20. Mío

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Me fui levantado elegantemente, mis ojos se posaron en la Princesa Elea, ella debía pagar por la muerte de Uzza.

-Por fin te muestras como eres en realidad Lía- Me dice la Princesa mientras apunta su espada hacia a mí.

-Elea te debo hacer una pequeña aclaración, para ti soy la Princesa Lilith futura Reina del Infierno.

Risa sarcástica -Eres un demonio supremo ahora entiendo porqué podías esconder tu verdadero ser, aunque cualquiera que haya sido tu plan, déjame decirte Princesa Lilith que has fallado.

No puede evitar reírme -Tengo malas noticias para ti, este juego apenas empieza.

La ira se iba apoderando de mi, debía darle una lección a ese estúpido ángel, con mis alas me abalance sobre Elea y le di tremendo golpe en la cara haciéndola caer piso.

Su espada salió volado por los aires y con un hechizo intente romperla pero fue inútil.

La sangre roja caía por los labios de Elea -¡Raziel reacciona debes atacar a ese par de demonios!.

Pero el Príncipe parecía estar en estado de shock -Pierdes tu tiempo Elea, él jamás te va obedecer.

-¿Qué le hiciste? Mereces morir Lilith-.

Elea vuelve a atacarme pero mis poderes son superiores a los de ella, la derribo fácilmente -Ahora él alma del Príncipe me pertenece.

-¿De qué hablas?.

-El Príncipe Raziel bebió mi sangre mientras estábamos en el Reino Humano, ahora él es mío- Lo dije mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro.

De repente sentí un mareo, al parecer debo aprender a controlar mis poderes, abrí un portal hacia el Inframundo y le indique a mi hermano cruzarlo, el obedeció y yo corrí detrás de él para protegerlo de algún ataque, los guardias celestiales intentaron detenemos pero con mis poderes logre lanzar una ráfaga de fuego y derribarlos.

En cuanto cruzamos el portal inmediatamente lo selle, cree una barrera para proteger al Infierno de una próxima guerra.

Caí al suelo y me desmaye, fui inconsciente al utilizar tanta magia, mi cuerpo no iba soportar tanto esfuerzo.

Raziel.

Después de ver huir al Rey Zagan junto con Lía o debería decir Lilith, quedé con un vacío existencial, toda mi vida fui un ángel seguro de si mismo, sabía perfectamente lo debía hacer para mantener un paz en el Reino Celestial.

Ahora me siento perdido, pero lo más extraño es que debo encontrar una respuesta a lo último que mencio Lilith.

-Alteza por favor pase- Me encontraba cara a cara con el gran sacerdote Cassiel para mayor información sobre mi actual condición.

-Sacerdote Cassiel necesito de su ayuda.

-Estoy informado de como la Princesa Lilith se infiltro en nuestro Reino, ¿Su pregunta es sobre ella?.

-Antes de tocar el tema de Lilith, puede usted informarme si existe algún antídoto para el envenenamiento con Belladona.

-No hay ningún antídoto para ese tipo de veneno.

-¿Sacerdote Cassiel está seguro de esa información?.

-Existe un libro de magia oscura aquí en el Cielo, en la última guerra que tuvimos con los demonios, uno de nuestros guerrero tomó este libro de la biblioteca personal de anterior Rey Demonio.

-En dicho libro menciona algo relacionado con la Belladona.

-No con exactitud pero menciona que la sangre de un demonio supremo puede fortalecer a quien la beba y si la Princesa Lilith utilizo su sangre para salvarlo en el Mundo Mortal eso solo significa que usted está unido a ella.

-Ahora entiendo la desesperación que siento al no verla, me tiene bajo un hechizo. ¿Cómo puedo romper ese vínculo con ella?.

-Lamento informarle que desconozco como desaserse del hechizo, tal vez sea necesario buscar al Rey Zagan o a la misma Lilith y convencerlos de romper el vínculo.

-Elea mato a uno de esos demonios, en verdad cree que nos van a ayudar.

-Debe intentar llegar a un acuerdo de paz entre el Cielo y el Infierno, o muchas vidas se perderán en la guerra.

-Veré la forma de lidiar con este asunto, gracias por su ayuda Sacerdote Cassiel.

-Es un honor para mí su Alteza.

Me fui de la gran Iglesia donde habitan los Sacerdote del Cielo, antes de viajar al Inframundo y buscar la respuesta que necesito, debo hablar con Elea, últimamente esta fuera de control.

Busque por todos lados pero no había rastro de ella por ninguna parte hasta que la vi practicando con su espada junto con Jofiel.

-Elea lamento interrumpir tu entrenamiento pero quiero hablar contigo.

-Esta bien.

-Elea ahora que sabemos que estoy bajo un hechizo debemos estar unidos por el bien de nuestro Reino, pero necesito saber si realmente puedo contar contigo.

Elea se acerca a mi y me da un beso en la mejilla -Siempre podrás contar conmigo, mi lealtad hacia a ti es incondicional Raziel, pero debes estar consciente que la única forma de romper el hechizo de unión con Lilith es matándola.

-Debe haber otra forma Elea.

-Recuerda que esa demonio solo te utilizo, ¿Cómo puedes tenerle compasión?.

-Tal parece que haz olvidado los principios de este Mundo, debe haber un equilibrio en los tres Reinos, ¿Crees que matando a la futura Reina del Infierno logremos esa paz? Elea es nuestro deber ser justos sino vamos a destruir el Universo.

-Sino la matamos nunca vamos a lograr esa paz que tanto anhelas Raziel, ya no quiero seguir discutiendo, avísame cuando decidas viajar al Infierno, yo te acompaño.

-Esta bien.

Decidí esperar unos días para solicitar una reunión con el Rey Zagan, necesitaba poner en orden mis pensamientos, no sé cómo voy a reaccionar al ver a Lilith, mi corazón la extraña, debo ser fuerte, ese demonio no puede dominar mis emociones.

Durante ese tipo practique mis poderes y habilidades con mi espada, no puedo confiarme, si esos demonios intentan atacarme debo poder defenderme, afortunadamente mi magia sigue intacta, no he perdido poder ni fuerza apesar de haber ingerido sangre de demonio.

Por fin se llego el gran día, hoy me reuniría con Lilith, una tropa de ángeles guerreros me van acompañar junto con Elea y Jofiel. Abrí un portal que nos trasladaría directo al Reino de las Tinieblas.

Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)Where stories live. Discover now