𝐋𝐈𝐍𝐃𝐎 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 ⎯⎯⎯⎯⎯⎯ TARTAGLIA X MALE READER

13

—E-...Esto es ridículo. -Dijo en voz alta intentando cubrirse.

El alfa sentado en el borde de la cama lo miro rápidamente quedándose embobado a la vez que sorprendido al verlo salir del baño usando las prendas cortas.

—¡Aah! -Chillo de la emoción al ver al Omega usar aquel conjunto de encaje y cintas rojas que se amoldaban a su hermoso cuerpo. No creía lo que veía, le gustaba verlo así. —Ven aquí. -Pidió palmeando sus piernas con una sonrisa en su rostro.

Él no dudó en obedecer sentándose encima suyo dándole la cara, tomó los hombros del alfa esperando que ya lo ayudase. Su rostro fue tomado con una mano mientras que la otra paso a acariciar su columna bajando por esta en una delicada caricia. Empezó a ser besado por este a la vez que la mano seguía su curso acariciando la piel bajo sus dedos.

........

El sonido de la cama rechinando era algo que se perdía y juntaba con los demás sonidos de la habitación. Chapoteo, suspiros y jadeos. Todo se juntaba haciendo difícil que algo se notará o que incluso sea difícil el no escuchar todo desde afuera de la habitación.

-Ah... Ngh... -Sus propios sonidos se mezclaban con los del Omega, saliendo y volviendo a empujarse hacia adelante en un ritmo constante. Una mano en su espalda empujandolo levemente hacia abajo y otra en su cadera manteniéndolo a su alcance. Le era satisfactorio ver al Omega bajo suyo soltando sus dulces sonidos sin control mientras que abrazaba una almohada, música para sus oídos.

Veía como el trasero de este rebotaba en su pelvis, no dudó en darle una palmada haciendo que otra vez el Omega diera un gemido de satisfacción.

—¡N-No...! ¡Ah!... ¡No dentro! -Pidió como pudo, no quería terminar su noche ahí. No tenía intenciones de terminar, no después de haber cedido a la petición del alfa de usar aquel conjunto rojo.

No tardo mucho hasta que este se corrió fuera del omega sin anudar. Tan rápido como lo hizo pudo sentir como fue derribado quedando hechado en la cama con el Omega arriba suyo. —¡Cu-Cuidado te vayas a lastimar! -Preocupado intento tomar al Omega quien no le hizo caso.

Él no lo escuchaba, tomó al alfa alineandolo nuevamente empezando a descender levemente mientras que ponía una de sus manos en el pecho de este siendo un soporte. Tartaglia solo pudo llevar una mano a la cadera de ___________ ayudándolo en su descenso sintiendo nuevamente como el calor y la estrechez lo envolvían, un gemido salió de su boca mientras que dejaba que el Omega lo montará a su gusto.

—Ah... Tartaglia. -Gimio esperando pocos minutos para empezar a dar pequeños saltos con cuidado de no lastimarse, moviendo sus caderas en busca de más.

El alfa daba pequeños gruñidos llevándo sus manos a los muslos del Omega apretando su piel. Disfrutaba de las expresiones de placer al igual que los gemidos que este daba poniéndolo orgulloso de su tamaño nada pequeño, la forma en como era tomado, el como era _________ que lo tomaba por completo era suficiente para hacerlo delirar. —¿Puedo?... ¿Puedo terminar dentro? -

Preguntó al Omega quien solo decía que si sin importarle nada, completamente ido en el calor como para siquiera poder pensar correctamente en su propia respuesta.

Después de algunas embestidas más ambos terminaron haciendo que el alfa nuevamente anude dentro suyo haciendo que el cuerpo sensible del Omega se estremeciera ante la inchazon que recibía su interior.

Otra vez el Omega cansado se recosto en el pecho de él recibiendo mimos en su cabeza al igual que pequeños besos. Se sentía querido y aceptado por este.

Sentía que todo estaba mejorando en la relación de ambos, tenerlo semi-dormido en su pecho era algo que en un principio le era un sueño imposible. Tener así ahora, era un sueño hecho realidad para el alfa. No dudó en abrazarlo al pensar en eso. Estaba feliz con su progreso, de poder abrazar a su amado y cuidarlo aunque sea unos momentos que eran completamente propios sin terceros, aunque esos momentos se escaparan de sus dedos como arena, no le importaba. Eran dulces memorias que solo le hacían enamorarse más de su amado Omega.

—Te amo... Dulces sueños, mi amor. -Murmuro mientras que tomaba una sabana cubriendo el cuerpo de su amado. Con una sonrisa acarició la espalda de __________ y dándole un suave beso en la cabeza empezó a cerrar sus ojos, sus caricias se hicieron más lentas y poco a poco su respiración empezaba a coordinar con la contraria.