CAPÍTULO 55

6.3K 667 257
                                    

“Dura Soledad”

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

“Dura Soledad”

REBECCA

Lo veo de pie, ojeándome con rabia. Como si hubiera sido el peor mal rato que ha pasado y se me revuelve el estómago.

¿Cómo pude caer tan bajo?

¿Cómo terminó este infeliz entre mis piernas, haciéndome cualquier cosa mientras pensaba en otra mujer?

Inspiro tan hondo que mi pecho se hincha.

¿Otra vez Rebecca?

Si ya conocía su mala fama; su historia de tipo mujeriego, inescrupuloso y enfermo... ¿Cómo vine a parar a su maldito departamento?

Porque es increíblemente caliente Rebecca. Porque te recuerda la pudredumbre, Rebecca. Porque es sucio, morboso, insensible, egoísta y un ser humano muy ruin. Por eso viniste Rebecca. Porque no puedes mantener distancia de la oscuridad.

Suelto el aire de a poco, sintiendo el sabor de la humillación y el desprecio descender por mi garganta.

Mojigata, santurrona, perra, puta, inservible, amor, cariño, zorra... Esos apelativos también los usaba Ragnar. Mi demencial, hermosa y escabrosa perdición escandinava.

Me la pasé durante seis años evitando esta clase de sujetos. Sujetos calientes, dominantes, hijos de mil puta... Y caí con uno igual a mi tortuoso pasado. Uno que acaba de tratarme con menosprecio, recelo, morbosidad y desdén.

—¿Sabes qué? —me incorporo y agarro el vestido con agilidad—. Tienes razón, me tengo que ir —tomo mis zapatos y con el mismo asco que él destila, le aviento mis bragas a los pies—. Pero te diré una cosa, Ciro; no me interesa ser como ella. No soy el reemplazo de nadie y nadie, viene a tratarme como un pedazo de carne con agujeros.

El siniestro monstruo de ojos azules no se inmuta. No se conmueve. No manifiesta ningún interés por disculparse ante su trato tan burdo, agresivo y vulgar.
Y tal vez no debería hacerlo. Tal vez es lo que acostumbra. Le gusta arrasar con quien sea, pero no es lo que yo deseo.

Mi época de toxicidad, rudeza, morbo y sexo podrido se cerró en Estados Unidos el día que enterré al vikingo.

No quiero más de eso. Nunca más. Ni para follar por una sola noche, para premio consuelo y menos para una relación.

No...

No llores.

Mierda. No llores.

Dancing in the Darkness © +21Where stories live. Discover now