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Chan se había ido tarde esa noche, al día siguiente debía hacer algo por lo que Minho no pregunto porque había dicho que se quedaría, pero se había sorprendido en la comodidad que le había entregado el estar acompañado.

Habían estado juntos, cenado luego y cuando Chan se tuvo que ir el alfa beso sus labios y no su frente, como estaba acostumbrado. Era incluso extraño que Chan tomase la iniciativa de los besos, siempre era él.
Porque cuando Chan lo hacía él terminaba sonrojado y no era fan de eso.

Le agradaba el respeto de Chan, todo lo que Chan respeto durante meses hasta ahora, siempre dejándole la alternativa, apoyándolo, dandole su espacio, sin apresurarlo.

Durante el fin de semana todo había sido calmo, excepto que a Minho se le ocurrió la idea de que Chan se quedase el domingo, para irse juntos el lunes. Así que ahi estaba, esperando a Chan mientras jugaba con un aparato movil con el felino pequeño. Debía admitir que le hacía bastante bien la compañía del pequeño animal. Incluso solía hablarle como si le entendiera.

Escucho las llaves en la puerta y no basto más para saber que el alfa ya había llegado, le había dicho que no tocase.

Venía con un bolso pequeño y su mochila.
Se acerco luego de cerrar la puerta y Minho acepto cuando se reclino hacía él para dejar un pequeño beso en su frente. — ¿Cómo estás?

— Bien, jugando con él.— Chan sonrió, acariciando al animal.

— El martes es el partido, ¿iras?.— Ladeo la cabeza. Mirando a Chan.— El de volley.

— ¿Martes?.— Sus ojos se abrieron. ¿Tan rápido habían pasado los días, se sintió un poco mal porque finalmente no se había quedado a las practicas del alfa. Asintió. Chan sentándose a su lado.— Ire, guárdame lugar para el partido.

Rodó los ojos cuando Chan jugueteo, como niño pequeño que recibe un regalo.— Hay algo más esta semana.

Ladeo el rostro. Ahora si que no tenía idea.— ¿Qué fecha...— Sus ojos se abrieron, sintio el aire en su garganta y el pánico.— Faltan días para tu cumpleaños.

Chan asintió pese a que no fue pregunta. Minho realmente se pregunto a si mismo si acaso estaba sordo o había faltado a clases porque el cumpleaños de Chan siempre le recuerda lo popular que es, todo el mundo habla de su cumpleaños, de la fiesta que hacen, etc. Así que era imposible olvidarlo. También Chan lo había mencionado en algún momento.

— Hipotéticamente, ¿Qué te gustaría recibir de regalo?.— Chan rodó los ojos. — No me juzgues, dije hipotéticamente.

— Tampoco es que necesite algo, Minho.— Bufó. No le servía esa respuesta.

— Harán una fiesta por eso, ¿No?.— El alfa asintió.

— ¿Iras?.— Fue su turno de negar, Chan alego. — ¿Por qué? No puedes faltar a la fiesta de cumpleaños de tu casi algo.

Rió. Tenía que ser broma.

— Aunque fuéramos pareja no iría, no me siento cómodo ya sabes... hay.— Suspiró antes de continuar. Mordiendo su mejilla.— Hay gente con la que ahora menos que nunca debería relacionarme, después de todo nadie sabe que estamos jun-

Se calló. Ambos se miraron y Chan alzó las cejas, completando la frase con tono de burla.— ¿Estamos juntos?

Mordió su lengua. Ignorando las burlas del alfa.— Sabes a lo que me refiero.— Golpeó el hombro de Chan para que le prestase atención nuevamente.— No creo que ninguno quiera ver como coquetean con el otro.

— Si lo pones así...

Casi ríe al ver el cambio en el semblante del pelinegro. Ambos eran "populares" Chan por ser perfecto y Minho por no serlo. Así que ambos eran buscados, al alfa lo buscaban porque deseaban que se interesara en esa persona -o bien por sexo, Chan también era guapo.- Y al omega solo lo buscaban por lo segundo.
No era mucha ciencia.

om(e)g(a) !! banginhoWhere stories live. Discover now