernes (siempre con el permiso de su hermano).

—Tu hermano siempre es muy bueno contigo. ¿Y de verdad le dices que te quedas en casa de un amigo? ¿No hace falta que le mientas? —ella negó con su cabeza.

—Mi hermano me protege mucho, pero también confía en mí —tomó asiento en una silla cercana—. Además, Tighnari sabe mucho sobre ti. Hasta sabe cómo eres físicamente.

—Eso es aterrador. Yo no sé nada sobre él —Collei soltó una carcajada.

—Algún día te lo presentaré.

Hubo algunos minutos de silencio mientras el joven colocaba las sábanas al colchón que había dejado en el suelo. Collei observaba atentamente a través de la ventana, divagando en silencio.

—El otro día estuve hablando con tu ex —Cyno, quien se encontraba de rodillas sobre el colchón, ni siquiera dejó de mirar la almohada que tenía en sus manos—. Parece que han organizado un baile para el festival de abril. Dice que le haría ilusión que fueras a verla.

—Mnn. Puede que vaya —colocó la almohada en su lugar—. También me gustaría hablar con ella. Quiero ver si después de estos años podemos volver a ser amigos, aunque sea.

—¿Por qué no le has escrito? —Collei pensó que tal vez fue por comodidad. Cuando se trata de un asunto medianamente serio, una persona normalmente preferiría hablar las cosas cara a cara. Sin embargo, la respuesta era mucho más simple.

—Se le olvidó desbloquearme.

Su mejor amiga de verdad intentó contener la risa, pero al final no pudo. Cyno fingió haberse molestado y le dio un golpe en la cabeza al acercarse a ella.

—¿En qué necesitas ayuda, simio? —apoyó ambas manos sobre sus rodillas, analizando en silencio el cuadro que Collei había traído. La modelo era Nilou. Estaba seguro al cien por cien.

El verde de mi primavera ♡ CynonariNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ