¿Que pasa si un dia todo lo que llegaste a querer desaparece? ¿Que pasa si tu mundo muere poco a poco? Y lo peor, ¿qué pasa si mueres con el?
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Cuando regrese a casa, estaba demasiado agotada por la clase de natación pero el baño tibio que me di en las duchas de la escuela ayudo a que mi cuerpo se relajara un poco y pudiera rendir un poco mas.
Pase por Timothy y juntos nos dirigimos de nuevo a casa, el me contó sobre lo que había aprendido y yo escuchaba atentamente a mi hermano quien movía mucho los brazos y abría los ojos cuando contaba algo que le gustara mucho, sin lugar a duda escuchar de nuevo a Timothy es uno de mis mayores deseos en este momento.
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Ibamos caminando y al cruzar la calle me fije en ambos lados para ver si venia un auto y así será, el auto de Maggie una vecina de unos cincuenta años mas o menos pero iba bastante lejos y mi hermano y yo a cruzar así que le indique que caminara, pero Maggie acelero y parecía que lo hizo a todo lo que pudo, mi corazón se acelero y no reaccione casi a tiempo, tome a Timothy y me tire al suelo con fuerza, casi fuimos atropellados por una vecina loca.
Intente regular mi respiración y vi que las mochilas de ambos estaban el suelo y nuestros útiles regados por todos lados, Tim y yo teníamos la ropa sucia y las rodillas raspadas, Tim estaba en estado de shock y yo mas que todo estaba enfurecida.
Cuando me levante para confrontar a Maggie ella estaba pálida, sus ojos estaban rojos como si se hubiera drogado y las venas que resaltaban en su frente eran un color verde pantano, arrugue mi frente por el miedo e inseguridad que sentí en ese momento. Esta mujer no estaba bien y yo lo sabia perfectamente bien.
—Tim.—Dije de una manera rápida y sigilosa, indicándole a mi hermano de que se levantara rápido y así lo hizo, tomo con fuerza mi mano y me habría gustado poder tomar las mochilas, pero Maggie se bajo de su camioneta y parecía ebria pero no podía, no podía estar ebria. Fruncí mi ceño y abrí mucho mis ojos, sintiendo como mis manos sudaban y mi corazón se aceleraba, si, tuve miedo en ese momento y era un miedo real. Maggie soltó un alarido como un animal a punto de morir y fue suficiente para que Timothy y yo comenzáramos a correr rápidamente hasta la casa, sin fijarnos en nada mas que el camino, mi corazón y mi mente estaban apunto de colapsar.
Al llegar a casa con brutalidad golpee la puerta ya que casi caigo al subir el ultimo escalón, abrí la puerta a duras penas ya que mi mano temblaba mucho y no lograba introducir la llave en la cerradura a duras penas y entramos rápidamente, cerré la puerta con fuerza detrás mía y puse seguro. Entre en un estado de pánico y me altere mucho. Estaba asustada.
Al estar por completo en la casa ambos nos miramos rápidamente y yo intente regular mi respiración. Tome tres respiraciones profundas y mire a Tim que tenía la mirada en un punto fijo y el ceño fruncido, di unos cuantos pasos hacia el y con mi mano alborote su cabello, el me miro y le dedique una pequeña sonrisa. Mi hermano no se puede preocupar por eso y yo seré quien lo evite.
—¿Porque no vas arriba?–Le pregunte y la pregunta era una clase de orden, lo dije mas bien para que subiera y yo pudiera llamar a papa. Timothy asintió con la cabeza resignado y subió las escaleras con la cabeza gacha. Tome un largo suspiro y camine hasta el teléfono de casa, lo tome en mis manos y marque el numero de mi padre. Espere un poco y al final contesto casi cuando iba a bajar el teléfono de mi oído.
—¿Pa?—Pregunte y hubo un silencio, arrugue la frente y espere a que contestara.
—¿Si, Tara?—Pregunto por el otro lado, había un poco de interferencia y su voz se escuchaba un tanto robótica, sorbí mi nariz y apoye todo mi peso en una pierna. Su voz se escuchaba lejana. Apagada.
—¿Ya vienen hacia la casa?—Pregunte de una forma impaciente y mire con cierto temor la puerta principal, cerré por un momento mis ojos y de nuevo, de nuevo vi a Maggie. Maldita sea.
—¿Que dices cielo?—Pregunto y escuche una clase de ruidos que me hicieron separar un poco el teléfono de mi oído.
—¿Ya vienen hacia la casa?—Repetí la de nuevo la pregunta.
