Seduciendo Un Alfa |NamJin|

39: El principio del fin.

SeokJin alzó la mirada, abrió la boca y se quedó momentáneamente en blanco.

—¿Estás orgulloso de mí...?

Una sensación extraña se asentó en su pecho cuando se encontró con los ojos del alfa; lo miraba fijamente, su expresión intensa y cálida, después se inclinó y depositó un beso suave en la frente de SeokJin.

—No tienes que parecer tan sorprendido. Te esforzaste y estoy orgulloso de ti. Es tan simple como eso —NamJoon le aclaró, genuinamente orgulloso de su trabajo—. Además, me alegra pensar que ahora podrás descansar y comer mejor.

Los labios de SeokJin se curvaron en una sonrisa temblorosa y después enterró su rostro en el cuello del alfa.

No era un sentimental. Nunca lo había sido. Sin embargo, escuchar a NamJoon decir que estaba orgulloso de él le hizo sentir como uno, y no sabía por qué le hizo sentir tan enternecido y afligido, no era la primera vez que alguien le decía estas palabras, pero NamJoon simplemente lo logró. Se sintió demasiado emocional, y quizás el alfa no era consciente de lo mucho que eso significaba para él, pero aun así lo abrazó con fuerza.

—Me hace feliz que estés orgulloso de mí, Joonie.

NamJoon suspiró suavemente y le dio unas palmaditas reconfortantes en la cabeza.

—¿Estás llorando?

—No, no soy tan emocional —SeokJin se rió con la voz un poco ahogada. Aunque estaba conmovido y quizás un poco sensible, se necesitaba mucho más para provocarle el llanto—. Por cierto, habrá una fiesta con todo el personal y el elenco para celebrar la finalización de las grabaciones. Puedo invitar a mis amigos y familiares. Quiero que vayas oficialmente como mi prometido.

—No esperaba asistir como un amigo —NamJoon comentó con ironía—. Soy tu prometido, muy pronto tu marido, y ya no hay necesidad de ocultarlo.

NamJoon se apartó un poco y agarró la secadora para continuar. El cabello de SeokJin, que ya estaba casi seco, se encontraba alborotado. El alfa lo peinó hacia los lados con sus dedos y secó un poco más sus raíces.

—¿Sabes qué? —SeokJin acarició el pecho del hombre y lo miró por debajo de sus pestañas—. También quiero que me des un regalo especial.

—¿Un regalo especial? —NamJoon inclinó la cabeza con curiosidad y humor—. Tendré que ser creativo y pensar en algo.

—También quiero que me lleves a comer carne a la parrilla — SeokJin añadió con una sonrisa traviesa.

Esta vez, NamJoon arqueó una ceja al escucharlo.

—¿No te preocupa que sea demasiado grasoso? Pensé que estabas haciendo dieta.

SeokJin hizo una mueca de desdén. Aunque todavía tenía que evitar comer demasiadas calorías, ya que naturalmente necesitaba mantenerse en forma, tampoco tenía que inhibirse de comer todo lo que se le antojara una vez que terminaran las grabaciones; por lo tanto, iba a comer muchas cosas que había evitado hasta ahora.

—No importa, quiero comer carne a la parrilla —él enfatizó cruzándose brazos—. Por supuesto, tiene que ser carne de buena calidad.

—Entonces te llevaré a un excelente restaurante de carnes para celebrar. ¿Hay algo más que su majestad desee? —NamJoon preguntó con un tono mordaz.

SeokJin puso un dedo en su barbilla, fingiendo pensarlo seriamente.

—Hmm, déjame ver... Ah, sí. Quiero que me des más besos antes de irte —pidió, dándole una sonrisa adorable—. Muchos besos. Dos por cada hora que no nos veremos.