Seguiré a tu lado ·Will y tú·

Capítulo 9 Parte 2 El reencuentro

DOS DÍAS DESPUÉS

Vecna lo había conseguido, no había servido de nada el plan, finalmente pudo hacer lo que tenía planeado. Cuatro enormes portales se habían conectado en el centro de Hawkins haciendo uno único en forma de cruz.

Muchas casas habían sido destruidas, quemadas, mucha gente había muerto, también había demasiados heridos, el resto optaron por irse de allí cuanto antes, un hilo de coches atascaba las carreteras para huir de ese lugar antes de morir.

Aún no habían podido cortar los incendios, aún había gente atrapada en sus propias casas. Hawkins ya no era un hogar.

-"Aún no han pasado ni 48 horas desde que un terremoto de magnitud 7'4 sacudiera la idílica ciudad de Hawkins, a 130 Kilómetros de Indianápolis. Este fenómeno es, según los sismólogos, "un desastre natural de una escala sin apenas precedentes" hay un total de 22 víctimas mortales, pero con cientos de personas en los hospitales y muchos desaparecidos, cabe esperar que la cifra aumente. No es la única tragedia que ha vivido esta ciudad antaño segura. Recientemente, varios estudiantes fueron asesinados en rituales de sacrificio vinculados a una secta satánica local, conocida como Fuego Infernal, Eddie Munson, el líder de dicha secta y principal sospechoso, está en paradero desconocido y se da por muerto, pero esto es un flaco consuelo para los vecinos, que están asustados, enfadados y necesitan respuestas ¿Por qué su ciudad? ¿Qué han hecho para merecer tantas desgracias? Muchos creen que hay un vínculo entre estas dos tragedias y que los asesinatos abrieron una puerta entre mundos. Una puerta, según dice, al mismísimo infierno"- sonaba la televisión de fondo a pesar de que nadie estaba viéndola.

_____ y Steve estaban en la casa, pero en sus habitaciones, metiendo algunos recuerdos en cajas, una forma de caridad para toda la gente, para sus vecinos del pueblo.

Era la primera noche que pudo dormir, pero su cabeza no paraba de rebobinar lo que había pasado aquella noche, su cara, su sangre...

-¿_____? He encontrado esto de cuando me la dejó, creo que deberías tenerla tú mejor que yo...- su hermano tocó la puerta de su habitación y entrando, le extendió el chaleco que Eddie solía llevar.

-Gracias...- no le podía ver a la cara, sus pestañas aún le pesaban, tenía los ojos hinchados de tanto llorar. La sujetó con fuerza y la abrazó. No sabía si ponérsela, no le importaba que estuviera sucia, llena de sangre y sudor de Steve o a saber, pero lo que de verdad le importaba era si ella podía ser digna de llevarla. Le dio la vuelta para mirar la espalda. Tenía pegado un diseño de una camiseta de un grupo de música. Soltó la chaqueta un cuidado en su cama y sacó un casete para ponerlo en su cuarto de fondo, suficiente silencio por hoy.

Empezó a sonar "Rainbow In the Dark" de Dio. Le subió la voz lo máximo que pudo, puede que, si se concentraba en la letra de la canción, dejaría de pensar en aquello, pero todo le recordaba a él.

-¡Suena bien!- le gritó su hermano desde la habitación de al lado.

-Eso es porque son geniales- le contestó con una pequeña sonrisa en su rostro a pesar de que no la viera.

Cogió unos juguetes viejos y entró en la otra habitación -¿Debería...?-

-¡No me lo puedo creer! ¿Los tenías tú?- gritó asombrado cogiendo uno de los dos peluches -Pero si es Pelusín- lo subió cual bebé. Ella se apoyó en el marco de la puerta abrazando al suyo, se llamaba Achuchón. El de Steve era un conejo peludo marrón claro, ya le faltaba un botón como ojo, pero el de ella estaba un poquito más cuidado, era un perro blanco y negro, lo llamaba así porque cada vez que estaba triste lo abrazaba -Ni de coña vas a dar esto a nadie, es mío- puso cara de corderito como el niño pequeño que creció con él.