favorite. (diluc x lumine)

catástrofe

—Hey, está Lumine esperándote.

Le dijo un chico a Kaeya, y este al instante se levantó para correr e ir al pasillo.

—Estoy aquí.

Kaeya bajó su mirada, y se agachó al verla sentada en el suelo.

—¿Qué ocurre?

—Quiero irme de tu casa. Childe me ha ingresado dinero en el banco para poder tener una habitación en un hotel. Necesito que me acompañes para abrirme la puerta y así poder recoger tus cosas.

Kaeya vio como sus ojos estaban completamente rojos e hinchados.

—Lumine, ¿qué ocurre con Diluc?

Claramente su tono salió preocupado.

Ella hizo un puchero tembloroso amenazando con llorar de nuevo, y él la abrazó.

—Vale, déjame recoger mis cosas, ¿sí? Y nos vamos.

—No le digas nada a Diluc.

El chico después de un minuto salió, y la agarró de la mano para los dos escaparse de la universidad.

Si Lumine necesitaba ayuda, él se la brindaría.

Tenía curiosidad, pero no le iba a insistir.

El camino fue en silencio.

Abrió la puerta y apretó el botón del ascensor, y sin más Lumine suspiró.

—Perdón Kaeya por no contarte. Simplemente... no quiero ser su juguete. No pido exclusividad, pero sí pido respeto. No quiero ser la doncella de nadie para que después se rían de mí.

El chico la miró de reojo mostrando atención.

—Es imposible no saber que Diluc me gusta. Me gusta demasiado. Pero, ¿por qué parece que le gusto pero a la mínima aprovecha para fingir ser el novio de Jean? Si no le gusta que la gente sepa que él y yo tenemos algo, ¿por qué le gusta que sí lo sepan de Jean?

—No te puedo decir. Eres la primera chica que ha querido a Diluc y al parecer, Jean la segunda. Nadie jamás lo había querido y... supongo que no sabe qué hacer. Es horrible que su frustración la pague contigo.

Las puertas se abrieron, y los dos entraron.

—Yo también pienso que le gustas pero, ¿por qué nos intenta convencer de que Jean es el juguete y parece que lo seas tú? No sé... no sabía que Diluc podía ser así.

Los dos salieron, y al instante entraron a la casa para Lumine ir directa a la habitación de Diluc.

Sacó todo, y empezó a guardarlo en su mochila.

Kaeya se sentó en la mesa con su móvil, aunque abrió los ojos al escuchar la puerta abrirse.

Claramente, la bomba había explotado.

Él se levantó al ver a Diluc caminar hacia él, y cerró sus ojos al notar su cuerpo ser estampado contra la pared.

—¿Así que eres tan sanguijuela para aprovechar la mínima oportunidad? ¿Eh? Menuda emoción he sentido al escuchar que alguien había visto como te habías ido con Lumine.

Kaeya soltó un quejido de dolor al sentir como sus pies ya no tocaban el suelo y Diluc apretaba más su agarre.

Lumine se tapó la boca horrorizada, y cerró la mochila para intentar buscar un escondite.

Claramente, no había ninguno.

Su mochila cayó de la cama al suelo, y Diluc se giró para soltar a Kaeya.