9. Un cafecito nada más

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Aquella mañana, su hermosa y joven vecina paso por la puerta de su local, quiza en otras circunstancias hubiera caído rendido antes los "encantos" de la bella dama frente a él, de no ser porque su corazón ya le pertenecía a alguien mas y de que ella ya estaba casada, Kate Bradford aunque utilizaba su apellido de soltera, jamás se lo cambio por el de su esposo, Miguel Muñoz, aunque seamos sinceros, que inglés cambiaría su apellido por uno de origen español, ella una mujer verdaderamente bella y no solo en el exterior, era una persona sumamente agradable y dulce, con la sonrisa más hermosa que había visto jamás, su cabello dorado brillaba con la luz del sol chocando en el, sus ojos eran del color del cielo y su piel era blanca como porcelana, y ni hablar del físico envidiable por todas que poseía, aun así, ella era alguien bastante generosa y amable, aun asi jamas le gustaría verla enojada, dicen que lo mas temible es ver a alguien amable enojado. Hace como tres o cuatro meses aquella mujer se habia mudado a la casa continua con su esposo, y se habian vuelto amigos al instante, ademas de que era una fiel cliente que iba a su tienda diariamente, y era sorprendente como le había crecido la panza por el embarazo en cuestión de meses.

La mujer emboso una sonrisa al verlo, saludandole con la mano a la vez que se acercaba a donde se encontraba-Buen día, Oliver-lo saludo sin borrar esa sonrisa de su rostro-es una bella mañana, ¿no lo crees?

-Si que lo es-murmuro, algo perdido en sus pensamientos-oye,¿ya han pensado un nombre para el bebe?

-A mi esposo me gusta Eduardo-dijo con hastío-pero yo lo odio, porque pienso que nuestro bebe tenga mi apellido y no ese, Muñoz, es horrible.

Una risa se oyo del fondo, era extraño ver a Murphy tan temprano en la tienda y mucho menos en la seccion de bebidas alcohólicas, era aun temprano para beber-Pues deberia buscarle la traducción al ingles de ese nombre, te digo que asi va a quedar satisfecho.

-Puede que tengas razon-respondio risueña la dama, dejando sus compras al pelinegro, continuando con su charla con la dueña del hotel.

Eran como loros que no paraban de hablar la una de la otra, y pronto se fueron uniendo mas clientas a la charla, joder, esto ya se parecía a una junta feminista por todos los gritos, chillidos y alboroto que armaban las mujeres en su tienda. Oliver agradecio mentalmente a su hermana cuando llego a socorrerlo, quedando elma a cargo de la tienda, él escapó de allí a duras penas, y aprovechando que estaba fuera haría sus entregas, hace tiempo que no lo hacia,no  los ultimos años esto lo hqbia dejado a cargo de Victoria, pero ahora los papeles se convertirían y mientras él, volvería con el mismo trabajo que hacia cuando era joven.

Paso por el antiguo burdel de Madame Butterfly, y tras la muette de ella hace una decada el lugar habia caido en manos de un tal Charles Thomson, quien habia convertido ese lugar en un restaurante familiar, que gran giro de la vida le había dado a este local. Y dejando los suficientes suministros para llenar el almacén del local, se retiro y condujo hasta su proximo destino, un pequeño cafe a un lado de la ruta y luego de alli planeba visitar el motel de Norman, aunque en realidad lo que quería era ver como estaba él. Pero su plan original se vio interferido cuando al llegar al cafe lo vio alli sentado en una de las tantas mesas tomando una raza de cafe, este lo saludo con una calida sonrisa, pero no ers momento de sonrisas, continuo con su trabajo al dejar suministros a la dueña del cafe, no recordaba muy bien el nombre de esta señora, pero eso no es de importancia, y terminado esto, se fue a sentar junto a Norman, dandose un apretón de manos como saludo, aun no estaba listo para esos abrazos que se dqban antes oara saludarse-Es una sorpresa el verte por aquí-bramo, correspondiendo ahira si a la sonrisa que el mayor le obsequiaba- ¿Qué haces aquí?

-Busco empleo-comunico, Norman.

-Buscas empleo-repitio-pero si ya tienes el motel, ¿porque buscarías trabajo en otra parte?

-Sabes que no gano muy bien el motel al estar alejado de la ruta-setencio. Y en eso estaba en lo correcto-necesito ganar algo de dinero extra de alguna forma.

-Tienes razon, es preferible que trabajes aqui que en un burdel-Norman lo vio sin comprender ante aquella comparacion, pero prefirió no comentar nada al respecto, ignorando lo dicho por este, centrándose en que ordenar-aunque yo sin problema te hubiera dado dinero para ayudarte o dado trabajo en la tienda.

-No debes de preocuparte por ello-dijo, acariciando el dorso de la mano de Oliver-vamos, te invito un cafe.

Supiro con pesadez-Esta bien, un cafecito nada más.

[...]

Y ese cafe luego se convirtió en una cerveza bien fría en el bar de la señorita Atlas, no conocía un mejor bar que el de ella, una mujer extraordinaria que atendía especialmente a sus clientes, muchos siemore la confundían con una empleada más y cuando los nuevos se pasaban de lanza con ella tratandola mal, siempre era grato ver como esa mujer los echaba a patadas del local, esta noche no era la excepción y se alegraba de estar en compañía de Norman para ver como esa mujer que a pesar de ser algo robusta, poseía la fuerza de cualquier luchador de peso pesado. Cadi se ahoga con el líquido amarillo a causa de la risa explosiva que le salió del alma cuándo vio como la mujer les rompía una botella en la cabeza. Norman a su lado tambien se reía, pero con más serenidad que Oliver-Ahora verás como su hermano Mark se metera en la pelea-y efectivamente, tal como dijo sucedio. Estando junto a Norman, tomando unas cervezas bien frescas, viendo tal escena en el bar de la señorita Atlas, viendo como corre a los clientes revoltosos del bar. Era perfecto. No desearía estar con nadie mas que no fuera Norman, despues de tanto tiempo, estaban juntos.

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⏰ Last updated: Aug 06, 2022 ⏰

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Mr. Bates  ᴺᵒʳᵐᵃⁿ ᴮᵃᵗᵉˢWhere stories live. Discover now