Preguntas extrañas

153 11 3
                                    

Al hacer las compras comencé a cuestionarme muchas cosas, la principal como fue que accedí tan rápido.
¿O es que yo quería hacerle algo más?
Mentiría si no dijera que era muy atractivo.
Abrí la puerta con calma y notando lo silencioso que estaba todo. Deje las compras en la cocina y noté que mi habitación estaba abierta.
¿Era un pervertido mirando mis cosas o un ladrón?

Entre con precaución y lo ví sentado frente a mi computadora.
Se veía pensativo.

No recordaba haberla encendido.

-¿Esa eres tú?- me preguntó mientras me mostraba una vieja foto enterrada en una red social.

- Si,fue hace siglos - dije sin darle importancia.

-¿Ustedes viven tantos años?- dijo sorprendido.

-¿Qué?¡No! Es una expresión. ¿De dónde vienes?- quise saber.

Era una fotografía de hace diez años,yo tenía once años. Y tenía amigos.

Aún los tenía,pero yo me había distanciado.

- Pues... - el comenzó a decir nervioso.

- Me imaginaba que no eras de estos lares. Supongo que eres extranjero - dije mientras me acercaba a Kal tanto que sentía el calor que irradiaba.

- Algo me dice que debo besarte - dijo mientras él parpadeaba como si estuviera confundido.

En un segundo rompió la burbuja del romanticismo.

- No gracias - dije mientras lo empujaba a un costado.

¿Que demonios había sido eso?

Una parte de mi estaba molesta. La otra quería reírse de él con nervios estúpidos.

Comence a cerrar todas las ventanas abiertas en la computadora.

-¿Qué tanto hacías?- dije algo enojada.

- Buscaba a mi hermano - dijo de pronto.

- Creí que buscabas a tus amigos.

- Pensé que si te decía la verdad no me ayudarías.

-¿Porque te dejo tu hermano?

- Nosotros tenemos diferentes puntos de vista.

- Vaya, tu hermano... ¿Cómo es?

- Es difícil de encontrar - dijo sin verme.

De verdad que me impacientaba que fuera así.

-¿Algo que sepas sobre el? - pregunté perdiendo la paciencia.

- Bueno,para empezar es impredecible.

- No es mucho y tampoco ayuda - murmuré impaciente.

Mi estómago gruñó y el me sonrió.

- Vamos a comer. Hablamos de eso después - dije tratando de olvidar mi enojo.

Nos sentamos a comer. Le prepare huevo con jamón y el comenzó a comer con las manos.

- Vaya, si que tienes hambre.

-¿De dónde viene ésta comida?

- No soy muy buena cocinando,pero al menos podré alimentarte por un rato.

Comenzó a hacer preguntas extrañas, cómo de dónde venía tal cosa. Cómo se fabricaba.

- Creo que hay unos programas sobre eso...

-¿Podemos salir?

- Si claro. Pero... Tu ropa...

-¿Estoy mal con las costumbres?

- Puedo buscarte una camisa prestada de mi hermano - dije sonriendo - y un pantalón.

- Bien, cómo quieras.

Terminamos el desayuno y le tome ropa prestada a mi hermano.

- Ten, cambiate - le dije - en mi habitación mientras yo...

Y comenzó a desnudarse frente a mí.

Me gire por instinto, no sin antes ver su pecho desnudo.

-¡Ay, que calor !- murmuré.

- Lo siento... Es que estoy acostumbrado a mi hermano - dijo tratando de parecer avergonzado.

Me encerré en mi habitación para bajar mis pensamientos a algo más... Calmado.

¿Que edad tendría? Se veía joven.

Me gustaba su cabello castaño, sus ojos verdes... Todo era tan apetecible...

Trague saliva y me relami los labios.

¡Era una pervertida!

- Piensa en cosas feas... - dije cerrando los ojos.

Por alguna razón Carlos me vino a la mente.

-¿Podemos salir?

Kal estaba frente a mi.

- Deberías de respetar mi espacio personal - dije frunciendo la ceja.

- Oh. Lo siento - dijo dando dos pasos hacia atrás.

- Vamos pues,tengo que ir a comprar unas cosas.

El centro comercial estaba a diez minutos caminando.

Ambos continuamos en silencio hasta que yo tuve curiosidad y no pude más.

Y me detuve a pocos pasos de llegar.

-¿Quién eres Kal?- dije más con curiosidad que una orden.

En medio de la calle,mientras las personas pasaban. Obvio nadie nos prestaba atención.

- Soy de otro mundo - respondió.

- Pregunté quién eres no qué.

- Mar, tienes algo que me causa mucha curiosidad - admitió.

-¿Porqué yo?

- Estabas en el momento correcto.

- Más bien estaba en el lugar incorrecto - dije con tristeza.

-¿Cómo puedo arrancar esa tristeza?- dijo directo.

- Eso no importa. ¿Porque ayudarme?¿Porque molestarte?

- No lo sé. Hay algo en ti que me atrae cuál magnetismo - dijo sinceramente.

- Vaya...

Y me besó de imprevisto.

Fue un beso fugaz y extraño.

- Quería saber...- murmuró.

-¿Es que nunca has besado a una chica?

Su silencio me confirmó lo que temia.

¡Si que esté chico no dejaba de sorprenderme!

- Debería de irme,no es bueno que me quedé contigo - dijo Kal sin verme.

-¿Es que yo te causo incomodidad?

- Pues... No creo que lo entiendas.

- Trata de explicarlo - le pedí.

- No. Creo que debo alejarme de ti - dijo Kal.

Comenzó a caminar lejos de mi y no pude evitar ser impulsiva con lo que hice a continuación.

-¡No sabía que yo te desagradaba tanto!- grite ofendida.

Regreso conmigo a las prisas y se detuvo muy cerca de mí.

-¿Así que quieres toda la verdad?- dijo sonriendo con algo de malicia - ¿Estás dispuesta a saberlo todo?

-¡Si!- dije emocionada.

- Pero antes quiero que me muestres tu lugar de reunión - dijo serio.

- Ah... Si... Vamos - dije sin procesar lo que me dijo.

Sabía que conforme pasará el tiempo me pondría más nerviosa.

¡Sabía que él ocultaba algo!

¿Estaba enterrando un cadáver en la nada y por eso lo encontré?

El pánico comenzó a invadirme.

Mi Chico Extraterrestre Where stories live. Discover now