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002

[Narra Jinyoung]

A la mañana siguiente volví al local, había menos personas, y justo la mesa del día anterior estaba vacía, aproveche para volver a ocuparla.

No había logrado dejar de pensar en Im Jaebum desde el día anterior que la charla estuvo agradable, al estar en la universidad casi siempre frecuentaba las mismas personas, y conocer a alguien nuevo era, una sensación diferente.

—Un café americano por favor.—

Luego de que me lo entregaran, me acomodé en el asiento cruzando las piernas, algo que siempre hacía, comencé a preparar mis clases en el ordenador, porque iba a comenzar a enseñar materias básicas a niños y estaba realmente entusiasmado por ello.

—¿Puedo?—

Levante la mirada, una sonrisa se formó en mi rostro. Im Jaebum, el misterioso escritor que recientemente conocí, ahí, preguntando si podía sentarse frente a mí.

Su cabello largo un poco despeinado y una camisa desabotonada cerca del cuello. Esa mirada firme y tan profunda, en mi dirección. Cualquiera que lo observara nunca imaginaria que se esconde un escritor dentro de su apariencia tan increíblemente distintiva.

—Sí, claro, que bueno volver a verlo...— dije genuinamente feliz, había estado pensando mucho en qué podría preguntarle a una persona tan interesante.

—Créame, también estoy muy contento de verlo nuevamente...— me dijo, sentía mucha intriga de él, por su forma de hablar, su forma de mirarme, me daba muchísimas dudas y muchísima curiosidad. 

—Un capuchino, por favor— le dijo a la encargada, quien sonriente le tomó la orden mientras él sacaba un sujetador para el cabello de su bolsillo y lo colocaba en el pequeño mechón que colgaba por su frente cuando se inclinaba hacia adelante —Y bien, cuénteme, ¿Cómo le fue ayer? En la universidad...— me preguntó, me sentí increíblemente cómodo con esa pregunta, a veces ya nadie hace esa pregunta luego de que terminas la escuela o ya no vives con tus padres y simplemente te guardas el cómo te fue. 

—La verdad tuve un día muy ocupado, pero valió realmente la pena porque al final me confirmaron que podré enseñar por fin, en una escuela cerca de aquí, y eso me alegra mucho...—

Im Jaebum, mirándome de nuevo de esa forma, con esa sonrisa tan atractiva, tan seguro de sí mismo. ¿Por qué me causa tanta intriga?

—¿Vives por aquí cerca?— me pregunta mientras tomo un sorbo de mi café.

—A dos cuadras, bueno... en realidad no es mi casa, soy compañero de casa de un amigo, es su departamento y... está rentándome una habitación. ¿Y usted Jaebum?—

—No soy de por aquí, recientemente me compré un departamento a unas cuadras, solía vivir a seis horas de esta ciudad, pero algo siempre me llamaba la atención en este pueblo, como si me estuviera llamando, es muy mágico, y por eso vine a trabajar por aquí, encontré una oficina para mi trabajo de administrador y tengo mucho tiempo libre para poder escribir.—

Me quedé maravillado de oír eso, yo crecí en esta ciudad, viví toda mi infancia y adolescencia en casa de mis padres, que está en la misma ciudad pero en una zona muy lejana al campus. Por eso decidí mudarme con Mark, mi mejor amigo, para poder estar más cerca de la universidad. Inmediatamente, pensé que a lo mejor al conocer tanto la ciudad podría ayudar a Im Jaebum con su libro y eso me hizo sentir entusiasmado.