Run Boy Run || 2da Temporada +18

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—¡Mmmm! ¡Aahg! — Park se estiraba en toda su cama y poco a poco iba despertando.

Una vez todo estirado se quedó unos segundos en su cama intentando descansar más la mirada.

Sentía como los pequeños rayos de luz entraban por el espacio que había en sus cortinas, se sentía un poco raro, pues era la primera vez que dormía en un lugar que no era su casa con su mamá, era como cuando viajabas y te quedabas a dormir en el hotel, era una nueva experiencia.

Levantó sus sábanas y se sentó sobre su mesa, se dió otro pequeño estirón y ahora sí se sentía totalmente despierto.

El departamento se escuchaba vacío, no había ruido en la cocina o en el pasillo ¿Yoongi seguirá durmiendo? 
Pensaba rascando su cabeza con duda.
Pero algo llamo su atención al ver la puerta de su habitación y observar como un pequeño cuadrado de color amarillo resaltaba en aquella puerta blanca.
Así que rápido se levantó, se colocó sus adorables pantuflas de tiburones y se acercó hasta la puerta para mirar, al parecer era una nota adhesiva, rápido la desprendió y miro que estaba escrito algo por ambas partes, sin más comenzó a leer.

"Jimin no sé si lo sabes (por qué no me preguntaste) pero hoy es Sábado así que hoy no hay clases pero yo no pude librarme del trabajo así que no éstoy, pero no te preocupes, deje todo bajo control, en el horno deje uno omelette con algunos emparedados, solo tienes que calentarlos. En el refrigerador hay frutita picada y café frío.
En la mesa de la sala están todos los medicamentos que debes de tomar, están ordenados así que no te preocupes por ello.
Por cierto... Mire que ocultaste nuestra fotitos de tu mesita de noche, por ello despegue todas nuestras fotos de tu pared y las coloque en una caja que está en la misma mesita, solo para que no te sientas incómodo.
Regreso a las siete de la noche, con cariño Yoongi."

Al terminar de leer la nota sólo mi mirada sólo se poso en mi mesita de noche, al parecer noto lo de la fotografía, rápido comunes hasta ahí para poder observar todas las fotos, se sintió un poco mal al pensar en como se pudo haber sentido Min, pero la verdad se sentía un poco menos presionado y más liberado.

Alzo su brazo y olió su axila, hizo un gesto con la cara de desagrado, sabía que ya era hora que tomara un ducha.

Llegó hasta la entrada de su habitación, tomo el picaporte para poder abrir y salir, pero una vez tocando la perilla un zumbido se apoderó de sus oídos y un mareo increíble llegó, sentía todo su cuerpo temblar, sentía que en cualquier momento caería al suelo, este solo se sujeto de la puerta para no caer, pero su vista solo se nublo para dejar de ver su habitación.

Era una ventana, una ventana con cortinas blancas, tenía una vista hacia la calle, unos hermosos árboles frondosos y muchos autos pasaban, gente pasaba, pero lo que hacía especial uno de esos árboles era que en la rama más alta había un nido con polluelos, al parecer la madre iba y regresaba para después regurgitar la comida y dárselas a los pequeños; poco después la madre se volvió a ir, al parecer a buscar más comida, pero ¿Qué es eso? Uno de los polluelos cayó de su nido, primero chico contra la ventana que tenía vista a la calle y al parecer fue muy duro, una gran mancha de sangre escurrió por el vidrio y con más impulso finalmente cayó contra el pasto.
Después, un gato traía un pequeño pajarillo del mismo color entre sus bigotes.

— ¡Aaaagh! — el rubio se quejó y soltó el picaporte de la puerta, al parecer el malestar poco a poco se iba quitando.
Rápido pudo volver a tener equilibrio y sostenerse sin ayuda de nada, un ardor se apoderó de su labio, rápido tocó este mirando en sus dedos como es que había poca sangre en ellos, al parecer se había mordido al hacer fuerzas, esto es demasiado raro.