Cenizas de un amor - Ereri (adaptación)

CAPÍTULO 30

Eren cierra la puerta detrás suyo y ve desde su lugar a Levi sentado a la orilla de la cama viendo la pantalla de su celular. Se acerca a él y se sienta a su lado.

Quedan en silencio.

Eren se quita los lentes y los deja en sus manos, trata de acomodar las palabras en su mente.

―Levi...―Llama con cuidado, el menor le da una mirada rápida y vuelve la mirada a su celular.―Levi, ¿Por qué te fuiste de la nada? ¿No te gustó la manera en la que se disculparon o algo? Yo puedo decírselos, ellos entenderán.

Levi aplana sus labios y finalmente aleja el celular de su vista. Gira su rostro para verlo.―No es eso.

―¿Entonces qué es?―Pasa saliva y se arma de valor para posar una mano en su muslo.―Sé que has estado muy ocupado estos días, o hasta creo que evitándome y por eso no hemos hablado mucho, pero sabes que si algo te está molestando puedes hablar conmigo.

En sus ojos puede ver el cariño, la preocupación, el sentimiento cálido que los une y al mismo tiempo los mantiene alejados, porque el amor no es suficiente para unir sus piezas dispersas en el mar de sus emociones.

Una relación no es una terapia.

―Habla conmigo, por favor. Hablemos como esposos.

¿Qué tanto ha cambiado Eren?

Levi ahora lo puede ver.

Eren era tosco al comienzo, era poco cariñoso, aunque siempre hacía caso a todo lo que le decía sin peros. Eren con el paso de los meses abrió más su corazón a él, más sensible y más cariñoso también.

―¿Realmente quieres saberlo? ¿Quieres que sea honesto y te diga que es lo que me molesta, Eren?

El hombre no duda.―Quiero saberlo todo.

Levi asiente y coloca su mano encima de la contraria, sintiendo el frío de su anillo de bodas en la palma de su mano.

―Escuché tu conversación con Isabel.

En ese momento presencia como los ojos de Eren se abren de más y sus pupilas tiemblan cuando se da cuenta a qué se refiere.

No he amado ni amaré a nadie como la amé a ella.

Ese doloroso sentimiento vuelve otra vez cuando presencia el rostro lastimoso de Levi.

Culpa que lo consume.

―Levi...

―Eren, si tú en verdad quisiste decir eso, significa que t-tu no me amas como yo a ti...―Su voz tiembla por los nervios que lo sacuden.

El momento es tenso, es duro, pero Levi no llora, no suelta ni una sola lágrima.

―Levi ¿Insinúas que no te amo?

―Eso es lo que siento, sí.―Su mirada es fría cuando lo ve.

Eren se apresura a negar con la cabeza.―Dios no, claro que te amo... es solo que ha sido difícil para mí empezar nuevamente luego de Mina.―Explica viéndolo a los ojos. Deja sus lentes caer al suelo y toma sus manos.―Te amo diferente...

―¿A qué te refieres?

Eren boquea un momento sin saber que decir, porque realmente ni él sabía a qué se refería. Tiene un remolino en su corazón y una tormenta en su mente.

Busca una respuesta en los ojos grises de Levi.

―Porque no puedo...

―¿No puedes?