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Charity

Cuando Max lee para mi es...

Solamente me concentro en él, en sus largas pestañas, sus ojos oscuros, su cabello de la misma tonalidad, la barbilla rasurada, sus labios y

Los labios que me hacen sonrojar.

—Princesa...

Escucho la voz de Max a lo lejos y parpadeo, he estado tan pendiente de él, de su postura atractiva mientras lee para mí que no he escuchado las palabras que brotaban sobre sus labios.

Es la tercera noche seguida que me lee y cada día los sentimientos que hay en mí se alimentan, y me pregunto si sé que esto está prohibido cuando debo tener a una persona diferente en mi corazón y cuando él ya tiene a una, porque sigo permitiendo estos encuentros.

Me lastimo a mí misma, pero yo...

Disfruto mucho al menos de tener al menos su compañía.

—Creo que el sueño le impide seguir la lectura. —Max cierra el libro. —La dejare descansar, princesa. Leeré el final mañana.

No pongo quejas y dejo que se marche.



(***)



La siguiente noche Max cierra el libro, finalizando con la lectura.

—El fin. —Agrega con una sonrisa.

—Lo acabaste. —Pronuncio algo decepcionada, porque mis noches con el también acabaron. —Yo..

—¿Desea que prosiga con uno de solo fantasía?

Abro mucho los ojos.

—Me encantaría. —Digo con alegría.



(***)



Los sentimientos que tengo empiezan a consumirme y ya no es solo una atracción como me lo aseguro Max la primera vez, se lo que es, lo que significa que el corazón me lata tan rápido y mi pecho empiece agitarse cuando está cerca de mí.

Niego con la cabeza, sentada sobre mi cama.

Golpean la puerta y sé que es Max, pero prefiero hacerme la dormida esta vez.

Y a la siguiente noche.

Y la siguiente también.



(***)



Es sábado por la noche y el golpe en mi puerta me recuerda sin falta que no ha dejado de venir noche tras noche, por más que lo alejara de mi lado durante toda la semana.

Me trago el nerviosismo y abro la boca. —Adelante.

Max aparece con el libro que debimos empezar cuatros días atrás.

—¿Hoy también se siente indispuesta, princesa? —Y es algo en su mirada de ruego lo que me hace negar.

Mi corazón se agita con este sentimiento que surge y he estado evitando al no verlo, pero de que hace falta verlo o no, me basta con saber que está aquí, caminando por los pasillos del palacio de Alejandría.

Decreto de amor ( #1 Amores en la Realeza)Where stories live. Discover now