Cortos Kim Dokja/Yoo Jonghyuk

Un caluroso día de verano

El sonido del metal y la cerámica resuena en la atmósfera mientras dos figuras trabajan en sincronía, lavando los platos después de un delicioso almuerzo. El almuerzo también fue realizado por la colaboración conjunta entre los dos hombres.

"Pensé que era un movimiento muy inteligente. El héroe saltó en el último segundo, levantándose de la tumba". Kim Dokja dice con aire de confianza mientras evita salpicaduras al lavar una cuchara. El escritor tenía cierta afición por las tramas estereotipadas y eso se reflejaba a fondo en sus obras.

"¿Tus lectores no lo creían así?" El otro hombre afloja el nudo de su delantal y lo deja a un lado después de colocar el último plato en el lavavajillas.

"Piensan que está fuera de lugar. ¡Incluso justifiqué su regreso!"

Encendiendo la máquina y asegurándose de que el mostrador ahora estaba impecablemente limpio, el hombre más alto se para detrás de Kim Dokja. Notó como su flequillo caía sobre su frente. Su mano tembló, resistiendo el impulso de apartarlos.

"¿Tal vez querían que la protagonista femenina obtuviera un poder y ganara la pelea ella misma?"

Kim Dokja suspira, alejándose de la luz del sol que caía sobre sus ojos desde las ventanas de vidrio. Un caluroso día de verano junto con tratar con cierto jugador bastardo fue suficiente para dejarlo exhausto.

"Ella no pudo haberlo hecho. Era necesario para la trama que él regresara en ese punto de la novela".

Cierra el grifo, se seca las manos con una toalla de papel antes de tirarlo a la basura con una puntería descuidada. El papel desmenuzado rebotó en el borde y cayó dentro. Satisfecho, Kim Dokja abre la nevera para escanear su contenido.

Su capítulo semanal había recibido muchas respuestas críticas de los lectores. Ahora bien, su novela web no fue exactamente un éxito de ventas, pero tuvo un número decente de seguidores. Además, ganó mucho dinero gracias a su trabajo principal como programador independiente en línea. Era solo una cuestión de inconvenientes. Y Kim Dokja confiaba en este lanzamiento hasta que vio la reacción violenta.

"Haz lo que creas que es correcto". Yoo Joonghyuk le aconseja, tomando asiento en el sofá debajo del aire acondicionado. Llevaba una camiseta negra con pantalones de chándal, la tela se le pegaba a la piel debido al sudor. El calor del verano hizo que el hombre estuviera más irritable que de costumbre. También tenía que prepararse para la transmisión del juego esta noche.

Después de cerrar las cortinas y bajar aún más la temperatura, Kim Dokja se sienta al lado de Yoo Joonghyuk y toma el envoltorio de plástico de una barra de helado de chocolate.

Era hora de un pequeño postre.

"No dejes caer nada en mi sofá". Yoo Joonghyuk le advierte y se recuesta, conteniendo un bostezo y estirando los brazos. Kim Dokja evita ser golpeado inclinando la cabeza hacia un lado, admirando la forma en que se flexionan sus bíceps.

Recupera la compostura un segundo después. "No tienes que recordármelo de nuevo". Frunce el ceño, sintiéndose irritado por las constantes molestias del tipo.

Kim Dokja enciende su computadora portátil y la coloca en su regazo. "Necesito hacer algo de trabajo ahora, así que no me molestes". Le da una pequeña lamida a la capa exterior de chocolate, dulce y fría. "Ve a jugar un juego o lo que sea que hagas en tu tiempo libre".

Yoo Joonghyuk le da una mirada larga y dura antes de moverse al lado opuesto del sofá. Cruza las piernas sobre la mesa frente a ellos y apoya la cabeza en el sofá, cerrando los ojos. Todavía no puede entender por qué deja que este molesto vecino se quede en su apartamento.