Más Amor, Por Favor [Toph Y Zuko]

Amor o algo parecido

Zuko reprimió un gemido mientras se sentaba con cautela, frotándose los brazos casi tímidamente, luego deteniéndose una vez que se dio cuenta de que lo estaba haciendo.

Katara no pudo reprimir una risita cuando captó la expresión de su rostro, y se deslizó para que estuvieran sentados uno al lado del otro frente al fuego donde se estaba cocinando el pescado que Sokka había pescado ese mismo día.

"¿Necesitas algo de curación?" ella le preguntó, sus ojos bailando.

"¡No!" gruñó a la defensiva, sentándose automáticamente más derecho y mirando con sus ojos dorados.

Katara respondió con otra risa. "Déjame adivinar... ¿Toph te atrapó? ¿Otra vez?"

Los ojos de Zuko se entrecerraron antes de que su rostro se relajara al admitir su derrota. Su columna vertebral se arrugó y se recostó contra el árbol que estaban usando, las manos comenzaron los movimientos circulares de frotamiento nuevamente en sus brazos. "Sí", se quejó, sin mirar a su amigo.

Su sonrisa se ensanchó. "¿Qué hizo ella esta vez?"

"Ella me pateó en ambas espinillas con un zapato de roca", le informó casi inaudiblemente, girando la cara para mirar en la otra dirección, en cualquier lugar menos hacia la divertida maestra agua a su derecha.

"¿Y esos moretones en tus brazos donde ella te ha estado golpeando tampoco te has curado todavía?"

Su silencio fue suficiente respuesta.

La mente de Katara se alejó de su punto principal por un minuto: él los había recibido hace un tiempo, tal vez debería mirarlos mientras él dormía y tratar de hacer que la sangre circule de alguna manera, incluso si él no lo permitiría, pero casi inmediatamente saltó hacia atrás. "Está bien, Zuko, eres un idiota".

"¿Qué?" dijo el maestro fuego, irritado. "¿Cómo soy un idiota? Ni siquiera hice nada; A Toph simplemente le gusta pegarme

" A ella le gusta golpearte porque le gustas". Debía haber estado violando todas las reglas del Código de las Chicas, pero si él no podía conseguir algo tan simple como eso a través de su duro cráneo, entonces Zuko iba a necesitar mucha más de su ayuda. Parpadeó un par de veces. "Sí. A mí también me gusta.

Katara podría haberse golpeado la frente. "No. A ella le gustas. Ella está enamorada de ti.

Fue contundente y directo, exactamente de la forma en que a Zuko le gustaba que se hicieran las cosas. Por supuesto, eso significaba que captó todo el efecto de sus palabras de una vez, y ese efecto casi lo tiró de espaldas por la sorpresa.

"Disculpe, ¿Qué ? Ella está enamorada de mí, ¿entonces quiere golpearme ?"

Katara suspiró. "Es su forma de mostrar afecto, Zuko. Realmente no sabe cómo expresarte que está enamorada de ti; es solo la forma en que hace las cosas".

Zuko se quedó boquiabierto como el pescado que empezaba a oler bastante sabroso sobre las llamas parpadeantes. "Eso no tiene ningún sentido! ¿No es eso contraproducente?"

Katara frunció el ceño. "No estoy seguro de cómo debería sentirme que estás comentando eso, en lugar del hecho de que ella está enamorada de ti.

Las mejillas de Zuko se sonrojaron muy levemente y giró la cara, aunque no lo suficientemente rápido como para que Katara no notara el sonrojo. "Sí, bueno, no sé si quiero pensar en eso o no..."

La risa de su amigo lo hizo mirar hacia atrás a tiempo para verla ponerse de pie y sacudirse la túnica. "Está bien, está bien, lo que quieras Zuko. Pero estaré durmiendo justo allí si me necesitas", y señaló donde estaba su bolsa de dormir junto a la de Sokka, "No dudes en despertarme, ¿de acuerdo?" Ella guiñó un ojo con complicidad.


La vacilación fue lo último que pasó por su mente unas horas más tarde, cuando se le pudo ver caminando con cautela sobre las formas de sus compañeros en la oscuridad.