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P.D.V. Jimin

Termine la llamada con mi madre a las cinco con treinta minutos, fue una plática algo reconfortante, el como me encontraba y tal, algo por lo que siempre te llaman tus padres ¿No? Para saber cómo te encontrás.
Sentí mi estómago gruñir y mi labio arder, así me di cuenta que el efecto de las pastillas habían pasado y debía consumir más, era habitual estar anestesiado con las píldoras y no saber cuándo era que necesitaba comer, me quitaba el dolor y el hambre, que genial.

Sonreí ante mi pensamiento y regrese a la cocina para verificar cuáles eran las siguientes que debía de consumir.
Una vez ya localizadas, sólo las intenté tragar, pero era un poco difícil, algunas eran demasiado grandes y al tomarlas automáticamente aparecían las arcadas porqué no podían pasar por mi garganta.

No supe que hacer así que me límite a partirlas por la mitad y tomarlas.
Corrí hasta la cocina y calenté en el microondas el espagueti que había sobrado de anoche o al menos eso intenté hacer, eso había escrito Yoongi en otra nota pegada dentro del refrigerador.

Me senté en la silla del comedor para comenzar a pasar los alimentos, cuando sentí la textura del espagueti en mi boca sentí alta incomodidad, al parecer se había calentado por fuera pero no por dentro.

— ¡Aah! — me queje al ver que ni eso podía hacer bien — ¡Es muy aburrido estar aquí! — me queje mientras recostaba mi cabeza entre mis manos recostandome en la mesa. — llega ya, ¡muero de aburrimiento!

P.D.V. Yoongi.

Mire el reloj, faltaba muy poco para salir y la cafetería se encontraba muy llena, esperaba que sí me dejaran salir a mi hora indicada y no me pidieran que me quedara a apoyar a mis compañeros, no podían hacer eso, solo era un estudiante, tenía tareas y trabajos pendientes, gruñi y maldije mentalmente.

— ¿Yoongi Hyung? — El nombrado volteo al escuchar la femenina voz de su compañera de trabajo.

— ¿Sí? ¿Qué ocurre Yuna? — amablemente se acercó hasta la barra dónde se encontraba la caja registradora.

— Me preguntaba... — La mirada de la chica simplemente se transformó a una tierna con ojitos de cachorro — ¿Qué harás saliendo de tu turno? — escucho la cálida voz de su compañera, miraba como la castaña recargaba su cabeza en sus ambas manos aún recargada en la barra.

— ¡Oh! — aquel comentario realmente lo había sorprendido, no lo esperaba — En realidad solo pensaba ir a Casa y ver a mi pequeño — sonrió cálidamente

— ¿En serio? — observo como la castaña sólo fruncía un poco el seño — pero no entiendo ¿Siguen siendo pareja? Dijiste que él no sentía nada. — dolía menos una apuñalada en la espalda.

— Yo... ¿Te conté eso? — cuestionó sorprendido mirando boquiabierto a la más baja, pues no recordaba haberle contado, al menos no a ella...

— En realidad, Evelyn me lo confesó anoche. — soltó unas pequeñas risitas coquetas.

— Creí que no le diría a nadie — habló mirando el suelo con un poco de desilusión

— en realidad me lo contó ayer en el bar, estaba un poco borracha — río despacio.

— Vaya, yo... — lo interrumpió.

— También me comentó que estabas muy triste, me dijo que te sacará a distraer un día de estos... — El pelinegro noto como es que la chica comenzaba a frotar sus voluptuosos pechos contra la barra que separaba a ambos.

— en realidad pensaba pasar mucho tiempo con Jimin, realmente quiero que pronto se recupere — intentaba cambiar el tema de conversación y siempre centrarse en su pequeño rubio.

Run Boy Run  ||  2da Temporada +18Where stories live. Discover now