Todos en el instituto conocen a Chris Cooper, quien es famoso por dejar una estela de corazones rotos cada semana.
Pocos saben quien es Sam, un enigma que deambula descalza por los pasillos.
Para Chris, el amor se ha convertido en un juego, un clich...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
⚠️AVISO DE SPOILER DE LA PELÍCULA MOULINE ROUGE⚠️
Chris
Sam no puede estar más entusiasmada por salir de su casa, del lugar de donde no ha salido en toda su vida, y me alegro de que yo esté aquí para cuidarla. Aunque me preocupa que su padre llegue a descubrir donde realmente está. Gretta se ha echado el cargo de comunicarle al señor Van der Walt que Sam está quedándose con Ada. Por supuesto, Ada está al corriente y me ha asegurado que puede enfrentarse a él en caso de llamada, ni si quiera me atrevo a pensar qué ocurriría si llegara a enterarse. He tenido el permiso de Gretta y con eso me es suficiente. Sin embargo, Sam desconoce todo lo que hay detrás de su salida, para ella lo más importante es que va a viajar por primera vez como soñaba, aunque solo sean unos kilómetros puesto que Forest Hill solo está a once millas de Manhattan, unos cuarenta minutos en transporte público.
La idea es dar un largo paseo durante todo el día de mañana, salir temprano y volver cuando anochezca. Vivimos en Queens y resulta impactante que nunca haya visitado la gran manzana vecina. Pero al fin y al cabo resulta normal si no has tenido una infancia común, ni si quiera ha pisado la playa, no ha tenido de esas barbacoas donde asiste hasta tu primo tercero al que ves una vez cada dos años y mucho menos viajar, aunque sea a la ciudad de al lado. Cuando me habló de ella, mencionó que a veces pensaba en cosas que no iba a hacer nunca, y una de ellas era viajar. Sé que actualmente no puedo llevarla Europa o a cualquier otro estado, pero si ir en transporte público a unas pocas millas es un viaje, aprovecharé cada rincón del estado de Nueva York. Hace unas semanas, vimos una película desarrollada en Manhattan, Sam comentó que le gustaría ver todos esos altos edificios y os podéis imaginar cómo se puso cuando le di la noticia.
Dentro de los planes de viaje, también entra la noche de pijamas (como a ella le gusta llamar) y por supuesto, en viernes noche. Necesitaba salir temprano en dirección a la parada del autobús que nos llevará a la ciudad, y por ello le propuse también que se quedara a dormir en mi casa. Sam no mintió cuando dijo que usa diferentes pijamas durante la semana y su explicación resulta hasta convincente, hoy lleva uno blanco con mariposas color azul, diferente al que usó aquel tras el incidente con Georgina.
Como además de todo nuestro plan de mañana, hoy es viernes noche y eso quiere decir que toca ver una película. Pijamada más cine con mi novia, ¿qué más puedo pedir?
Sam descubrió que consultaba una lista para escoger la película, le expliqué que la había hecho PJ para nosotros y me la cogió prestada. Días después apareció con un calendario hecho a mano con las películas que deberíamos ver cada semana siguiendo la lista, en qué plataforma encontrarlas y con unas normas básicas en caso de que no podamos verla por razones extraordinarias. Lo cierto es que no es necesario, basta con consultarla y listo, pero entiendo que para ella todo se ve mejor con su orden. El calendario está colocado al lado de mi televisor del salón, así ella misma puede saber cual es la película que veremos e incluso buscarla mientras preparo las palomitas.
