10. Al descubierto

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Lilith.

De un momento a otro desperté, ¿Dónde estoy? ¿Acaso regrese al Cielo? Tengo muchas preguntas pero la más importante, ¿Qué pasó con el Príncipe?.

Me levante de la cama, había un hermoso espejo con oro alrededor y bellas gemas de rubi, gire para verme, lo primero que note es que no tenia puestos los lentes de contacto, el color de mis ojos rojos estaba al descubierto.

Tenía que salir rápido de aquí, abrí lentamente la puerta y había un guardia, si él me ve será mi fin.

No tenia alternativa, respire profundamente y salí corriendo de la habitación, el guardia me habló, me encontraba de espaldas a él, gire levemente con la cabeza agachada, le agradecí sus cuidados y le dije que iba estar descansando en mi habitación.

Para mi buena suerte él guardia no pregunto más y me dejo ir, entré a mi habitación con precaución, no habia nadie, de inmediato abrí el cajón donde guardaba los lentes de contacto, abrí un par nuevo y me los puse.

De repente alguien entra a mi habitación y salto del susto, era él Príncipe, afortunadamente ya habia ocultado mis ojos de demonio, me hizo algunas preguntas y se fue. Espero se haya creído mis respuestas, no podía decirle la verdad, como le explicó que salve su vida con mi propia sangre.

Reino de las Tinieblas.

Estaba que explotaba ira, como se le ocurrió a mi hermana semejante plan. -¡Repite lo que acaban de decir!.

Alyssa me miro temerosa -La Princesa Lilith se encuentra en el Reino Celestial.

-¡Mi hermana esta loca! solo demuestra falta de madurez, así nunca se va convertir en Reina.

-Tenemos que ir por ella.

-Alyssa tu misión es cuidar de ella, como permitieron que se les escapara, cuando Lilith regresé tendrán su merecido castigo.

-Soy consciente de mis errores su Alteza, pero ahora lo importante es encontrar a nuestra Princesa sino nuestro Mundo corre peligro.

-Cómo ya saben Dumah desobedeció mis órdenes, hemos perdido una gran parte de nuestro ejército por culpa de ese demonio inconsciente. Por ello los Reyes Celestiales me mandaron llamar para establecer nuevas reglas.

Uzza me mira indignado -Es una completa vergüenza para nosotros los demonios estar bajo sus órdenes. No somos libres como en el pasado.

-¿Qué acabas de decir Uzza?, te recuerdo que soy tu Rey.

-No dije nada su Majestad.

-Más te vale que cuides tus palabras, por ahora tu me vas acompañar al Cielo, es nuestra oportunidad para encontrar a Lilith y traerla de regreso.

-Si Alteza.

Alyssa respira profundamente -Ojalá este sana y salva.

Mi hermana Lilith se estaba convirtiendo en un gran problema, como su hermano mayor es mi deber saber educarla y guiarla pero mis poderes son tan limitados que me ha sido imposible apoyarla como se debe.

Con mi magia pude abrir el portal que nos llevará directo al Cielo, Uzza se encuentra a mi lado, como un Rey del Inframundo puedo manter una figura natural, pero Uzza inmediatamente se hará notar como demonio. Ambos cruzamos el portal y enseguida estábamos dentro del Reino Celestial. Algunos guardias esperaban nuestra llegada.

Uzza me miró -Al parecer ya estamos dentro del Cielo su Majestad.

-¡Pude sentir la presencia de Lilith!, lo bueno es que al ser mi hermana siento su energía.

-Esa es una gran ventaja, estoy notando que mi apariencia de demonio esta al descubierto, espero no causarle problemas.

-Los Reyes saben que uno de mis aliados me acompañaría, por ahora tenemos que ir a presentar nuestros saludos-.

Me acerque aún más a los guerreros que estaba en la entrada de Cielo, uno de ello será nuestro guía hacia el palacio.

Lilith.

Cuando ya me había relajado un poco, entra Beth a nuestra habitación, se veía muy consternada.

-¿Qué te sucede Beth?.

-Acabo de ver un demonio.

¡Imposible! acaso Beth ya me descubrió, ella le contará la verdad a Rose y me castigaran con las leyes del Cielo.

-Te lo juro Lía, vi a un demonio, sus cuernos eran tan impactantes, se que no me crees, pero te digo la verdad.

¿Cuernos? Un momento yo aun no tengo los mios -Beth ¿De qué hablas? Digo un demonio en el Cielo, no lo creo.

-Acompáñame te voy a demostrar que no soy una mentirosa.

Beth toma mi mano y nos dirigimos al salón principal del palacio, ahí se encontraban los Reyes en su trono y pude visualizar a mi hermano junto con Uzza. Sentía un gran alivio poder verlos, porfin voy a poder escapar de aquí.

-Mira Lía, ese demonio es horrible, pero ¿Porqué el Rey demonio no tiene cuernos ni cola?-.

-Horrible, ¿acaso estás ciega Beth?, ese demonio es guapo, si lo observas bien, tiene un físico escultural, además sus facciones son muy masculinas, solo se ve diferente a nosotros por sus cuernos y cola, pero observarlo bien.

-Lía necesitas que te revisen la vista los Dioses Celestiales ¿Cómo puedes decir que es atractivo un demonio?.

Escucho unos pasos acercandose a nosotras -¿Qué hacen aquí? No puede entrar aquí sin mi permiso.

-Rose no sabíamos que teníamos prohibida la entrada.

-En realidad no está prohibido acercarse al salón del Rey, pero ahora tenemos visitas indeseadas, no quiero ponerlas en peligro con esos demonios.

-Rose ¿Cuánto tiempo va a estar aquí el Rey Demonio?.

-Aun no lo sé Lía, tal vez un par de días, lo malo es que me va tocar ser la guía de esos demonios, los Reyes son ángeles educados, por lo tanto tenemos que tratarlos con contesia, aunque a mi punto de vista, no merecen ninguna consideración, por culpa del Rey Demonio varios guardias celestiales perdieron la vida en el Reino Mortal.

Se me ocurrió una idea para poder acercarme a mi hermano -Rose me preocupa que tengas que convivir con ellos, déjame a acompañarte.

-No es necesario Lía, recuerda que eres un ángel con poca magia, te pondría en peligro.

-Rose piensalo bien, ademas sería muy tonto de su parte atacarme aquí en el Cielo, déjame acompañarte, prometo ser obediente contigo.

Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora