whiskey

593 83 43
                                    

El día siguiente, toda la comida fue repleta de carcajadas.

Y Lumine, pudo escuchar por primera vez la risa de Diluc.

Una risa sincera.

Su carcajada era embriagadora como el whiskey.

Provocaba un escozor en su garganta, pero necesitaba beber más para llegar al climax.

Y Kaeya estaba de tan buen humor por volver a escuchar a su hermanastro reírse.

Sin duda alguna, ellos tres juntos lograban ser un trío dinámico.

Aunque... lo negativo era el triángulo amoroso que se había formado.

Kaeya disfrutaba la compañía de Lumine, pero le dolía al ver como se le iluminaban los ojos al ver a Diluc.

Los chicos ayudaron a recoger y a limpiar todo a Lumine, y cuando acabaron, los tres se sentaron en el sofá.

—Sinceramente... no quiero volver a casa.

Susurró Lumine, y los dos giraron su cara para mirarla.

—Te tendríamos aquí pero el problema es que causaríamos muchos problemas.

Dijo Kaeya sin más, y Diluc suspiró sacando tres cigarros e invitando a los otros dos.

—Lumine, sabes la respuesta.

—¡Es que...! Aunque seáis sucios, aquí se está genial... un ático lujoso, con vistas a toda Mondstadt...

Diluc cerca... todo era bueno.

—Ya es tarde, ¿quieres que te acompañe a casa?

Dijo sin más Diluc levantándose, y Kaeya lo miró de reojo.

Maldito capullo, él estaba jugando a dos bandas.

¡Él... él quería ser Diluc! ¡Él no estaría jugando con otra chica!

Ahora que lo pensaba... él se había besado con Lumine pero Diluc no.

¿Debía... de utilizar eso a su favor?

Lumine también se levantó, y sonrió afirmando con la cabeza.

—¡Sí! ¡Nos vamos ya entonces!

Kaeya sin más se levantó, y cogió de la muñeca a Lumine para mirar a Diluc expectante.

—¿Por qué quieres acompañarla?

Lumine miró la mano de Kaeya, y miró a Diluc completamente asustada al ver su rostro.

—¿Acaso no puedo?

—Te recuerdo que tienes mensajes de Jean sin leer.

Diluc claramente no tenía pensamientos muy puros sobre Kaeya en ese momento.

A lo mejor ver sangre correr por su cara era buena idea.

Lumine intentó quitarse del agarre por la incomodidad que sentía. La tensión de Diluc se le estaba calando en los huesos.

—Está genial que compartamos momentos juntos, pero no puedes ser tan cabrón.

—Sabes que Jean no me gusta.

—¿Y por qué no te atreves a dejarla en paz y decirle a Lumine lo que sientes?

La chica abrió los ojos impresionada, y sin más se interpuso entre ellos dos para empezar a reír incómoda.

—¡Pero bueno! ¡Se ha hecho muy tarde! ¡Venga, vamos Diluc!

Ella intentaba empujar a Diluc, pero Kaeya la atrajo hacia él para tenerla apoyada en su pecho.

favorite. (diluc x lumine)Where stories live. Discover now