Soy de otro mundo

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Era un manojo de nervios. No tenía idea de qué me diría.
Reanudamos nuestra caminata al centro comercial. Pero yo estaba muy tensa y silenciosa, algo poco común en mi.
Era demasiado curiosa y no media las consecuencias,lo sabía.

- Relájate - dijo mientras caminaba a mi lado - no soy un asesino ni un maniático,ni nada malo. Dije que nunca te lastimaría.

- Eso no puedes asegurarlo - murmuré - hay muchas formas de lastimar a una persona.

- No soy una persona - admitió.

- Si lo eres,te estoy viendo.

-¿Que lugar es éste?- preguntó cambiando el tema.

- Un centro comercial. Aquí encuentras ropa, aparatos... Algunas cosas que son para entretenimiento.

- Si todavía quieres ayudarme puedes llevarme de regreso, me siento algo agobiado.

Le miré. No le entendí. Se veía algo pálido.

- Yo... Déjame comprar unas cosas y nos regresamos.

Lo vi respirar profundo.

- Quería saber lo que sentías en todo momento y no pude bloquear los pensamientos más débiles.

No le entendí ni jota.

¡Este hombre si que era contradictorio!

- Puedo leer tus pensamientos si me lo propongo,pero hacerlo con tantas emociones en este lugar...

- Ah... ¿Me espías? - dije en broma pero sonó como molestia.

- Si. Tengo miedo de que me delates.

- Regresemos a casa, creo que puedo postergar mi compra.

- Dame un segundo - dijo mientras sacaba un pequeño cubo de metal.

No sé que sucedió. Pero en menos de dos segundos estábamos en casa.

-¿Pero qué...?

- Debes saber quién soy y cuál es mi misión - dijo Kal.

- Me dijiste que te dejaron.

- Mi hermano y yo somos de un mundo lejano, venimos a investigar...

-¿Cómo puede ser? ¡Pareces un humano! ¿Estás jugando conmigo?

- Vamos a tu habitación - dijo Kal.

-¿Quieres deshacerte de mi?

- Hay algo que quiero que veas.

Me jalo a mi habitación, con suavidad, pero algo de fuerza. Eso no me sorprendió.

- No puedo mostrarte mi apariencia completa,pero sé que notaste mis ojos.

- Ah... ¿Eso no fue mi imaginación? - pregunté más para mí.

Sus ojos cambiaron a color violeta.Su cabello se volvió más negro.

- Tengo la apariencia de un chico de la Tierra - admitió Kal - y mi nombre es Kalejtik.

- Kal está bien - dije perdida en sus ojos.
¿Y qué más daba si no era de éste mundo? ¡Me lo comería como un caramelo lentamente!

Kal me veía sorprendido. Y algo incómodo.
Y luego me sonrió. Una sonrisa sincera, sin malicia.

- Quiero que seas mi guía en todos los sentidos - dijo Kal de manera directa.

-¿Qué?

Muchas cosas me cruzaron por la cabeza. La última fue que me convertiría en la mujer de un extraterrestre.
Tenía miedo. Pero a la vez emoción. Y ambas cosas chocaron. Y al final lo que ganó fue la emoción.

Me desmayé. No pude con tantos pensamientos en la cabeza. Cómo decimos en mi país natal " se me cruzaron los cables".

Abrí los ojos y pensé que me había dejado.

Y Kal se acercó a mí,estaba sentado a mi lado.

- Fue demasiado - susurró Kal - no debí decirlo así.

- Eso explica porque te comportas raro.

- Estudie los elementos básicos de tu cultura, pero veo que hay variaciones.

-¿Que quieres de mi como guía?

- Muéstrame cómo es tu mundo.

-¿Me vas a salir con que necesitas que yo te de un hijo?

-¿Qué? No, no me atraes sexualmente - dijo con tranquilidad - quiero que me ayudes a encontrar a mi hermano.

- Si es como tú...

- Saldré un poco, regresaré más tarde - dijo incómodo.

¿Que rayos le pasaba ?

¡Que más da si es un extraterrestre!

Me quedé sola pensando en tonterías.

Ahora sabía porqué me sentía tan atraída a él... Era su aura diferente, el que era un ser de otro mundo. Y yo caí redondita, fui atraída como si él fuera un imán y yo de metal.

Y en como me molestaba que él admitiera que no le atraía sexualmente.

Apreté un vaso por mis divagaciones, lo rompí y me lastimé.

-¿Que te pasa Marga?- dijo una voz conocida.

- Eres tú hermano - dije desconcertada.

Aún seguía perdida, sin poder creer lo que me dijo y sin embargo yo le creia. Y el mayor problema que tenía era que él no me consideraba digna de ser su pareja.

¡Por Dios que era una estúpida!

Me reí como idiota unos segundos por lo que pensé de mi.

- Ten más cuidado - dijo mi hermano sin notar mi estado.

Me ayudó a limpiar la herida y vendó mi mano.

- Vine a bañarme, regreso al trabajo.

-¿Te irás toda la semana? - pregunté algo asustada.

- Si. Tenía que cambiarme la ropa,además me llevaré dos cambios de ropa para dos días.

- Es mucho tiempo sola - comenté algo perdida.

- Solo una semana.

- Nuestros padres siempre están de viaje.

- Deberías aprovechar para encontrar un trabajo - dijo mi hermano.

- Se lo que debo hacer Héctor, no me apresures.

- No habrá más dinero hasta que yo regrese - dijo mi hermano.

- Sobreviviré - mentí.

- Entonces te dejo. Y ten cuidado. No vayas a hacer una tontería.

-¿Cómo casarme?

- Cómo salir con algún chico y...

- ¡Ni lo digas! Además parece que a ningún chico le gustó.

- Aún así sé prudente y piensa en lo que harás - dijo a modo de advertencia.

- Te dije que no salgo con nadie.

- Yo lo dudo - dijo mi hermano mirando los trastes limpios.

Había olvidado lavarlos, pero Kal lo hizo por mi.

¿Que haría respecto a Kal?

Si le ayudaba se iría de mi planeta.

Suspiré. Tenía mis dudas de muchas cosas.

Sólo una la tenía completamente clara : Kal me gustaba mucho.

Mi Chico Extraterrestre Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon