El anill0 r0t0: De t0d0s m0d0s este matrim0ni0 fracasará

Capítulo 41

"Lo haré por mi cuenta-".

"Es una pena que aún no conozca tu fuerza. Usa mi cuerpo para eso".

"¡Son solo unos pocos pasos, ah...!"

"¿No significa eso que no deberías poner tu poder sobre otros hombres? Para que pueda confiar en el resto de tu resistencia."

"¡Escalante!"

Sus piernas abiertas de par en par se apretaron y tambalearon incontrolablemente. Su hombría, que ya se había levantado brutalmente de debajo de la delgada tela, apuñaló y abofeteó el interior de sus muslos temblorosos.

'En qué momento' Inés pensó en sus propios movimientos. Pero no importó cuánto lo pensó, ella no había hecho nada. Al entrar en la nueva habitación, se había quitado la ropa hacía un momento. Eso fue todo. Solo caminó y se quitó la ropa.

Un hombre tan experimentado como Kassel Escalante no reaccionaría tan rápido solo porque una mujer se quitó la ropa. Debía haber visto todo tipo de hermosos cuerpos de mujeres, y el cuerpo de Inés no era tan perfecto como en su vida anterior, pero incluso si fuera perfecto, ¿reacción así de espléndidamente?

'Tal vez es solo un sentido del deber'

Incluso si había ingerido algún medicamento. Inés miró la barbilla fuertemente apretada y la nariz recta de Kassel, disipando sus sospechas. El orgullo obstinado lo haría desear estar incapacitado antes que recurrir al poder de cualquier medicamento. Además, su mente estaba muy clara.

"... ... ."

Estaba asfixiada por el pesado bulto que se frotaba contra el interior de sus muslos con cada roce que daba. Incluso su otra mano, que agarraba su pecho con lujuria, ya no estaba consciente. Inés también lo sabía. Para tal caso, sería mejor para los dos que envolviera su cintura alrededor de él, y que Kassel, obviamente ya erecto, sacaría descaradamente su secreto y resolvería el asunto más rápido.

Pero no importaba cuánto se esforzara, incluso si lo hacía con una mente abierta que le decía que podía aceptar todo, era demasiado. Ni siquiera un tronco muerto podría con eso.

Eventualmente, la mirada de Inés se desplazó hacia el techo sobre la cama. Un palo de madera nunca haría eso... Temerosa de que su mentalización de resquebrajara, fue entonces cuando Kassel abrió las piernas y se sentó entre ellas.

Le gustó el hecho de que se omitieron todos los juegos previos y las acciones innecesarias, sería rápido, pero pronto causaría algo de dolor. Inés había olvidado eso, y que se había estado mentalizando cuando sucediera, por lo que cerró los ojos como si estuviera huyendo.

Pensemos en la paz. El mar en calma, el bosque donde sale el sol, la hoguera frente a la cabaña, el sonido del viento susurrando sobre las hojas, y...

El volumen gigantesco que le había apuñalado los muslos a través de la delgada ropa interior se deslizó en su paz y emergió obscenamente.

Este era un matrimonio planeado, una primera noche que era parte del plan, y la preparación mental ya se había perfeccionado. Pero ese tamaño amenazante no estaba en sus planes...

'Claro, yo puedo, es solo físico, claro. Por supuesto, pero...'

No importa cuán ignorantemente pensó, nunca imaginó que sería tan grande. Inés apretó sus ojos ya cerrados aún más fuerte.

Preferiría que lo pusiera de una vez. Por supuesto que sería un problema poner algo así, pero sin importar lo grande que sea, al final, todos los hombres eran iguales. Estaría ocupado colocándolo, agitándolo, empaquetándolo y luego fingiendo que había hecho algo grandioso. Así que eso no era nada.