Reino Infernal [+21]

22. Family Demectrei?

❤️‍🔥

AMUNET ROMAN

Pasan tres días, tres lunas...

Es el día, el que por más que evite ya me está cayendo encima por la responsabilidad que me exige.

Aliso mi vestido rojizo, mis manos sudorosas encontrando la tela suave que cargo puesta y que es un martirio a la vez, porque me hace sentir que doy pasos cortos por la manera en la que termina el vestido, y parece embotellar mi cuerpo para dejarlo apretado, y no es que sea de tallas grandes, pero tengo suficiente muslos como para llegar a sentirlo incómodo.

La ansiedad me carcome y mi prometido encuentra la manera de cómo calmarme, han pasado tres días desde que convertí a los Hell en mis prisioneros, y esos días han servido para llevar las cosas a mi manera, y en cierta parte me he logrado llevar mejor con Eros, hemos encontrado nuestra manera de relacionarnos, incluso con el trabajo.

El escote en "V" me hace sentir descubierta y busco concentrar mi mente en otra cosa, pero no puedo cuando sé que hay más de veinte personas mirándome, entre ellos están mi familia, la de Eros, Azael, Darla, mis damas y oh, los guardias que le robé a Asmodeo, que por cierto —me odian—, pero no es nada de que asombrarse.

Me centro en el trono, poniéndome erguida para dar la noticia finalmente; algunos rumores han sonado entre el personal del reino, pero no es nada confirmado, algunos piensan que es mentira, otros ya saben que sí es verdad.

Es mi turno de aclarar si es verdad o no.

Sí, soy la prometida de Eros Demectrei. Y tras el anuncio que daré, sé que no podré remediar esto, o incluso arrepentirme, porque cuando estos temas políticos y legales se revelan, no hay forma de cambiarlos aun si el mundo se está cayendo.

Por ende, si lo anuncio, no habrá vuelta atrás.

No dudes, Amunet.

—Buenas noches —Saludo cordial antes que todo, al sentarme siento que me pesa hasta la corona de diamantes rojos que cargo puesta—. Hace días hemos presentado problemas en la frontera, han habido robos, escasez en las tierras infernales y se aproxima una guerra, donde se ameritan dos reyes que tengan la capacidad de manejar esta situación. Por ello, me place anunciar que me casaré con Eros Demectrei en tres lunas para unir poder y lograr solucionar este problema.

Eros me sostiene la mano al estar levantado a mi lado, con su traje blanco contrastando mi vestido rojizo. Muestro mi anillo, y él de inmediato besa mis nudillos para calmar la intranquilidad que intenta ocultar.

Siento los ojos clavados y las bocas cerradas, expectantes, no se que esperan y cuando me siento más ansiosa de lo normal finalmente escucho aplausos resonar entre las personas de la sala, y después de ello más de diez personas se apresuran a felicitarnos, pero eso no es lo que me importa.

Fue sencillo. Fue fácil.

Espero que la boda también lo sea.

Afrodita y Ares se encargan de clavarme los ojos que parecen ser tan filosos que duelen. Al parecer no le caigo bien a mis suegros, qué desgracia.

—Es hora de presentarlos —Se dirige Eros conmigo, yendo directamente con su familia—. Mi prometida, Amunet Roman.

Afrodita alza sus ojos para verme y... Por la madre de todos los demonios, protegeme. Es hermosa, perfecta, divina, no encuentro palabras para definir la energía, y la belleza que se carga, no me da ni tiempo de ver a su esposo porque lo que roba toda mi atención es ella; el como mueve su cabello dorado, como sonríe un poco, o como sus ojos claros recorren todo mi rostro.