Don't get too close. CAMREN

Emma.

-Cuando éramos pequeños los cuatro nos llevábamos muy bien, eramos inseparables, Chris, Taylor, Emma y yo. Emma era la hermana gemela de Taylor, todo iba bien hasta que ella cumplió 15 años, empezó a comportarse de forma muy extraña, hacía cosas raras, mis padres la llevaron al médico y le diagnosticaron esquizofrenia, dijeron que se podía controlar con medicación, y así fue los primeros meses, pero después ella dejó de tomar las pastillas, le hacía creer a mi madre que se las tomaba pero en realidad no lo hacía. Un día yo estaba en casa con mi madre y Taylor, y llegó Emma, no sabíamos cuando había salido de casa, solo llegó con un arma, tampoco sabíamos de donde la había sacado. Entró en casa y apuntó a Taylor con el arma, empezó a decir que por qué no podía ser ella normal como Taylor, que eran gemelas y por qué ella tenía que estar enferma y Taylor podía vivir normalmente, las tres estábamos muy asustadas, Emma iba a disparar a Taylor y mi madre no hacía nada, solo estaba ahí pasmada mirando la escena, así que con todo el valor que pude reunir me puse delante de Taylor antes de que Emma disparara, el tiro me alcanzó a mi, caí al suelo y Taylor se arrodilló a mi lado llorando desesperada, luego Emma se pegó un tiro en la cabeza delante de nosotras, y mi madre no hizo absolutamente nada hasta que Taylor le gritó que llamara a una ambulancia. El tiró me alcanzó en hombro, siempre llevo el pelo suelto para que me cubra la cicatriz, pudieron sacarme la bala, pero estuve a punto de morir. Hubiera recibido uno y mil tiros por Taylor, por ella o por Chris, a día de hoy me sigo alegrando de haber sido yo la que salió lastimada y no ella. Me recuperé de eso, pero estuve un tiempo yendo al psicólogo, a mi y a mis hermanos nos hicieron muchas pruebas para asegurarse de que no tuviéramos lo mismo que Emma, desde ese día la relación con mi madre se enfrió bastante, ella me cuidó después del accidente, pero las cosas ya no eran igual que antes. Decir que con mi padre la relación se enfrió es poco, Emma era su favorita, siempre lo fue, él no hacía más que culparnos a los demás por lo que había pasado, desde entonces siempre volvía a casa muy tarde. Después de eso nos mudamos a Nueva York, se suponía que allí empezaríamos de cero y no volveríamos a hablar de Emma, pero obviamente no pudimos, el día que mis padres murieron estaban yendo al juzgado, se iban a divorciar, se suponía que nosotros no teníamos que saberlo, yo los escuché hablar de eso la noche anterior pero no les dije nada a mis hermanos y no pienso hacerlo, ellos ya sabían que las cosas estaban mal entre nuestros padres, pero no quiero que sepan que iban a divorciarse y no nos habían dicho nada. Cuando llegamos a Nueva York no conocíamos a nadie, pero cuando empezaron las clases me hice muy amiga de Alexa, y luego de Vero, ellas no saben nada de todo esto, de hecho nadie excepto mis dos hermanos y yo, y ahora tú, saben. El caso es que yo salía todas las noches a beber porque me atormentaban los recuerdos y la imagen de Emma suicidándose venía todo el rato a mi cabeza y el dolor del disparo regresaba, por otro lado cuando mis hermanos no estaban en casa mi padre llegaba y me pegaba, nos pegaba a mi madre y a mi, pero nunca en la cara para, que nadie sospechara, siempre me decía que si no me hubiera interpuesto Taylor estaría muerta y no tendría que verla todos los días y recordar a Emma, mi padre era un enfermo. Desde aquel día Taylor no ha parado de agradecerme lo que hice por ella y solo quiere que yo sea feliz, pero no puedo, sentía que si me acercaba a alguien me haría daño o me dejaría, porque las personas nunca se quedan para siempre, al final acaban abandonándote y eso duele más que no haber querido a alguien nunca.

Lauren empezó a llorar y la abracé.

-Lo siento mucho Lauren- dije en un susurro, sabía que eso no la ayudaría en absoluto, pero sentía que tenía que decirlo.- Escuchame- dije cogiendo su cara para que me mirara- No te voy a dejar nunca, yo no te voy a hacer daño Lauren- ella asintió pero seguía llorando- No llores por favor- dije secando sus lágrimas. Después de un rato se tranquilizó.

-¿Quieres que vayamos un rato a bañarnos a la playa?- le pregunté sonriendo. Ella asintió y nos levantamos de la cama, ya traíamos puestos los bikinis bajo la ropa, antes de que saliéramos tiré del brazo de Lauren y la besé suavemente.

-Te quiero- le dije sonriendo. Ella no dijo nada, solo me abrazó fuerte.

Después bajamos y todos seguían allí, ahora mis padres también estaban.

-Lauren ¿estás bien? Yo lo siento mucho de verdad- dijo Taylor acercándose a Lauren.

LAUREN.

-Está bien, tranquila, yo lo siento por haberte hablado así- dije haciendo una mueca. Taylor solo asintió y me abrazó.

-Se lo he contado- le susurré al oído. Se separó de mi y me miró un poco sorprendida, pero luego sonrió y miró a Camila, que estaba distraída hablando con sus padres.

Entonces Alexa se acercó y con la poca delicadeza que le caracterizaba me cruzó la cara de un bofetón. La miré incrédula tocándome la mejilla, me había dado especialmente fuerte.

-¿Eres idiota Lauren?- preguntó furiosa bajo las miradas sorprendidas de todos. Yo la miré desconcertada- ¿Cómo se te ocurre volver a hacerlo? Te lo digo ahora porque antes te vi mal, pero ya veo que estás mejor.

-Lo siento- dije todavía aturdida, miré a Camila en busca de ayuda, entonces ella se puso a mi lado.

-Alexa tranquilízate por favor, ya está todo arreglado- dijo Camila calmada mirando mal a Alexa.

Yo asentí mirando a Alexa para que se relajara, luego suspiró y asintió. Los padres de Camila se fueron con Chris al centro comercial.

-Les he dicho a mis padres que cuando se fueron te empezó a doler mucho la cabeza y por eso no querías hablar con nadie, aunque tendré que explicarles esto- dijo señalando a Alexa y refiriéndose a la reciente bofetada que me había dado- cuando vuelvan.

Asentí, luego miré a Alexa que todavía tenía cara de enfado. Me acerque a ella y le di un abrazo.

-Lo siento de verdad, no lo volveré a hacer.- dije sincera

-Ya lo creo que no- dijo ella con aires de suficiencia y me hizo reir.

-Ibamos a ir a la playa un rato- dije en general.

Alexa y Taylor vinieron con nosotras, estábamos caminando hacia la playa.

-¿Te duele mucho?- preguntó Camila tocando suavemente mi mejilla.

-Un poco, pega fuerte- dije riendo.

Camila me dio un beso en la mejilla- ¿Mejor?- preguntó sonriendo, ella era tan adorable.

-Un poco- dije haciendo una mueca, entonces me besó en los labios.- Mucho mejor- dije sonriendo como una boba.

-Buscad un hotel- dijo Alexa pasando a nuestro lado mientras reía fuertemente.

Rodé los ojos y cogí a Camila de la mano, llegamos y nos bañamos. La tarde transcurrió sin  más percances. Llegamos a casa y ya estaban los padres de Camila, y Chris. Taylor se fue a cenar con Keaton.

-Camila ¿podemos hablar un momento?- le preguntó Sinu. Camila asintió y me quedé con Alexa en el sofá.

-Oye ¿quién es Keana?- preguntó de repente.

-Una amiga que tenía cuando vivía aquí- dije encogiéndome de hombros.

-Tenías muchos amigos- dijo haciendo una mueca.

-Sí bueno...- dije quitandole importancia- los quiero pero ellos son el pasado, ahora vivo en Nueva York, y estoy contenta con los amigos que tengo ahora, sobre todo porque tú podrías defenderme si alguien me ataca alguna vez, pegas fuerte- dije riendo.

-Lo siento por eso, pero ¿por qué lo hiciste Lauren?- preguntó- ya se que en Nueva York nunca me quisiste decir el por qué, pero somos amigas, me gustaría que confiaras en mi- dijo triste.

-Confío en ti, Lex, lo sabes, pero no estoy preparada para contártelo- dije abrazándola.

-Está bien, no quiero presionarte, pero recuerda que ya dejaste eso de beber y hacer cosas raras.

-Sí, lo se.

CAMILA.

-¿Qué pasa?- les pregunté a mis padres.

-Sabes que estuvimos buscando a los abuelos de Lauren ¿verdad?- asentí- bueno el caso es que encontramos...algo más.

-¿El qué?- pregunté curiosa.

-Una tal Emma- dijo mi padre.