ella, la alfa

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Lumine se quedó boquiaberta al ver a la desconocida delante suyo, y no pudo evitar el negar con la cabeza.

La chica se sentó, y la miró con seriedad.

—¿Tú eres la famosa Omega que se va follando a todos los chicos de aquí?

Lumine se quedó paralizada al escuchar esa palabra exacta.

—¿"Omega"? L-lo siento, no soy un rayo que viaja en el tiempo.

Lumine intentó sonar lo más natural posible, pero claramente esa chica no se lo tragó.

—No me mientas, este sitio apesta tus feromonas... deduzco que eres la compañera de Childe.

—¿Cómo? Imposible, nadie me reconoc-

—No sabes nada de las Alfas mujeres, ¿cierto?

—Pero, ¿tú quién coño eres?

—Eula; trátame con respeto pequeña.

Lumine se acomodó en el sitio completamente incómoda, y Eula se cruzó de piernas para sacar una botella de agua de su mochila y beber de esta.

—El lunes me instalaré en tu casa, así que espero que la casa esté limpia y preparada para mí.

Claramente Lumine se quedó muerta en vida escuchando a esa chica.

—Por cierto, nada de leche de vaca, leche de soja. Y también, carne de carnicería, no del supermercado. Y oh, ceno siempre a las nueve y media así que espero que la cena esté hecha. Y me voy a dormir a las diez así que nada de sonidos extraños.

Lumine pestañeó dos veces, y miró a su alrededor para buscar a Childe.

—Es una broma, ¿cierto?

—Cariño, ¿crees que soy una broma? Mira, te estás equivocando conmigo.

Esa chica frívola sonrió de lado, pero traía maldad.

—Sé muy bien el porqué me acogéis en vuestra casa de mierda, pero eso me beneficia por mi desliz. Y a mí no me hace gracia estar viviendo con un Alfa y una Omega tan presuntuosa como tú.

Lumine echó su pelo hacia atrás, y sin más empezó a reírse.

—Tú y yo no nos llevaremos en lo absoluto bien; no me gusta ser la abeja reina y que vengan abejas deformes como tú a intentar quitarme lo que es mío.

Los dos se inclinaron, haciendo que sus caras estuvieran a escasos centímetros.

—Que me trates como una puta me da igual, pero ten cuidado conmigo "zorrita", porque vamos a tener problemas y unos bien gordos.

Lumine forzó una sonriza, y Eula alzó una ceja con diversión.

—Será divertido vivir contigo, entonces.

—¡Pero si ya os conocéis! Perdón por llegar tarde, ¡mi profesor es un capullo!

De repente Childe apareció haciendo que las dos lo miraran con odio, y con una risilla se sentó al lado de Lumine.

—Mira, esta es Eula. Compraremos entre hoy y mañana lo que necesitas, ¿vale?

Eula sonrió con dulzura hacia el chico, y afirmó con la cabeza.

—Claro, sin problema, si necesitas ayuda claramente me puedes llamar y te ayudo.

—¡No, no, más faltaría! Iremos Lumine y yo, ¡que somos muy fuertes!

Los dos se rieron, pero Lumine clavaba sus ojos como si fueran cuchillos a la chica.

—Oh, me están llamando los de mi clase, me tengo que ir, ¿sí?

favorite. (diluc x lumine)Where stories live. Discover now