Viesins ; KookTae

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⠀Y Jeon Junghee era todo aquello que ella buscaba. El desinterés casi máximo acompletaba la necesidad de ser nada y al mismo tiempo todo. Y había cedido, más de lo que hubiera sido necesario. Porque aquel interés de ser libre y estar sola, que le ahogaba el cuerpo entero, tendría que haber sido de ella, únicamente de ella.

⠀Pero la mujer de ojos grandes y apariencia afable había terminado siendo una de las peores pesadillas para su propio hijo. ¿Cómo explicarle a la de hebras carbón que el proclamar individualidad sobre un pequeño cachorro no significaba un avance grande? Al contrario, expresaba un retroceso constante en la vida de aquella criatura que había crecido sola y de manera veloz. Porque Jeon Jungkook había terminado siendo no más que piezas firmes pero rotas de un mineral que tenía que haber brillado por completo y en una sola pieza.

⠀De eso se trataba él, de algo roto que aparentaba estabilidad.

⠀Era por eso que justo en ese momento buscaba disipar las dudas mediante cualquier medio, se empeñaba en mostrar seguridad aún cuando las ideas habían escapado escolerizadas de su mente. El de ojos grandes no tenía idea de qué era lo que tenía que hacer ni como actuar. Sabía que quería que aquel chico desconocido le diera respuestas, aún cuando nadie le había asegurado que las tenía, el sentimiento en su pecho le seguía dictando que alguna que otra respuesta estaba en el Omega. Y también sabía que no podía sacarlo del callejón a la fuerza, aunque ya estaba cometiendo el error de retenerlo ahí adentro.

⠀Jungkook haría cualquier cosa por su cachorro.

⠀—No tienes idea de qué hacer — los ojos del mayor no se apartaron de la ventana frontal aún cuando la voz de Jimin interrumpió el silencio —, ¿cierto?

⠀—Estoy pensando — su voz escapó segura, como si de verdad hubiese estado ideando un plan firme durante los últimos veinte minutos, sin embargo, su mente estaba en blanco. Quizá estaba en negro, un tono oscuro donde solo le nublaban los problemas y no le llegaban soluciones.

⠀—Si claro, por eso tu bosque huele a musgo — el fastidio tintó la voz del de hebras largas y oscuras, comenzaba a cansarle el estar ahí.

⠀O tal vez empezaba a arrepentirse.

⠀—Yo no huelo a musgo — Jungkook se permitió replicar, esperando que aquella plática le permitiera conseguir tiempo extra para pensar en algo rápido.

⠀—Estás nervioso — Declaró lo obvio, blanqueando los ojos por un segundo. El cachorro que descansaba en sus brazos parecía ni siquiera existir, los dos adultos deseaban tener aquella tranquilidad en la situación que estaban enfrentando.

⠀Los ojos del mayor se entornaron, entonces se permitió observar a Jimin con marcado desagrado. Era obvio que la conversación la estaba manejando por completo el más jóven, el olor de Jungkook inundaba todo el interior del auto. Y la calma no era la principal feromona liberada por el Alfa, tal cual lo había pronunciado Jimin; el olor de bosque que caracterizaba a Jeon se estaba tornado abrumador.

⠀—¿Terminaste de juzgarme? — Cuestionó entonces, devolviendo la mirada al frente.

⠀—¿Terminaste de pensar? — la ironía estuvo presente en aquella pregunta, que había tomado el papel de respuesta para el contrario.

⠀Para Jimin era claro que el mayor no tenía idea de qué hacer. Y el nerviosismo de aquel Alfa era tanto que Park comenzaba a retroceder mentalmente, como si aquella mueca de preocupación que tintaba de oscuro el rostro del contrario le indicara que estaba siendo una mala persona. No quería serlo y, no tenía idea del por qué le estaba importando tanto, nunca antes lo había hecho. Nunca le había importado estar del lado malo del mundo, tal vez se trataba de aquella presencia que vagaba tranquila afuera del auto y el hecho de que había reaccionado mal solo con su persona, sentía que estaba en problemas. Y que conforme pasaban los minutos, se iba metiendo en más.