Lejos de ti

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Me desperté sin él a mi lado.
No pude evitar sentirme mal, olvidada. Usada y vacía.
Pero él dijo algo que dolió aún más. Me amaba.

Me metí a bañar para tratar de ahogarme. Lloré por unos minutos sin dejar de pensar en él.

Estaba por cerrar la llave cuando una voz me asustó al abrir la cortina de la regadera.

-¡Oh por favor, cubrete!- estalló Nerek.

-¿Pero qué...? ¡Con un carajo Nerek!- grité enojada.

- Tienes un buen cuerpo,pero no me atraes para nada - dijo Nerek con descaro y sin dejar de verme.

-¡Sal ahora mismo!- le grité.

- Te lo dije - gritó Héctor algo lejos.

Cerré la llave y me cubrí con una toalla.

-¿Qué carajos te pasa Nerek?- dije enojada.

- Debes venir. Tienes que recibir a tu hijo.

- No. Para eso está Kalejtik - dije con dolor.

- Se fue. Atendió una llamada de emergencia de nuestro planeta - dijo Nerek.

-¿Y que quieres de mi? - pregunté con frustración.

- El bebé debe... Tener alguien que lo cuide.

- Si claro... Cómo tú - dije al ver a Héctor con su hija.

- Deben ser responsables - dijo Héctor - vamos,yo te ayudo.

- Está bien - dije resignada - ambos fuera de mi habitación.

- Creí que mi hermano podía entrar libremente - murmuró Nerek.

- Kal tiene prohibido verme - dije mientras azotaba la puerta.

Me vestí con prisa,porque sentía la necesidad de estar con  Marcus.

- Vamos - dije tomando mis llaves y mi teléfono.

- No te preocupes,tomé unos días - dijo Héctor - después de lo que pasó con...

Se silencio al ver a Nerek.

- Bueno,me preocupa más lo que le diremos a mis padres - dije suspirando.

- Supongo que si él estuviera aquí sería más fácil - dijo Héctor.

- ¿Cuánto le falta?- cambié el tema.

- Veinte minutos - contestó Nerek.

- Anda,usa esa maravillosa habilidad - dije a Nerek - no tenemos tiempo qué perder.

- Dos bebés para cuidar... ¿De verdad podrás?- preguntó Héctor.

-¿Cuánto tardará en regresar Kal?- quise saber.

No quería formular la pregunta,pero era necesaria.

- Tal vez un año. No lo sé. Depende la ruta que use.

- Tengo que hablar algunas cosas contigo Nerek.

- Primero vamos por mi sobrino - dijo Nerek.

Esa habilidad era asombrosa. Muy práctica.

Kal había usado un artefacto extraño la primera vez, pero después lo hacían con total naturalidad.

Todo lo que hacían era extraño e inusual para mí. Algún día le preguntaría.

- Nunca me dijiste que eras pediatra - dije a mi hermano.

Nerek nos llevó a su departamento.

Entramos a otra habitación, una que no recordaba haber visto.

- Bueno... Creí que no te interesaba mi trabajo - dijo Héctor - y que pensabas en otras cosas.

-¿Quién es Carlos? - preguntó Nerek.

- Eso deberías preguntarle a Kal - dije mientras me acercaba a la cápsula.

El latido del corazón del bebé se aceleró.

- Parece que extraña a Kal - dijo Nerek.

- Estoy lista - dije mientras pensaba que todo eso era algo loco.

- Bien. Entonces necesitaré ropa - dijo mi hermano.

- Llevaré a la niña a dormir - dijo Nerek - y ahí te daré las cosas.

- Me quedaré con él. Cualquier cosa los llamo.

- Lo sabré - dijo Nerek - tengo una débil conexión con él.

- Oh.

Me quedé sola con él. Noté que tenía un contador de tiempo. Retrocedía y estaba por llegar a cinco minutos.

- Estaremos bien - dije mientras pensaba en Kal.

No debí alejarlo. Debí preguntar. Saber toda la verdad.

El contador bajó de golpe y la cápsula comenzó a drenarse.

- Ay no... ¿Ahora qué hice?

- No pasa nada. Él quiere salir - dijo Nerek - ahora... Debes esperar a que se retire la cápsula...

- Qué rayos...

La cápsula estaba en forma horizontal, con el bebé cómodo.

La cápsula termino de drenarse y luego se abrió.

Lo tomé entre mis manos y comenzó a llorar.

- Espera... Hay que cortar el cordón - dijo Nerek ayudando.

El bebé lloró aún más fuerte.

- Debes envolverlo en una toalla - dijo Nerek mientras me daba una - llamaré a tu hermano.

Su cabello era escaso. Sus ojos estaban cerrados y se calmó en cuanto lo acune en mis brazos.

- Ay Mark... Estamos nosotros dos contra todos - murmuré.

-¿Qué hay de mi?- dijo Nerek.

- Apenas si puedes con tu alma - se burló Héctor.

-¿Está bien? - pregunté asustada

Kal me habría ayudado con el bebé.
Sentía una punzada de dolor y enojo hacia el,porque prefirió irse que apoyarme.

- Teniendo en cuenta que es mitad extraterrestre... Diría que si - dijo Héctor.

- Vaya... Ahora tengo una gran responsabilidad - dije suspirando.

Lo extrañaba tanto.

¿Él sabría lo que me pasaba?
¿Y que con la mentada Unión?

Muchas preguntas y ninguna respuesta.

- No te preocupes, nosotros te apoyaremos - dijo Héctor mientras revisaba a mi bebé.

Mi Chico Extraterrestre Where stories live. Discover now