Capítulo cuatro

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|sudor|

Los ojos de Wakasa comenzaron a arder, mientras lentamente comenzaba a abrirlos, aunque los volvió a cerrar a unos pocos segundos.

Ya había amanecido, su cabeza le dolía un poco, y se sentía algo mareado, estaba, de igual manera, desorientado. Sus ojos se volvieron a abrir, esta vez tratando de acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana.

Observó como estaba apegado a algo, como abrazaba fuertemente un cuerpo, tardó diez segundos en darse cuenta que estaba abrazado a Mel, al parecer habían dormido juntos.

Realmente no recordaba que había sucedido anoche, tal y como había dicho, el no comer lo suficiente había provocado que se emborrachara más rápido, y después de varios vasos, y después de haber acabado una botella entera de pisco, lo último que recordaba era haber estado viendo Mulan con su amiga.

Que había pasado después era un completo misterio para el.

Y uno bastante grande porque de alguna manera, habían terminado durmiendo juntos, y bastante juntitos.

Cuando descubrió que su cabeza había estado enterrada entre los pechos de Mel, comenzoba alejarse, lentamente, pero el que ella le estuviera abrazando le impedía irse, lo tenía bien sujeto, con sus manos rodeando su cuello y con su pierna sobre su cadera, estaban totalmente enredados.

—Mel. —murmuró Wakasa, en un intento pro despertarla.

Ella no respondió, sin embargo, se movió, causando que la cabeza de su amigo se enterrara aún más en su pecho.

Ahora le estaba costando respirar. 

—Mel. —volvió a repetir.

—¿Hm?

—Oiga princesa, suelteme un poquito. —dijo mientras trataba de separarse mientras la empujaba con sus manos.

Tomó la pierna que estaba descansando sobre su cadera, y la movió, dejándole espacio libre para moverse apenas unos centímetros, con la mano que sentía, trató de despertar a la joven, dándole pequeños golpes.

Pero no obtuvo ningún éxito en aquello, después de una noche bebiendo con Wakasa le costaba despertarse.

Pero por obra y gracia del espíritu santo, Mel soltó al joven, dejó de abrazarlo, para darse la vuelta y abrazar un cojín que estaba a su lado, murmurando algo que Wakasa no logro escuchar.

El joven suntió como el aire entraba a sus pulmones y dando grandes bocanadas de aire se levanto de la cama y caminó hacia al baño.

Después de hacer sus necesidades, lavarse las manos y lavarse la cara, volvió a la habitación, observó la hora en su celular casi sin batería, y viendo que aun era temprano, volvió a acostarse. Y fue ahí cuando volvió a mirar a la joven, notando como ella estaba vestida solamente con una polera que le había robado a él y con sus calzones de encaje, la observó unos segundos, tratando de encontrar algo en su memoria sobre lo que había sucedido.

Al final llegó a la conclusión de que no había sido nada importante, de lo contrario recordaría algo, aunque no se explicaba como habían terminado en su cama y en aquella posición.

Mel se dio vuelta y lo volvió a abrazar, esta vez, siendo ella quien enterraba la cabeza en el pecho de Wakasa.

Causándole cosquillas.

Ayer se había cumplido una semana desde que Mel estaba viviendo de manera temporal con él, y hasta ese momento era la única vez en la cual había dormido juntos, sin contar las pequeñas siestas que tenían de vez en cuando.

Flowers |Wakasa Imaushi|Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ