CAPÍTULO 5

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―¿Estás seguro?

―Sabes que siempre ha sido así. Jean es mi mejor amigo, debo acompañarlo.

Levi sabía que Eren era como la mano derecha de Jean en los negocios de la compañía. Mientras su hermano era llamado el Monstruo de los negocios, Eren era esa parte que lo ayudaba en las decisiones difíciles y sostenía a Jean cuando las cosas iban mal. Eran un gran equipo y Levi lo sabía.

―Tienes razón, lo sé amor.―Dejó un beso en sus labios y terminó de hacerle el nudo de la corbata con un último movimiento.

Levi siempre lo ayudaba a alistarse por las mañanas cuando debían ir al trabajo.

―Gracias.―Dijo Eren mirando el rostro preocupado de su esposo.―Levi, te prometo que no será más de una semana. Es solo un viaje de negocios, será rápido, ¿Sí? Además es solo una vez al año.―Acarició su mejilla como se le hacía costumbre.

―Sí, pero aun así... Nunca habías estado afuera tanto tiempo.―Lo abrazó pegando su mejilla al torso del más alto.―Sé que estarás bien al lado de Jean, él es muy bueno, te aprecia mucho y tienen muy buena seguridad.

―¿Entonces de qué se trata?―Respiró el olor refrescante del cabello del pelinegro y rodeó su cintura con cariño.

―Me dejarás solo con los niños, y sabes que no tenemos la mejor relación.

―Tranquilo, los gemelos te quieren mucho. Falco e Isabel son adolescentes, pasan mucho tiempo en sus habitaciones, y tú estarás en el trabajo. ¿Por qué te preocupas?

―Hm...―Alzó el rostro y se miraron. ―Sí, tienes razón... No creo que nada malo pase si no estás unos cuántos días.

Levi pasaba la mayoría de su tiempo libre junto a Eren. Realizaban diversos tipos de actividades como ver alguna película, serie, pero ningún programa porque no les gustaban. Preparar la comida juntos, leer en su habitación cada quién por separado un par de libros y sin duda alguna, amaban dar sus pequeños paseos por las tardes cuando tenían tiempo, y de vez en cuando sacaban también a los niños.

Ambos estaban felices con eso, y no era dependencia, porque Levi también gustaba de salir con Mikasa y sus colegas a beber, y Eren gustaba de pasar tiempo con Jean discutiendo de política y cosas absurdas con un par de bebidas sin alcohol a la mano.

―Aún así, hablaré con ellos antes de irme para que sepan que tú estarás al mando, y deben obedecerte... aunque sea difícil que ellos obedezcan algo.―Apretó su agarre con cuidado y plantó un beso en su frente.―Pero también necesito que tú te portes bien, o te castigaré, ¿Entendiste?

Levi se separó de él entre risas contagiando a su esposo.―Ah, que original eres Eren.―Dijo con sarcasmo. Se dio media vuelta para verse en el espejo de cuerpo completo que venía incluido en el gran armario de la habitación.

―Lo digo enserio.―Dijo mientras se colocaba los zapatos.

―Sí, claro.―Lo observó con las cejas alzadas.―¿Me traerás algo de China, verdad?―Eren rápidamente asintió sin negarlo, no podía decirle no.―Ahora apresúrate o llegaremos tarde.

Eren lo miró confundido. Levi pensó Otra vez se le olvidó...

―¡Los niños! ¡No los desperté!

El pelinegro bostezó viendo como su esposo salía corriendo de la habitación y pronto a sus pasos se le sumaron otros dos que seguramente eran los gemelos listos para empezar su día. Poco después se le sumaron dos pares muy perezosos, eran Falco e Iabel.

―¡Papá, llegaremos tarde otra vez! ¡No nos despertaste!

―Silencio jovencita y ayúdame a alistar a tus hermanos.

Cenizas de un amor - Ereri (adaptación)Onde histórias criam vida. Descubra agora