La Tiranía de la Rosa Roja III

163 20 8
                                    

Sin magia fue bastante complicado el pelar las castañas. Al menos ella había terminado con algunas heridas en las manos debido a las púas de la cáscara. Para Grim, Deuce y Trey era más sencillo, y podía notar lo irritado que estaba Ace debido a su falta de magia.

Fue un arduo trabajo y necesitaron más ingredientes para la crema de castañas, así que ella, Grim y Deuce terminaron por ir a la tienda del campus. La tienda tenía variedad de cosas, desde las más simples y mundanas, hasta los elementos mágicos más refinados que se le pudieran ofrecer a los estudiantes.

Las bolsas eran algo pesadas, pero Hiroko mantenía el agarre firme entre sus brazos de algunas de las compras.

—Todo eso parece un poco pesado. Puedo ayudarte a llevarlo. Tengo un truco para las cargas pesadas —dijo Deuce de manera caballerosa.

—¿Ah sí? Creo que puedo hacerlo por mi cuenta, pero me gustaría saber cuál es el truco.

—No es problema ayudarte. Mi mamá solía comprar mucho en las rebajas y eso significaba llevar mucho peso. Como soy el único hombre de la casa, tengo que hacer el trabajo pesado– Ah. Lo lamento. No quise monopolizar la charla.

—Por favor, continúa. Es lindo que hables con tanto cariño de tu mamá. Seguro la cuidas mucho —dijo Hiroko enternecida por las palabras de Deuce.

Era lindo saber que fuera tan sensible y buen hijo para cuidar de su mamá. Hasta hace unos pocos años, Hiroko no había podido pasar el tiempo con su madre y entendía el sentimiento de querer cuidarla y ayudarle.

—La verdad es que– ¡Ouch!

Alguien tropezando contra ellos hizo que las bolsas se cayeran.

— ¡Los huevos están destrozados! —exclamó  Deuce al ver la clara goteando de la bolsa.

Hiroko entonces reconoció a los chicos de antes en la cafetería ¿de nuevo venían a molestar? Mientras Deuce se levantaba y pedía a aquellos delincuentes reembolsar lo destrozado, ella trató de ver si había algunos huevos que estuvieran enteros para mantenerlos a salvo.

—Deja eso. Te estás manchando de huevo —regañó Grim.

—No se puede desperdiciar lo que aún sirve —dijo con calma la muchacha.

La personalidad de Deuce pareció cambiar de pronto, casi le recordaba a cómo actuaban esos bravucones. Su forma de hablar y sus expresiones eran completamente diferentes al Deuce educado y amable que conocía.

—Deuce...

Una vez más se vieron envueltos en una pelea con aquellos matones, siendo Deuce quien se encargó de aquel par. Ella no podía ayudar mucho, por lo cual se quedó cuidando de las compras.

—¡Este tipo está loco!

—Vámonos.

El par se había ido aterrado tras que Deuce los hubiera derrotado.

—¡Cada que comas huevos, recuerda disculparte cien veces! —Les gritó el joven de cabello azul.

—Wao... —murmuró Hiroko.

Pronto Deuce se tensó y mostró una expresión horrorizada, puesto a que Hirko había presenciado su faceta de matón en ese momento. Estaba muy apenado, pues no quería dar esa imagen, sino mostrarse como un estudiante modelo.

Fue cuando Deuce les contó que antes era ese típico matón que se metía en problemas. Le sorprendió un poco saberlo, pero de alguna manera sentía que Deuce tenía eso en él. Esos pequeños cambios sutiles de vez en cuando eran una pista obvia, pero era difícil de imaginar con el Deuce que ella conocía.

Un Retorcido Cuento de Hadas [Twisted Wonderland x OC]Where stories live. Discover now