La primera vez.

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-Wow ¿cómo lo has hecho?- preguntó Taylor asombrada.

-Yo... no sabía que otra cosa hacer...- dije nerviosa.

Lauren escuchó la voz de Taylor y me abrazó cogiéndome por la cintura.

-Dile que se vaya, por favor- me dijo apenas sin voz al oído.

-Mmm Taylor, está bien, yo me encargo de ella ¿sí?- le dije amablemente.

Ella asintió tristemente como si ya supiera que se lo iba a decir. Luego se fue, y Lauren se separó de mi sin soltar mi cintura y me miró.

-Siento haberte despertado- dijo haciendo una mueca.

-¿Estás mejor?- le pregunté apartando un mechón de pelo que tapaba su ojo. Asintió levemente.

-Gracias- dijo.- ¿Duermes conmigo?- preguntó haciendo un puchero adorable.

-Claro- sonreí.

Nos tumbamos en la cama de costado mirándonos, ella puso su brazo sobre mi cintura.

-¿Quieres hablar de ello?- le pregunté susurrando.

-Tuve una pesadilla con Emma- hizo una mueca- siempre que me pasa no puedo ver a Taylor, por eso de que eran gemelas...- sonrió amargamente.

Me acerqué más a ella y me abrazó fuerte. Un rato después su respiración se volvió regular y vi que se había quedado dormida, luego yo también me dormí.

 LAUREN.

 Abrí lentamente los ojos y vi a Camila mirándome fijamente, tenía una expresión adorable con las cejas un poco fruncidas y los labios muy juntos, parecía pensativa y preocupada a la vez.

-Das miedo haciendo eso- dije mirándola.

Se encogió de hombros- ¿Estás bien?- preguntó acariciando mi mejilla.

-¿Cómo es posible que te veas perfecta incluso nada más despertar?- pregunté mirándola con adoración.

-No has contestado a mi pregunta.- dijo seria.

-Sí, estoy bien- mentí, nunca me encontraba bien después de una pesadilla de esas. Hacía bastante que no las tenía, principalmente porque no dormía, pero cuando dormía con Camila, no tenía pesadillas ni malos pensamientos, eso nunca antes me había pasado.

-¿Seguro?- preguntó con desconfianza acercándose más a mi.

-Igual con un beso puedo estar un poco mejor- sugerí inocentemente.

Se acercó a mi y besó mi mejilla suavemente, se apartó y sonrió. Sin decir nada más tiré de ella para colocarla arriba de mi y junté mis labios con los suyos. Mordí levemente su labio inferior y abrió su boca para dar paso a mi lengua, cuando nuestras lenguas se juntaron fue increíble, cada beso con Camila era mejor que el anterior. Se escucharon golpes fuera de la habitación y dejamos de besarnos pero no dejé que se apartara de mí.

-Lauren- gritó Chris desde fuera intentando abrir la puerta, pero no se podía porque desde fuera solo se podían abrir con la llave, Camila entró porque le di una copia de la llave y luego dejó la puerta abierta, así entró Taylor.- Maldita puerta- seguía intentado abrirla- Lauren!- volvió a gritar- oye que Tay está preocupada por ti, dijo a ver si estabas bien ¿estás bien?- dijo gritando.

-Sí, Chris- le grité para ver si se iba- pero estoy cansada así que dormiré un rato más.

-¿Está Camila contigo?- preguntó a través de la puerta.

-No, ella se fue después de que me durmiera- mentí.

-Está bien- hubo un breve silencio y pensé que se había ido, pero no, volvió a hablar- ¿Lauren?.

-¿Qué pasa?- pregunté exasperada apoyando la cabeza fuertemente contra la almohada, Camz me apartó un mechón de pelo dulcemente y luego me sonrió, yo la seguía teniendo cogida por la cintura.

-Le voy a pedir a Camila que salga conmigo- soltó de repente.

Miré a Camila asustada pero ella trataba de contener la risa, escondió la cabeza en mi hombro y empezó a reir, su risa se ahogaba en mi hombro, eso me hizo estremecer.

-Sí, Chris lo que sea, déjame dormir- le dije mientras acariciaba el pelo de Camila y ella seguía riendo en mi hombro. Luego se escucharon pasos y por fin se fue el pesado de mi hermano.

-Lo siento, se que es tu hermano pero...- dijo Camila mirándome.

-No se va a acercar a ti- le dije seria.- Eres mía- apreté más el agarre sobre su cintura.

Ella sonrió y me dio un beso- Y tu eres mia- dijo contra mis labios y me hizo sonreir como nunca antes había sonreído. Seguí con el beso, pero mi móvil empezó a sonar.

-¿No vas a cogerlo?- preguntó mientras me besaba el cuello, negué suavemente con la cabeza, ella suspiró y fue a apartarse para coger el teléfono, pero en un movimiento rápido cambié las posiciones y me puse a horcajadas sobre ella agarrando sus manos entrelazadas con las mias por encima de su cabeza.

-¿Dónde crees que vas?- le pregunté acercándome a ella.

-Pues iba a...- la callé con un beso. No se si el teléfono seguía sonando, solo podía concentrarme en sus labios sobre los miós y su lengua contra la mia. Y sobre todo como alzaba sus caderas para presionarlas contra las mias, eso me hacía delirar. Solté sus manos y acaricié su abdomen, cogí el borde de su camiseta y la fui subiendo, cuando llegué a la altura de sus pechos me detuve.

-¿Quieres que pare?- le pregunté. Ella estaba sonrojada y respiraba irregularmente, negó con la cabeza y me miró, subí su camiseta y se la saqué dándome cuenta de que iba sin sujetador, miré sus pechos, eran hermosos, ni muy grandes ni muy pequeños, perfectos. Me quité la camiseta y también iba sin sujetador, Camila gimió al verme, sonreí y me incliné sobre ella, cuando nuestros pechos desnudos se tocaron solté un gemido sobre su boca y ella suspiró audiblemente. Sin poder aguantar más bajé mi boca hasta sus pechos dejando un camino de besos por su cuello y su clavícula, llegué a sus pechos y besé, succioné y mordí suavemente su pezón, con una mano masajeaba su otro pecho y con la otra mano le acariciaba la parte interna del muslo, Camila gemía de placer, llevé mi boca hasta su otro pecho y repetí lo que hice antes, sus gemidos solo provocaban que yo estuviera más caliente, levanté la cabeza y la miré, ella estaba cubierta por una fina capa de sudor que la hacía verse como una diosa y tenía las mejillas rojas, le di un beso el la comisura de los labios y luego el los labios, con mi mano acariciaba su muslo, ya le había quitado la parte de abajo del pijama, jugué con el borde de sus bragas y finalmente tiré de ellas hacia abajo tirándolas por algún lugar de la habitación, llegué hasta su intimidad y la acaricié suavemente, gemí al nota lo mojada que ella estaba.

-¿Estás segura?- pregunté separándome un poco cerca de sus labios.

-Contigo estoy segura de todo Lauren- dijo sonriendo. Volví a besarla suavemente, no quería hacerle daño, pero era inevitable. Lentamente introduje un dedo dentro de ella y luego otro, soltó un gemido que era de medio dolor medio placer.

-¿Estás bien?- pregunté preocupada.

-N...n...no te... detengas- dijo gimiendo y moviendo sus caderas, volví a besarla y empecé a mover mis dedos dentro de ella de dentro afuera lentamente.

-Más...rápido- dijo con los ojos cerrados clavando sus uñas en mi espalda, gemí de placer ante eso y aumenté el ritmo. Mordió mi labio y me apretó más la espalda, dios esto era lo más caliente que había hecho nunca, ella era increíble, sentí como tembló un poco y sus paredes se cerraron alrededor de mis dedos, entonces ella gimió audiblemente llegando al clímax. Me dejé caer suavemente sobre ella hasta que nuestras respiraciones se calmaron y me tumbé a su lado.

Don't get too close. CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora