Historias Destiel

𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚎𝚕 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚜𝚞𝚌𝚞𝚋𝚘

Advertencia de contenido sexual y lenguaje adulto +18

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Dean Winchester no se consideraba a si mismo como un hombre sujeto a los deseos y necesidades de los demás, pese a ser una persona que luchaba por lo que creía correcto.

Sin embargo, siempre tuvo sus excepciones, personas por los cuales iría y volvería del infierno, el cielo, o incluso el purgatorio con una sonrisa sin dudar.

Era propenso a siempre ceder ante lo que sus seres queridos requerían de él, siempre que estuviera a su alcance, haría todo para brindarles su incondicional apoyo.

Esta vez no era la excepción. Aunque se negaba rotundamente a procesar en profundidad lo que estaba ocurriendo.

Prefería desterrar cualquier tipo de reflexión al respecto, en un cofre muy lejos en su mente, y no pensar.

Apretó un poco la mandíbula, resistiendo lo más que podía mientras cerraba los ojos, procurando no dejarse vencer, ante la calidez y la humedad de la boca que se paseaba experta por su virilidad, de arriba abajo con unos sonidos tan lacivos y sensuales, que pese a tener una gran repertorio de situaciones similares con personas diferentes con los cuales podría comparar, no le resultaban tan atractivos cómo lo era esta persona...

Se relamió los labios inevitablemente mientras sentía sus músculos tensarse y a la vez relajarse, junto a la sangre caliente que corría por sus venas, cómo lava de un volcán siendo tentado...

Dejó caer su cabeza ligeramente hacia atrás, en el respaldo del sillón, mientras paseaba las yemas de sus dedos por el cuero cabelludo, acariciando el cabello negro corto y sedoso, de la persona que estaba alojado entre sus piernas, desordenandolo ligeramente

Mientras este le proporcionaba el más experto y candente sexo oral, que provocaba en el cazador, una deliciosa corriente eléctrica por las terminaciones nerviosas de su piel, que le causaban una explosión de endorfinas y oxitocina...

Tanto placer, parecía embriagarlo de lujuria

—Cas... Hoy estás yendo más profundo...- intentó bromear, con una tenue sonrisa desconcentrada, mientras sentía como su respiración se volvía un poco más errática

No podía evitar cerrar los ojos de vez en cuando, deleitado por las sensaciones concentradas en su entrepierna en ese momento

¿Cuándo había comenzado a disfrutar de todo esto?

Hace aproximadamente dos años, cuando Castiel estuvo un tiempo fuera, había caído en la trampa de un brujo, quien lo hechizó para volverlo un esclavo sexual

Al ser un ángel, el hechizo no tuvo efecto del que el hechicero hubiera querido, y lejos de volverlo un juguete, parecía no haber tenido ningún tipo de repercusión alguna

Confiado en ello, el ser celestial terminó con la vida del brujo en un santiamén.

Pero unos cuantos días después, el ángel comenzó a experimentar sensaciones nuevas...

Jamás había tenido ningún tipo de necesidad humana hasta el momento, se le hacía completamente extraño una creciente urgencia de algo, aunque no tenía ni idea de lo que se trataba

Acudió a Rowena por una explicación, a espalda de los Winchester, con la única intensión de no molestarlos con sus problemas.

Sin embargo la pelirroja no pudo ayudarlo al respecto, ya que el hechizo se había fusionado con su gracia celestial y al parecer ahora Castiel tenía "necesidades"...