Mi Chico Extraterrestre

24.Rose

Ese mismo día adelantaron el parto.
Kal estaba nervioso.
Nerek y Héctor se encargaron de las pruebas, mientras la colega de Héctor me revisaba.

- Tienes unas marcas muy peculiares - dijo al ver mis piernas.

Yo estaba en una camilla, preparada para cualquier cosa.

- Debe ser el intercambio entre las dos - murmuré.

- Comenzó la dilatación... Debe nacer en menos de una hora.

-¿Vas a recibirla?

- Sí. No quiero a ninguno de los dos cerca - dijo la colega de mi hermano.

Pero las cosas no siempre son cómo se cree.
Kal entró sin permiso.

- Estás sufriendo - dijo Kal.

- Estoy bien. Son las contracciones.

- Ella quiere nacer - dijo Kal - está ayudando con el proceso.

-¿Puedes decirle algo?

- Tal vez pueda... Sincronizar a las dos.

Kal se me acercó y tocó mi vientre. Cerró los ojos y una patada me asustó.

- Estará bien - dijo Kal - puedo ayudar a las dos.

Kal ayudó más de lo qué esperaba.
Nuestra hija nació media hora después.

- Necesita una transfusión de sangre - dijo la colega de mi hermano.

- Toma la mía - dijo Kal - debemos ser compatibles.

Miré a los dos algo perdida.

-¿De cuándo a acá somos compatibles?- le cuestioné.

- Desde que tú me salvaste. De hecho, biológicamente somos más compatibles de lo qué crees - dijo Kal.

Héctor se llevó a mi bebé,mientras que Nerek preparó a Kal.
El cansancio me ganó.

- ¡Mamá!

- Kal...

- Mar...

Desperté algo perdida.
Kal estaba a mi lado.

- Estuvo cerca - dijo Kal - es peligroso qué nosotros... No debemos tener más hijos.

-¿Éso significa qué no quieres más hijos?

- No estamos listos para otro susto.

- Entiendo. No deseas seguir conmigo.

- Lo siento. No quiero perderte - dijo Kal - pero no es lo qué dije. Nunca te alejaría.

Kal me abrazó.

- Encontraremos la manera - dijo Kal - y podremos estar juntos.

Maldición,yo tenía miedo de perderlo en cualquier momento.
En los siguientes días se prepararon para recibir a los nuevos visitantes.
Yo me mantuve alejada,junto con nuestros hijos.

Héctor ayudó en la llegada de los visitantes y pronto se dieron cuenta de la relación de Kal conmigo, ésto por leer la mente de mi hermano y qué ambos pelearon sin discreción unas semanas después.

Kal entró algo asustado con Héctor detrás.

-¿Qué pasa?- dije al verlos nerviosos.

Terminaba de vestir a Rose y esperaba darle de comer cuándo ellos se me acercaron.

-¿Puedes con los dos?- dijo Héctor.

- Está dormido, por eso bañé a Rose.

- Pues... Creo qué tendremos visitas - dijo Héctor.