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La casa se sentía vacía sin los chicos en ella, Lizbeth y yo tuvimos que quedarnos en Ibiza, por castigo de Watse. Aunque la castigada era yo. 

Luego de cinco, por no decir casi seis meses, Martijn y yo habíamos disfrutado de un momento genuino o real. Probamos los mejores tacos de la isla, según él, luego escuchamos algunos artistas ambulantes y terminamos la noche bailando con un grupo de turistas frente a la playa, al ritmo de música en vivo. Algunas personas lo reconocieron y pidieron fotos que Martijn no impidió, charlamos y en una u otra foto me invitaron a ellos. Pasada la media noche tomamos un taxi hacia el complejo de villas, entramos a la casa intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a los demás, lo cual fue imposible pues en el living estaba Watse esperándonos, bastante enojado. 

La frustración me comió por dentro y decidí no responder a los reclamos que este nos daba a Martijn y a mi, no me gustaba discutir así que con la cabeza baja me dirigí a la habitación. Me cambié en el baño, luego de lavar mi rostro y cepillar mis dientes salí para encontrarme con Martijn, acostado en la cama, ahogando sus gritos con una almohada. Me apoyé en la pared para esperar que se calmara, se oía derrotado y sollozó un par de veces; mi corazón se afligió al verlo en esa situación. 

Varios minutos pasaron hasta que quitó la almohada de su rostro y soltó un suspiro profundo, me acerqué despacio a la cama y pude comprobar que había llorado, sus ojos se habían tornado verdes, aún con lagrimas en ellos que habían disipado cualquier rastro del azul que le caracterizaba. Sin emitir una palabra nos fuimos acercando, hasta quedar envueltos en un abrazo, de esos que te ayudan a mantener unidos los pedacitos de tu corazón. 

La calidez que sentí debía ser provocada por la colcha debajo de nosotros, llenando cada pequeño espacio que el abrazo no podía juntar. El ritmo de su respiración se conectó con el mío y pronto sentí que su ansiedad se desvanecía. Susurré una disculpa, porque después de todo, yo lo había arrastrado esa noche. Me respondió con un beso en la frente, sin romper el abrazo. La paz y el silencio, acompañado de nuestras respiraciones, inundaron la habitación abriendo paso al sueño y descanso, que no tardaron en hacernos ceder. 

A la mañana siguiente, desperté sola, confundida por el dolor en el pecho producto de una esperanza rota. La casa se encontraba en completo silencio y entendí que se habían marchado sin mi. Al llegar al comedor, un ramo de tulipanes llamó mi atención, me acerqué y a su lado había una nota. 

" Kay, lamento que tenga que irme luego de regalarme la mejor noche de mi vida en mucho tiempo. Mereces un descanso de todo esto y sobre todo de la presencia de Watse, podré manejarlo y a lo mejor, cuando regresemos, ya no estará de mal humor. En nuestra primera cita dijiste que amabas los tulipanes, espero te agraden. Es mi forma de agradecerte por estos meses de locura. Te veré pronto.

— Martijn"

Sonreí al terminar de leerla y la acerqué a mi pecho por instinto, era un detalle demasiado especial para mí. Volví a la habitación por mi teléfono para enviarle un mensaje, que seguramente vería al bajar del avión. Regresé por el ramo y me dirigí hacía la piscina, lo coloqué a mi lado mientras sumergía mis pies en el agua. Pasé toda la mañana entre la piscina y el pequeño patio hasta que llegó Lizbeth. Había acompañado a los chicos al aeropuerto y luego fue al super, por comida para nosotras. 

Todo el fin de semana fue increíble, conocí mucho de ella, así como ella de mí. Las charlas llegaron hasta la madrugada y el sueño nos golpeaba en los sillones del living, para el día de hoy ya habíamos decidido volver a usar las habitaciones, porque el dolor de espalda era incomodo. 

— Quisiera comprarlo todo— dijo Lizbeth, largando un suspiro en medio del pasillo de la tienda de muebles. Necesitábamos amoblar una habitación y convertirla en un mini estudio, así como otros para el patio, por lo que Martijn había confiado en nosotras para realizar las compras. 

F A K E|| Martin Garrix||Where stories live. Discover now