La Tiranía de la Rosa Roja II

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Las clases resultaron ser más familiares de lo que creía y realmente no necesitaban de algún elemento mágico en particular para poder entenderlas y participar en clase. Alquimia era muy parecido a química, Historia se explicaba por sí misma y las clases de Educación Física solo requerían equilibrio para montar la escoba.

Hiroko siempre fue una alumna destacable, por lo que no le sería difícil hacer lo mismo allí considerando lo parecidas que eran las clases con las que tomaba en su mundo. Iban entonces camino a su siguiente clase, que era Idioma Animal, pero Grim terminó por escaparse y Hiroko hizo un trato con Ace y Deuce para que le ayudaran a atraparlo. Realmente Grim podía ser muy problemático.

—Incluso si son aburridas, si no asistes, no serás el gran mago que quieres ser. A veces para ser el mejor hay que hacer cosas que no quieres —dijo la chica regañando a su compañero felino.

—¡No me mandonees!

La hora del almuerzo finalmente había llegado. La última clase había sido un reto para ella, ya que el Idioma Animal no era algo que pudiera entender en realidad y no tenía la capacidad para entenderlo aunque quisiera, así que dependería de Grim para esa clase en particular, aunque el felino no estaba del todo dispuesto a colaborar, pese a que ellos dos fueron inscritos como un mismo alumno.

Ella suspiró, la cuenta tenía que correr de su propio bolsillo con lo poco que Crowley le daba para su estadía en el colegio. Hiroko por sí misma no tenía nada, así que dependía de Crowley para cualquier cosa que necesitara, ya que era lo más cercano que tenía a un tutor.

La muchacha se separó de su grupo, contando el dinero que le dio Crowley para ver si era suficiente como para llevar lo que Ace y Deuce le habían pedido antes como recompensa por ayudarla y lo que Grim le había pedido. Incluso si ella no podía comer nada, cumpliría su parte del trato y alimentaría a su compañero felino. Podría aguantar el hambre.

Sus pasos se detuvieron de pronto para no chocar con la persona que salía de la fila. Sus ojos castaños se encontraron con unos ojos azul grisáceo detrás de los cristales de unos lentes, que pertenecían a un chico de cabello plateado, con mirada calculadora y sonrisa maliciosa.

—Disculpa —dijo Hiroko, haciendo reverencia sutil por inercia.

La reverencia era parte de la etiqueta básica de Japón, por lo cual podría parecer un poco extraño para las personas de Twisted Wonderland. Trató de ignorar las miradas curiosas que le dieron algunos estudiantes, ya que no le gusta atraer la atención hacia ella.

—Deberías ser más cuidadoso. No querríamos que tengas un accidente —dijo el peliplata.

—Eh... Fue algo raro que te hiciera una reverencia. Qué persona tan divertida~

La japonesa alzó la mirada, viendo como aquel chico se alejaba en compañía de gemelos, dándole lugar a ser la siguiente en la fila. Fue un alivio no haberlos hecho enojar, pues lo que menos quería era volver a meterse en problemas. Entonces ordenó la comida y, como si el destino ignorara sus deseos, por accidente Grim terminó molestando a un trío de chicos, quienes querían tomar la comida del felino, ya que Grim había "arruinado" su almuerzo.

—Fue un accidente, no es necesario discutir por eso —dijo la chica tratando de calmar la situación.

Sin embargo, el trío de matones parecía querer problemas con ellos, incluso si se intentaba racionalizar. Terminaron metiéndose en una pelea, pelea que ganaron Deuce, Ace y Grim. Aunque ella tratara de evitar los problemas, el solo hecho de juntarse con aquel trío iba a atraerlos de todos modos.

Mientras almorzaban, notaron al chico de aquella mañana, quien parecía estar en una faceta diferente cuando no se encontraba en el dormitorio. Parecía más agradable y relajado que cuando lo conocieron en el jardín. El chico de cabello naranja venía acompañado de un chico con cabello verde y lentes de marco grueso, quien se presentó como Trey.

Un Retorcido Cuento de Hadas [Twisted Wonderland x OC]Kde žijí příběhy. Začni objevovat