Please Dont Forget Me ||Thomas Brodie-Sangster||Zombies|| t.b.s

six

Las calles estaban infestadas de humo y de gente gritando como loca, gente loca y gente muerta. Había de todo y yo aun no lograba entender nada.

Papa seguía con Lina en los brazos, mientras corríamos logre ver que ella se movía muy poco como un bebe recién nacido.

En cierto momento una mujer cayo frente a nosotros y comenzaron a devorarla con velocidad, los movimientos de aquellas personas eran bruscos, rápidos y violentos. Timothy cayo al suelo y no hubo mucho tiempo de pensar así que lo cargue y seguimos corriendo con mas fuerza. Mis piernas se sentían como gelatina y al pisar mis talones me dolían por culpa de las botas que llevaba, también era de resaltar que correr con jeans no era nada cómodo, no me daba tanta libertad como habría deseado.

No lograba comprender porque papa tenia armas y mas o menos tenia una idea de que hacer y allí estoy y yo y el resto de la población, confundidos sin saber que hacer. Yo dejaba que instintos me controlaran ya que yo no tenia la menor idea de que hacer. Tim estaba llorando en mi oído y eso me rompía el corazón pero no podía hacer nada en ese momento.

Detrás de mi caían personas y gritaban por ayuda, la policía llego. Pero en ese momento no había diferencia entre los muertos y los vivos, disparaban y dejaban que las balas volaran hacia donde quisieran.

Tim se junto mas a mi por el miedo sentía su pequeño corazón latir como el de su hámster el cual también seguía aquí y por eso Tim guardaba cierta distancia, para no lastimarlo. Se me hacia tan noble y tierno que mi hermano trajera a su pequeño compañero que debía reconocer que Tim tiene un gran corazón.

Comencé a correr con mas fuerza pero Tim me restaba fuerza pero si lo dejaba a el solo me arriesgaba a a)que se perdiera b)que le dispararan c)perderme.

Mordí mi lengua para no gritar porque hacer tanta fuerza en mi cuerpo dolía, pero gracias al cielo tenia condición por mis clases de natación y de no ser así ya estaría muerta.

Un policía que llevaba un uniforme negro y una mascara antigás del mismo color me apunto a mi y a Tim, gemí por el terror que sentí recorrer con fuerza mi espina dorsal, el hombre levanto su arma, apuntando a mi cabeza y sentí que todo mi mundo se iba a caer, apenas iba a luchar y ya iba a morir. Que suerte.

Cuando mi padre le disparo al policía abrí mi boca con miedo y terror, Tim lloro mas fuerte en mi oído y mire con horror a mi padre. Que con su pistola me había indicado que lo siguiera y así lo hice.

—Tara, tenemos que llegar a ese edificio.—Me susurro al oído ya que no podía escuchar nada que no fueran gritos o gruñidos, trague saliva con dificultad y asentí con mi cabeza.—Yo iré detrás de ti.—Me dijo y yo de nuevo asentí con mi cabeza, comencé a correr con Tim moviéndose de arriba hacia abajo por el movimiento, tuve que saltar sobre uno de esos bastardos que estaban en el suelo mas de una vez, tuve que golpearlos con el codo también pero cuando llegamos al edificio mi padre sabia que hacer, yo iba detrás de el y veía todos sus movimientos mientras yo temblaba por el miedo, mi padre entro por una clase de entrada secreta y nos indico que entráramos allí, al estar allí todo tenia cierto tono azul por la oscuridad y la luz de la luna, los escritorios y muebles estaban fuera de su lugar, había sangre, tierra y por supuesto, los bastardos.

Papa no pareció inmutarse cuando con un cuchillo de carnicero corto el cuello de muchos de ellos, me parecía increíble que no le doliera el alma hacerlo. Yo no me creo capaz de asesinar a alguien. Bueno, no me creía capaz.

Papa con sus manos temblorosas dejo a Lina en uno de los sillones de la sala de espera del segundo piso, subir las escaleras fue un infierno pero ahora estamos un poco mas relajados dentro de lo que cabe. Mi papa se giro hacia nosotros y se me acerco.

—Tara, quiero que te escondas allí con Timothy, no salgan hasta que yo llegue, ¿si?—Me pregunto con una voz silenciosa mientras señalaba una clase de armario bastante amplio. Camine con cuidado hacia el con Tim a mi lado y fruncí mi ceño por el pútrido olor que había allí, primero entro Tim y luego yo, muy a penas cabíamos los dos, se ve mas grande de lo que parece.

—¿Y tu?—Le pregunte con los ojos bien abiertos y el ceño fruncido, estaba recuperando mi respiración mientras Tim lloraba entre el hueco de mi cuello y tomaba mi mano con la suya. Papá no me respondió y comenzó a buscar algo en su mochila.—Papá.—Le dije con un preocupación y molestia, desde aquí se escuchaban los gritos y explosiones que habían abajo, nadie nos había seguido y eso era algo muy bueno.—Papá, no te vas a ir.—Ordene de una manera dura mientras me iba a poner de pie que fue algo difícil pero aun así intente hacerlo.

—Tara, quédate aquí con Timothy, no quiero que salgan, yo volveré. Necesito que curen a Lina.—Dijo y nos miro con ese semblante de preocupación y miedo, con sudor y sangre en su rostro al igual que en su ropa, su respiración irregulada y su mano derecha temblaba.—Volveré, no salgan hasta que yo llegue, iré a buscar un doctor para Lina.—Dijo y me miro de una manera tan dura que me vi obligada a sentarme de nuevo mientras miraba incrédula a mi padre, parecía que sabia que hacer y que estaba cuerdo, pero mencionaba a Lina y parecía todo un loco, Lina estaba muerta y era difícil de creer.

Me acurruque a un lado de Tim ya que estaba haciendo bastante frio, note que aqui arriba no habia tanto humo como haya abajo pero aun habia un poco, papa me entrego una 22 y yo la tome con mi temblorosa mano, lo mire con miedo y el suspiro.

—Los amo.—Dijo y cerro la puerta delante de nosotros, por unos pequeños espacios lograba ver donde estábamos y logre ver a mi papa que se alejaba poco a poco, estábamos en un armario donde guardaban cosas de oficina ya que a mi lado había una caja de marcadores por lo que logre ver, la poca luz que había apenas se filtraba allí, hacia frío y bastante. Enfrente de donde estábamos había un escritorio volteado y enfrente de ese había otro de la misma manera, todos estaban o movidos o volteados, había papeles y muchas mierdas así esparcidas por todo el piso, había un olor pútrido muy fuerte, mire el arma que tenia en mi mano, no sabia como usarla.

—Tengo miedo Tara.—Susurro Tim a mi oído con una voz rota y temerosa, lo abrace con mi mano libre y lo junte mucho a mi costado, logre ver la punta de la nariz de su hámster asomarse un par de veces pero no se salía, hasta su mascota tenia miedo.

—Si yo estoy viva, nada ni nadie te va a lastimar nunca.—Le susurre mientras tomaba una larga respiración y tomaba con mas fuerza el arma y cerraba mis ojos con fuerza. No entendía nada. Estaba recapitulando todo en mi cabeza, me sentí mareada y aturdida.

Ya nada era igual.