𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 ⎯⎯⎯⎯⎯⎯ TARTAGLIA X MALE READER

14

—Tartaglia, aquí está la factura. -Dio una seña con su mano haciendo que las betas se acercarán a él. Dejó de lado los papeles llenos de letras que le aburría para tomar el que Lumine le daba agradecíendo.

Rápidamente lo miro sin confiar en los presios que habían en el papel. —¿En serio? Es mucho para lo que él gasta en el almuerzo... Paimon, ¿No estas poniendo también tus "caprichos"?

—¡Claro que no, tarado!... Él se los comió. -Lloriqueo al recordar como el omega se había comida también lo que pidió para ella.

—Últimamente esta comprando mucha comida. -Informó Lumine al recordar las veces que salieron a comer con el omega desde que llegaron a Liyue hace algunas semanas. —Disculpa, pero cuando la señora de la perfumería estuvo embarazada también gasto en mucha comida. Tenía antojos constantes.

—¡Es verdad! También presentaba malestares casi similares a los de ___________.

—¿Qué?... No creo... ¿Podria ser? -Se cuestionó a si mismo mientras que se recostaba en el respaldo de su silla poniendo una mano en su mentón mientras que pensaba y recordaba. —¿Cuales son los malestares?

—Pues... Se estuvo quejando de que le dolía el pecho.

—También sentía un sabor metálico en su boca, vértigo, mareo, cansancio... Y creo que nada más.

—Esta en su casa, ¿Verdad? ¿Deberia de llevarlo al médico? -Pregunto levantándose de su asiento dejando todos los papeles esparcidos por el escritorio.

—¡No repitas el problema de las flores y le termines comprando la farmacia Bubu! -Se quejó Paimon dando leves pisotones en el aire al ver cómo el alfa la ignoraba.

........

Abrio la puerta de su casa con cansancio bostezando encontrandose con el alfa pelirrojo quien rápidamente lo tomó de los hombros examinándolo con la mirada. Podía ver la felicidad y duda en sus ojos que miraban su estómago y pecho con preocupación.

—¡¿Que estas haciendo?! -Pregunto avergonzado tomando su camiseta para bajarla al sentir como el alfa intentaba levantarla.

—Prometo ser el mejor padre para el bebé. -Dijo tan rápido como tocó el vientre del Omega viéndolo a los ojos.

—¿Bebé? ¿De que estas hablando?

—¡De mi hijo que llevas en tu vientre!

—Ehm... Creo que te estás confundiendo. -No creía en lo que él decía, después de todo ya habían pasado algunas semanas desde su celo y casi un mes desde el celo del alfa, en todo ese tiempo no vio cambios en su estómago e incluso se cuido tomando medicamento y suplementos que le recomendaban los trabajadores de la farmacia bubu. —No estoy embarazado, ya paso un tiempo desde el celo. Y mira, mi barriga sigue plana.

—... ¿No estas esperando un bebé mío?

—No, no estoy embarazado.

—¿Podemos tener un bebé ahora? Me hizo ilusión ser padre. -Se avergonzó ante las palabras del alfa.
Rápidamente lo apartó al sentir como metía las manos bajo su ropa y le intento cerrar la puerta siendo detenido por él. —¡Era broma, era broma! ¡No te enojes!