La calma antes de la tormenta

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Ella estaba convencida que la mejor opción era hacer una transferencia de dormitorio. Hiroko no tendría problemas en acogerlos como parte de Ramshackle, pero el orgullo de Ace y Deuce les había llevado a escoger batirse a duelo. Ya había una fecha estimada y en un par de días se llevaría a cabo el duelo de forma oficial. Mientras tanto, los días y las clases pasaban como de costumbre. Había bastante tensión y la noticia de que alguien había retado a Riddle Rosehearts a un duelo se propagó rápidamente.

Aquella tarde, Hiroko había decidido alejarse un poco del problemático trío con el que solía juntarse. Tener algo de soledad y calma le era necesario. Querí tener tiempo para sí misma, para pensar, reflexionar y dejar de preocuparse por meterse en problemas gracias a Ace, Deuce y Grim.

Se encontraba en un área boscosa del campus, asegurándose que no fuese una zona muy concurrida para poder estar sola. Había llevado su arco y sus flechas consigo para practicar. Incluso cuando no estaba segura si volvería a su mundo pronto –o si alguna vez volvería–, quería seguir practicando. El kyūdo realmente le apasionaba desde que era muy pequeña, después de todo ella misma le había pedido a su abuelo el que la entrenara en la disciplina de la arquería.

La muchacha había marcado varios objetivos en la zona, siendo específicamente algunos frutos en las ramas de los árboles y algunos hoyos que se había asegurado no fueran nidos u hogares de algún animal.

Su primero objetivo fue una piña en un árbol de pinos. A penas era el brote de una y podía parecer un objetivo difícil para un novato, pero pare Hiroko era objetivo fácil, después de todo había practicado kyūdo desde que tenía 7 años.

Poco a poco acomodó la flecha, extendiendo su brazo junto a la cuerda poco a poco. Armonizaba su cuerpo y su mente, concentrándose en el objetivo y ambos ojos abiertos. Respiraba con suavidad y, al soltar la flecha, la punta atravesó de manera limpia su objetivo.

Entonces el sonido del cuero chocando, como el aplauso de manos enguantadas, llegó a los oídos de la chica, quien volteó hacia la fuente del sonido dando un respingo. De entre los árboles salió un joven de cabellera rubia y ojos verdes, que portaba una túnica color morado vibrante y un sombrero a juego.

—Oh, trés magnifique! Ese ha sido un tiro impecable y maravilloso —dijo el rubio mientras miraba en la dirección donde la flecha había quedado clavada, antes de que los ojos verdes se dirigieran a la fémina.

Hiroko lo reconoció de la cafetería, cuando habían hecho un ligero contacto visual. Él estaba sonriéndole con emoción reflejada en su mirada verde.

—Pardonne moi. No fue mi intención interrumpirla, mademoiselle, más no puedo evitar que mis ojos la sigan donde sea que la encuentre. Su belleza me dejó cautivado desde la primera vez que posé mis ojos sobre usted —expresó de manera teatral— Y ahora, el verla manejar el arco con tanta destreza, solo ha logrado que me sienta más intrigado y quiera saber más de usted.

Hiroko no dijo nada, solamente miró al excéntrico rubio ladeando la cabeza. No esperaba cruzarse con alguien en esa zona del campus, pero había quedado confundida por las cosas había dicho siendo la primera vez que cruzaban palabras.

—Oh, pero qué maleducado de mi parte el no haberme presentado antes. Mi nombre es Rook Hunt y estoy a sus órdenes, mademoiselle —El rubio tomó la mano de la joven para dar un beso en su dorso de forma caballeresca.

La japonesa notó su intensa mirada verde asomándose por los bordes de su sombrero, sonriendo levemente contra la piel de su mano. A los pocos segundos, Rook se reincorporó en el suelo, aún sosteniendo la mano femenina.

—Yo me llamo Hiroko Tachibana.

—¡Hiroko! ¡Oh, qué nombre tan hermoso! Pronunciar su nombre es como miel en el paladar —Rook se llevó una mano al pecho, aunque él ya sabía su nombre de antemano.

Un Retorcido Cuento de Hadas [Twisted Wonderland x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora