01

8.3K 659 282
                                    


24 de diciembre, 2004

20:00 hrs.

Como un típico día de navidad en Japón, las calles estaban cubiertas con nieve, sin mencionar el gran frío que había. Un gran árbol navideño en el centro decoraba el lugar, acompañado de las diversas luces. Muchas familias, amigos o parejas se dirigían a la atracción para tomarse fotografías o para pasar un momento divertido.

Pero ese no era el caso de Rindou Haitani, quien llevaba más de una hora sentado en un banco esperando algo o alguien. Llevaba con él un paquete en sus manos, sería muy obvio decir que era un regalo para cierta persona que no se presentaba.

Considerando que no salió tan abrigado como debía, ya que salió rápido de su hogar para evitar las preguntas de su hermano, comenzó a sentir más frío, pero no quería marcharse a pesar de eso. Frotaba sus manos para crear calor en aquella zona, trataba de abrigar su cuello con la chaqueta que tenía puesta, pero le era inútil. Se levantó para caminar un poco.

- Una hora más... – Susurraba para sí mismo – Esperaré un poco más. – Mantenía su cabeza agachada, debía admitir que sentía un poco de vergüenza estar esperando en medio de la nieve.

Se distrajo un momento mirando a las demás personas que caminaban alegremente por el lugar, sobre todo a quienes eran pareja, "¿Es tan difícil tener algo como eso?", prefirió mirar hacia otra dirección, aunque una voz lo distrajo de sus pensamientos.

- ¿Vale la pena? – Sin la necesidad de observarla, supo que se trataba de una chica.

- ¿Disculpa? – Se giró para mirarla, un poco confuso.

Ella, quien estaba en cuclillas mientras jugaba con perro, levantó su mirada – Dije, ¿vale la pena? –

El rostro del chico demostraba dos cosas, confusión y vergüenza, de seguro era muy notorio lo que estaba haciendo – ¿Estoy siendo muy obvio? –

Negó con una sonrisa en su rostro – Llevo más de una hora aquí, haciéndole cariño a este perrito. – Miró en dirección de la mascota – Y te vi llegar, por eso lo sé. –

Liberó un suspiro, relajándose un poco – Ya veo. – Miró a su alrededor, buscando una banca para poder sentarse – ¿Puedo preguntarte algo? – Dijo cuando ya estaba sentado.

- Mientras no sean los datos de mi cuenta bancaria... sí, puedes preguntar. – Le habló con una sonrisa en su rostro.

- Esa no me la esperaba. – Dejó el regalo a su lado y metió sus manos a los bolsillos, buscando calor – Si tu novio te va a terminar, ¿faltarías a la cita? –

La pregunta la tomó por sorpresa – Bueno, primero debería tener un novio para responder a tu pregunta, pero si lo tuviera... si él quiere terminar las cosas, ¿para qué alargar el sufrimiento? – Continuó acariciando la mascota – Entonces no faltaría, sería lo obvio. –

Él parecía procesar su respuesta, mirando el obsequio a su lado – Entiendo. –

- ¿Vienes aquí para terminar con tu novia? – Lo miró de reojo – Disculpa ser tan preguntona, pero no me gusta quedarme con la duda. – Soltó una risa nerviosa.

- Está bien. – Habló un poco más relajado – Y sí, vine para terminar con ella, pero al parecer tendrá que ser otro día. –

- ¿Y le compró un regalo? – Pausó un poco – ¿Para la chica con la que terminará? –

Asintió mientras llevaba su cabeza hacia atrás – Sí, es para ella, trato de ser amable. –

- Es horrible, ¿por qué le regalaría algo?, le recordaría esta fecha cada vez que lo viera. –

ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ   ~    ʀɪɴᴅᴏᴜ ʜᴀɪᴛᴀɴɪWhere stories live. Discover now